No siempre vamos a hablar de villanos propiamente dichos. Una de las cosas que queremos es huir de los malos más habituales, de buscar y ofreceros algunos significativos, pero menos habituales a la hora de hablar de ellos. Además, no siempre los malos son tan malos como los pintan. En ocasiones, son incluso… divertidos, como es el caso que nos ocupa.
Hoy, en La Materia Oscura, vamos a hablar de alguien que ha tenido bastantes apariciones dentro del universo Final Fantasy y que, en mayor o menor medida (y en algunos casos, sólo en la reedición de algunas entregas), ha tenido bastante éxito entre los jugadores, pero por lo general no cuenta con un gran papel: Gilgamesh. Tal como sucedía con Ocelot, es complicado ordenar toda su historia… pero vamos a intentarlo. Avisamos, evidentemente, de spoilers, pero evitaremos los que están relacionados con Type-0, eso os lo dejamos a vosotros.
Habría que empezar explicando brevemente, ¿se basa Gilgamesh en un personaje mitológico/literario, como muchas criaturas de la saga? Sí. En concreto, en una obra de hace siglos, un conjunto de poesías que se convirtieron en la Epopeya de Gilgamesh. Gilgamesh era un rey sumerio que partió en busca del secreto de la vida eterna. Contaba con un compañero (que al principio era enemigo) llamado Enkidu… ¿os va sonando la historia?
También toma una parte de su personaje (bastante más que del anterior, del que toma nombre y compañero) de Saito Musashibo Benkei, un monje guerrero cuya arma predilecta era una naginata (un tipo de lanza con una hoja afilada en uno de los extremos). Se dice que fue un monje que se quedó en un puente a luchar contra todo aquel guerrero que cruzase y reclamando las armas de aquellos a los que derrotaba. Sin embargo, el enemigo con el que habría alcanzado el millar de victorias lo derrotó y esto hizo que se convirtiese en su aliado.
Cabe destacar que aquel que consiguió derrotarlo pertenecía al clan Minamoto, también llamado… clan Genji. Sí, el equipo que siempre, o casi siempre, podemos robarle al Gilgamesh de los videojuegos.
¿Vais haciendo una idea de las inspiraciones del personaje? Un tipo que lucha con una lanza, con predilección por los puentes, que reclama armas de sus enemigos, que lleva el equipo de Genji… seguro que muchos no esperaban una inspiración tan seria de un personaje, en la mayoría de ocasiones, tan divertido.
Como decíamos al principio, vamos a evitar los spoilers relacionados con Final Fantasy Type-0, ya que en nada estará disponible la versión HD del juego y no queremos fastidiarle nada a nadie. Sin embargo, el hecho es que, dentro del universo Final Fantasy, el Gilgamesh de Type-0 es cronológicamente el primero de todos.
Evitando destriparos nada de la historia, sólo podemos decir que en esta entrega vemos cómo se explican varias de las características del personaje. En primer lugar, el por qué de llevar por compañero a Enkidu… o aliados a los que denomina Enkidu. Puede, además, arrebatar las armas de nuestros personajes si los derrota en combate, comenzando su afición por coleccionar armas.
Además, veremos su primera interacción con la Fisura (The Rift en el original). El término no será nuevo para los veteranos en la saga, se trata de un lugar que conecta varios mundos y que nos deja claro un pequeño detalle y es que Gilgamesh, como algunos otros personajes de los que hablaremos en otros artículos sobre los malos de la saga Final Fantasy, es en muchas de sus encarnaciones el mismo personaje cruzando entre mundos.
Aunque es complicado establecer un orden cronológico de sus apariciones, seguiremos el orden natural de la saga para hablar de las distintas intervenciones del personaje, sin tener en cuenta las de las reediciones de las primeras entregas para Game Boy Advance. (en las que volvía no como un simple añadido, sino que figura con cierto nivel de argumento y líneas de conversación), ni su aparición en los títulos online (FFXI y FFXIV), ni Dissidia Duodecim.
En Final Fantasy V vimos por primera vez al personaje. Pese a que hasta Type-0 no se han establecido unas bases profundas de su personalidad, sí que pudimos ver una serie de características que se convertirían en seña de identidad del personaje. Para empezar… los puentes, los eternos puentes. Ya contaba con su propio tema, llamado Battle at the Big Bridge (en algunas versiones llamado Clash on the Big Bridge), el leitmotif del personaje que lo ha seguido en casi todas sus apariciones, con innumerables versiones para adaptarlo al ambiente de cada juego.
El Gilgamesh de Final Fantasy V era un general del malo de turno que (sorpresa) termina en la Fisura por… bueno, digamos que esta aparición del personaje no se caracteriza por ser alguien muy competente. Sin embargo, nos reconoce como auténticos rivales de poder, llegando al punto de ayudarnos en un combate en el que, si no derrotamos al enemigo antes de un determinado tiempo, se sacrificará para salvarnos.
