El estudio checo de Warhorse lleva años con un desarrollo que no para de retrasarse y que al fin parece que el 13 de febrero de 2018 verá la luz en sistemas de nueva generación. Y no me extraña, Kingdom Come Deliverance es tan ambicioso como The Witcher III en muchos sentidos, y está al cargo de un equipo rotundamente menor y de presupuesto inferior. Es mucho a lo que aspira este Actvion RPG donde lo medieval está reflejado con absoluto realismo y sin hechicería alguna.
Éste es un videojuego de Historia, que refleja unas tierras de Bohemia en el año 1403 perfectamente reales, con personajes célebres de los libros reinando y guerreando, con caballeros, escuderos y lanceros a las órdenes de la nobleza, con pobreza y catástrofes machacando a la población campesina. Una Bohemia de castillos, murallas y tensiones palaciegas, justo lo que fue la República Checa y otros países centroeuropeos en aquellos años de pura Edad Media. Aquí abajo tenéis un vídeo oficial, del estudio, explicando algunas de las partes jugables de la demo del E3:
Sí, el juego estuvo en el E3 2017 con su código más avanzado y pude volver a jugarlo, en una demostración larga, de una hora aproximadamente, dividida en tres segmentos, algunos ya conocidos de anteriores tomas de contacto: el arranque de la aventura, una situacióin de combate individual, y una reyerta con más unidades y soldados a nuestro lado. Sobre los primeros pasos que daremos en el juego, desde que lo jugué hace ocho meses hasta hoy se nota una clarísima mejora visual.
La aldea de Henry, que es el hijo del herrero al que encarna el jugador y que debe hacer unos primeros encargos por las callejuelas para aprender a desenvolverse e iniciar primeras charlas, estás más viva y con gente a sus labores cotidianas. Algunas animaciones, en cambio, sigo viéndolas básicas respecto a lo que otros RPG referentes como The Witcher 3 nos han ofrecido. Síntoma, como decía, de que Kingdom Come Deliverance no es un juego tan generosamente presupuestado. Warhorse palia este tipo de características con acabados muy trabajados para los ropajes y rostros, elementos que se ven muy de cerca al jugarlo ya que toda la aventura se vive desde los ojos de Henry, incluso cuando lleva un casco o un yelmo que le resta campo de visión.
Kingdom Come Deliverance se basa en el rol en el sentido más clásico, casi de libro y dados, y por eso trasladar al jugador a ese mundo, sus personajes, necesidades y peligros está siendo lo que más sueño quite a Warhorse en su concepción y ejecución. Pero lo están consiguiendo, y eso se refuerza también todo el sistema de progresión y desarrollo de personaje, que utiliza una doble vía de aprendizaje de nuevas habilidades y mejora de atributos: por un lado con evolución de las técnicas que más repitamos para reflejar dominio a base de entrenamiento; y por otro dejando al jugador que elija en distintos árboles hacia dónde quiere llevar a su guerrero, que recordemos que aquí no se mueve ni por clases ni por ningún tipo de habilidad sobrenatural.
Éste es un juego realista, un “simulador de Edad Media”, como me bromeaba el creativo encargado de guiarme en la demo del E3, por lo que una casilla de habilidad a desbloquear puede ser saltar un poco más por haber ganado agilidad, o reponernos más rápido de un golpe aturdidor rival. Casi todo son pericias físicas, hasta que al final hagamos de Henry un fornido y resistente caballero/soldado, también con buenas dotes para el esquivo y el bloqueo con escudos en su mano izquierda.
No va a ser un viaje corto, Kingdom Come Deliverance promete también más de 40 horas de hazañas, unas 100 si se quieren atender todos sus recados y logros opcionales. Su planteamiento de mundo abierto está especialmente preocupado por la narrativa, ya se observa en los primeros pasos donde las conversaciones dictan cómo van a suceder los siguientes acontecimientos. De nuevo comparándolo -quizá injustamente- con el trabajo de CD Projekt Red, se echan de menos comportamientos más racionales. De los que he visto, algunos NPCs parecen auténticos locos que van a su bola y no tienen demasiada coherencia.
