Impresiones WWE 2K15

David Hernández · 29 diciembre, 2018
Vuelve el espectáculo mejor orquestado del mundo

Mientras que el deporte rey sigue siendo el fútbol en nuestro país y prácticamente en toda Europa, en Estados Unidos abrazan otros estilos deportivos que van desde el béisbol al fútbol americano. Pero una faceta deportiva amparada en el teatro es la lucha libre que en Norteamérica cuenta con muchos adeptos, tanto como para llenar grandes estadios y considerar a sus estrellas como Dioses, que incluso han participado en películas de Hollywood y han alcanzado estatus de estrella, como sucede con The Rock o John Cena.

Un público tan amplio es sinónimo de ventas potenciales, y la primera que se dio cuenta fue THQ cuando empezó con su antaña franquicia WWE que, a pesar de no contar con unas ventas mayúsculas, sí que se situó como uno de los pilares fundamentales de la editora norteamericana hasta su bancarrota. Curiosamente cuando los activos de THQ salieron a subasta, los propios de la licencia WWE se negociaron en secreto con Take Two bajo unos términos que salieron tras realizarse la compra.

El acuerdo con la World Wrestling Entertainment anulaba una anterior deuda, pero también metía en la ecuación a Yuke’s, el estudio de desarrollo japonés que ya se había encargado de realizar las anteriores entregas para THQ. La mano de Take Two se ha notado en la apuesta por Visual Concepts en el desarrollo del programa como garantía para seguir los estándares de calidad de la empresa norteamericana, pero a su vez se siguen apoyando en Yuke para no perder la herencia jugable de una licencia que el año pasado lanzó una entrega de transición. Este año con WWE 2K15 las cosas ya se han hecho despacio y con buena letra en un programa creado por los dos equipos de desarrollo, recogiendo la tecnología vista en la exitosa serie NBA 2K y con un presupuesto superior a sus espaldas, dando así una mayor garantía a la inversión realizada.

WWE 2K15 aparece tanto para consolas de la pasada como nueva generación, pero yacen como productos bien diferenciados y vistos de forma independiente desde la editora, dado que, sencillamente, son juegos diferentes. Nosotros ya hemos tenido la oportunidad de disfrutar de la versión del juego para PlayStation 4 que no saldrá hasta el 21 de noviembre, y en concreto nos han dejado jugar a las partidas rápidas y también al modo estrella: Mi Carrera.

Hablamos de un modo que se inspira en el propio de NBA 2K para ofrecernos la posibilidad de crear un luchador desde cero para hacerle ascender hasta la fama. Para ello, el programa oferta unas amplias dosis de personalización donde podemos acoplar a nuestra creación multitud de variantes como la elección pormenorizada del rostro, su musculatura, aspectos detallistas como cicatrices o tatuajes e incluso sus atributos de lucha iniciales, aunque este último aspecto lo iremos moldeando con el paso de las horas de juego.

Pero esta personalización que ofrece cierta libertad creativa también se traslada al terreno propiamente jugable, dado que se da la opción de elegir acciones que van a afectar el devenir de nuestro luchador. De esta manera podremos convertirnos en un luchador amado por el público o bien en uno odiado, deparándonos así distintas rivalidades con otros luchadores y el desbloqueo de combates que sólo son posibles según acciones ya realizadas.

Nuestro camino hacia la fama comienza desde abajo, concretamente en el centro de aprendizaje donde iremos marcando las primeras pautas de nuestro luchador sirviéndonos de los consejos y buen hacer de nuestro entrenador personal, también inspirado de una personalidad real. Al ir superando combates, con más o menos suerte, el luchador irá mejorando ciertos parámetros que nos servirán para hornear tanto su personalidad como su técnica, trasladando al juego nuestra forma de jugar.

Respecto a lo que disfrutamos en la anterior entrega hay pocos cambios jugables, aunque se han incluido varias opciones de agarre que nos exigen equilibrar fuerzas con el adversario para ir saliendo de las llaves, y esto se hace con el uso de botones y el stick derecho. También hemos visto un cierto cambio en el sistema de sumisión, más directo al quedar simplificado. La faceta jugable sigue apostando por el mismo camino ya conocido porque realmente funciona, pero adornada con mayores posibilidades en el propio ring que hacen de este espectáculo una pequeña película interactiva donde el jugador tiene todo el control.
Vive el teatro de la lucha en el salón de tu casa

Como sucede con otros juegos deportivos del sector, el realismo de los modelados es el principal valedor del producto, que apela a la fidelidad para captar al público. Pero con WWE 2K15 este aspecto es casi enfermizo, con un trabajo esplendoroso en el modelado y con una ardua carga laboral que se ve reflejada en el apartado visual. Y es que cada uno de los luchadores ha pasado por decenas de horas de captura facial y de movimientos para trasladar el máximo realismo a un formato electrónico. Bajo un nuevo motor gráfico y recogiendo el testigo de la tecnología Eco-Motion vista en la serie NBA 2K, Visual Concepts y Yuke’s han logrado crear a unos luchadores virtuales prácticamente idénticos a sus homónimos reales, sin tener miedo a afirmar que estamos ante el juego visualmente más realista que se pueda encontrar en el mercado.

WWE 2K15 ofrece un espectáculo visual fiel y sumamente realista, y una vertiente jugable depurada y madura que tiene como resultado el que es posiblemente la entrega más completa de la serie hasta la fecha, aunque aún nos quedan por probar el resto de modos y luchadores para evidenciar que lo visto en estas impresiones va a seguir funcionando bajo una versión completa. ¡Bienvenidos al mayor teatro del mundo, la WWE!

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