La siguiente es, posiblemente, la más famosa de sus apariciones, sobre todo teniendo en cuenta que cuando Final Fantasy VIII salió a la venta, en occidente la inmensa mayoría de jugadores no había tenido la ocasión de probar FFV. Hablamos de la secuencia al final del tercer CD, pongámonos en antecedentes.
Squall y su equipo se enfrentan a Seifer y Odín (si lo hemos reclutado) aparece para ayudarnos. Sin embargo, nuestro enemigo acaba con él y el Sable Justiciero sale volando, hendiendo los cielos y abriendo una ventana hacia la Fisura… Gilgamesh ha conseguido “la cuarta” y da un paso al frente.
[break=Página 2]Seifer no tiene ninguna posibilidad ante el poder del guerrero de rojo, que literalmente lo barre del campo de batalla y se retira, considerando a nuestro rival indigno y apareciendo de ahí en adelante de forma aleatoria, para usar una de sus cuatro espadas para ayudarnos como invocación especial.
Esta fue quizás la presentación del personaje en occidente, pero era complicado llegar a descubrir quién era realmente si no lo conocíamos previamente. La única forma de descubrir su nombre era completar la misión secundaria relacionada con el Triple Triad de la Cofradía CC y conseguir su carta (la más útil del juego, por cierto, a la hora de convertirla en objetos) de Rey.
Jack el del Callejón, también llamado el Cuatrobrazos, personaje de Final Fantasy IX, molestó algunas veces a nuestros protagonistas. Un autoproclamado “Cazador de Tesoros de Rango S”, que nos revela su auténtico nombre cuando nosotros alcanzamos dicho rango. En esta entrega no tiene una gran relevancia en la historia a ningún nivel, pero está claro que no ha perdido las costumbres: una nota relacionada con un arma secreta del juego (Excálibur II) nos da ciertas pistas sobre ello.
Después, en Final Fantasy XII lo hemos vuelto a ver en un puente. Aquí la historia es bastante sencilla, se trata de uno de los objetivos de las Cacerías: han puesto precio a su cabeza por haberse dedicado a derrotar a espadachines y quedarse con sus armas. Esta es otra de sus apariciones que carga más comedia que otra cosa, pero no por ello hacen del combate menos memorable: el tipo carga con una plétora de réplicas de armas famosas de la saga, desde Fraternidad hasta la Espada Mortal.
Finalmente, su última aparición tuvo lugar en FFXIII-2, en el Coliseo. Un enemigo surgido de nuevo de la Fisura, que porta las armas de antiguos personajes de otras entregas de la saga. Un combate realmente épico contra un enemigo en la plenitud de su poder, desde luego.
Dejando aparte su aparición en FFV, en el que resultaba un enemigo peligroso, si bien con una vis cómica que lo ha acompañado en algunas de sus apariciones, Gilgamesh es sin ninguna duda uno de los enemigos más fuertes que hay. No sólo a nivel argumental (parece capaz de recuperarse rápidamente de cualquier cosa), sino que en las reediciones y últimas entregas ha sido preparado para suponer un cierto desafío.
En Final Fantasy XIII-2 figura como uno de los enemigos descargables más fuertes, sin ir más lejos. En Type-0… no, dijimos que no haríamos spoilers, pero sí diremos que está relacionado con las armas más fuertes de los personajes. En el Lunatic Pandora quedó claro de lo que era capaz sin golpear directamente siquiera a su enemigo…
Pero nuestro amigo de rojo no recurre sólo al acero, ya que en sus distintas apariciones ha sido capaz de hacer uso de Magia Azul (técnicas enemigas) para conseguir ventaja sobre nosotros y darnos aún más problemas. No obstante, sin ninguna duda su fuerte son las espadas. Desde la primera entrega hemos visto cómo llevaba armas en cada uno de sus numerosos brazos y, desde FFVIII, son armas conocidas por todos.
Quizás sea en FFXII donde más llamativas han sido sus armas. En esta entrega, si bien todas son falsas, como podemos ver si nos fijamos, lleva la Espada Mortal, el Sable Pistola, la Excálibur, el Sable Justiciero y la Tornasol, una de las armas más potentes del juego. Tiene además acceso a un arma bastante especial, para nada falsa: la Espada de Tolo, que es la más potente y complicada de conseguir entre las armas de FFXII y un guiño a la saga Dragon Quest.
Hoy hemos recordado a un personaje que quizás haya pasado desapercibido para muchos pero que, a tenor de sus apariciones (es el personaje que, después de incluirlo en las reediciones, más veces ha estado presente físicamente en la saga), es sin duda popular o querido como poco por la gente de Square-Enix. Para nosotros, un enemigo a recordar, un buen rival. Un tipo que nos ha recordado en más de una ocasión que, si bien hay que saber cuando ponerse serios y liberar todo nuestro potencial, siempre hay un momento para reír.