Pero quién sabe, quizá se ha querido reflejar la demencia de aquellas eras con ese talante tan particular. Hay que tener en cuenta que Silver Skalitz, la aldea inicial, es un poblado pequeño y rural, de gente muy pobre mayoritariamente. Quizá en las ciudades o con los comerciantes encontremos otras actitudes menos “planas”. Porque sí, va a haber grandes ciudades y fortalezas, gentes para las que trabajar, reyes a los que servir, batallas multitudinarias en las que verse envuelto, y grandes gestas de las que se pintaban en vidrieras para presenciar.
Sobre esto, pasamos a la segunda parte de la demo del E3, el combate individual. En Kingdom Come Deliverance la acción cuerpo a cuerpo va lenta, se siente pesada y ruda, de acero que choca contra acero y donde lanzar una embestida con una lanza o una espada es jugarse la vida si no se hace en el momento adecuado y la dirección adecuada. En su obsesión por calcar lo que eran las justas de aquellos años truculentos de la Europa medieval, Warhorse Studios ha creado un sistema de combate mucho más táctico y sofisticado de lo que puede parecer. Kingdom Come Deliverance es de todo menos un machacabotones. Aquí todo está en el timing y cuándo se lanza cada ofensiva, pues es mucho el tiempo de recuperación de stamina -barra de cansancio- que conlleva cada acometida y movimiento de esquiva. Golpes bajos, medios, altos, cargados, sorpresivos, de stuneo… la verdad es que la variedad de impactos y técnicas es bastante buena a medida que Henry progrese, creando un combate profundo pero también bastante realista.
Ahora bien, con todo lo claro que queda al probarlo en un uno contra uno, o uno contra dos, quizá un poco más caótico se siente todo cuando vemos al personaje envuelto en una escaramuza de varios soldados aliados contra varios enemigos. Esta parte del juego, que abundará en diversos momentos donde se apuesta por las batallas multitudinarias típicas de aquella época, genera un gameplay que sí noto más tedioso o confuso. Aunque no es justo hacer valoraciones prematuras con tan poco tiempo de juego y sin haber ido desarollando al personaje y la habilidad al manejarlo poco a poco. Así que habrá que esperar hasta la versión final y completa para saber si esto de las batallas masivas un poco caóticas es una sensación equivocada o realmente, metidas muchas horas y avances, se acaban sintiendo así.
Sin lugar a dudas, Kingdom Come Deliverance donde sí aprovecha para sacar músculo técnico es en ambientación, entornos y estética de menús y documentos, que bien parecen manuscritos de época en un momento donde, recordemos, todavía no existía la imprenta y casi toda la cultura estaba solo en manos del clero. La apariencia de los árboles de progreso, de los inventarios -con peso para todos los objetos- y hasta del menú de pausa o el mapa es realmente atractiva. También sabemos ya que habrá caballos, aunque en esta demo del E3 no se podían montar porque es uno de los asuntos que están terminando de arreglar para animaciones coherentes y creíbles, me contaba su director creativo. Quedan cosas por pulir en términos gráficos y de animaciones, pero todo lo que son escenarios, campos, aldeas, castillos, distancias de dibujado… se notan súper sólidas ya, dignas de producto final y que realmente no podrían moverse en la generación de PS3 y Xbox 360, sensación que sí tuve un poco la última vez que vi el juego.
A Warhorse Studios le quedan 7 meses para terminar de perfilar su proyecto más ambicioso y realmente arriesgado por su apuesta por la fidelidad histórica antes que por el espectáculo mágico habitual de los juegos de rol medievales. Está claro que éste será un juego pausado y de los que se disfrutan más y más a medida que le metes horas, en vez de abogar por la diversión más arcade, rápida y directa. Su profundidad va a venir marcada por las decisiones, las distintas formas de resolver las misiones y el combate basado en movimientos certeros pero meditados y de única oportunidad. El próximo 13 de febrero en PS4, Xbox One y PC. Os dejamos con su más reciente tráiler cinemático: