Hace años Pro Evolution Soccer era sinónimo de baluarte futbolístico amparado por una enorme comunidad de usuarios que presumían de formar parte del ADN del mejor juego de fútbol del mercado, con una franquicia FIFA que no era capaz de igualar la jugabilidad sencilla y directa de la producción de Konami. La pasada generación de consolas tuvo un cambio de cromos dentro del panorama futbolístico del sector, con la franquicia de EA Sports ganando por goleada a un titulo de Konami que no supo adaptarse a la realidad de los nuevos formatos ni al avance jugable de la comunidad.
Konami ha tenido que reinventarse para intentar levantar de su letargo a Pro Evolution Soccer, y lo comenzó a hacer relegando su desarrollo a equipos extranjeros externos, los únicos capaces de adaptarse a la realidad futbolística del mercado occidental. Al igual que el mercado japonés yace atrapado por su legado y tradicionalismo inherente a su cultura, en términos de videojuegos los equipos de desarrollo nipones están muy por detrás de las producciones occidentales, con pocas excepciones.
Pero confiar sólo en Konami UK era insuficiente para volver a crear una experiencia futbolística ganadora en el mercado del videojuego, y con la edición del curso pasado la compañía japonesa decidió incluir su exitoso motor FOX Engine (el mismo de Metal Gear Solid V: Ground Zeroes) para dotar de una arquitectura visual convincente y robusta en busca de la recuperación de su reinado. Sin embargo, con Pro Evolution Soccer 2014 las cosas salieron sumamente mal, ofertando un producto inacabado y con numerosos bugs que tuvieron que ser resueltos con posteriores actualizaciones agotando la paciencia de una comunidad de usuarios que ya había dado la espalda a la serie.
Con los errores ya aprendidos y con el tiempo adecuado de desarrollo, Konami UK y Konami Tokyo han conseguido crear un convincente juego de fútbol con la entrega 2015 de la serie, en un juego que conforme ha ido apareciendo en distintas ferias ha estado convenciendo más a la prensa especializada. Aún así conviene ser realistas: Pro Evolution Soccer no conseguirá en un año ponerse al mismo nivel que la serie FIFA, pero parece que con la edición de este curso la distancia se ha reducido, y eso ya son palabras mayores. Conviene aclarar que nosotros hablamos de la versión de PlayStation 4 (nueva generación) y no podemos afirmar que la mejoría también se haya experimentado con la versión para PlayStation 3.
Jugablemente, con PES 2015, se muestra un estilo de juego más abierto, directo, ágil, dinámico y eficiente en aspectos defensivos y ofensivos. El control sobre los jugadores se hace intuitivo y sencillo, haciendo un uso menor de los botones para ejercer buenas combinaciones de juego. Esto hace que los partidos cuenten con un mayor ritmo, provocando situaciones mucho más convincentes a las acostumbradas en anteriores entregas. Como resultado, incitaremos un mejor juego combinativo con la posibilidad de abrir buenos huecos haciendo uso del elaborado pase al espacio, o crear contragolpes realmente espectaculares sabiendo intervenir con los jugadores en el momento idóneo.
Parte de ello viene gracias a la ID de los jugadores y equipos, que intentan reflejar las características propias reales de los jugadores y escuadras, asemejándolas así a la realidad. Esto se puede ver mucho mejor con los equipos punteros y al controlar a las grandes estrellas, que además de contar con un modelado bien recreado también son reconocibles por sus gestos y su trato del esférico. Todo ello se refleja sobre la IA de la maquina, más compacta a la hora de defender, y más incisiva en los ataques, aunque todavía con ciertas lagunas y autopistas inesperadas que dan ventaja al usuario.
En la versión casi definitiva a la que hemos tenido acceso teníamos a nuestra disposición todos los modos de juego con los que contará la versión final del programa, expuestos en una interfaz de usuario. Es de agradecer la enorme cantidad de posibilidades ofertadas al usuario, aunque la interfaz se sitúa algo confusa en sus inicios.
Para resumir su disposición recalcamos que la primera página actúa más como menú de acceso rápido a los modos de juego más importantes/usados por parte del usuario; la segunda pestaña está dirigida a partidos rápidos y amistosos en línea; la tercera centrada en los campeonatos, entre los que encontramos competiciones licenciadas como la UEFA Champions League, UEFA Europa League, La Copa Libertadores, la AFC Champions League, y las grandes ligas europeas licenciadas como la Liga BBVA e incluso la Liga Adelante, una segunda división española que es toda una novedad con sus jugadores reales. También los usuarios latinoamericanos les agradará saber que la Liga Brasileña está presente.
Mención aparte hay que hacer al alto grado de personalización del programa, dado que además de ofrecer entrenamientos a nuestra medida, también nos va a permitir editar jugadores y equipos. Todo lo anterior está estrechamente relacionado con la pestaña de modos conocida como Football Life, que incluye apartados como la famosa Liga Master que nos permite ser el director financiero y técnico de un equipo de fútbol; Conviértete en Leyenda, donde crearemos un jugador a nuestra imagen y semejanza controlándolo por los campos de fútbol para hacerle llegar a la élite; o el destacado modo MyClub que nos habilita para crear un equipo desde cero, haciéndolo subir de categorías en enfrentamientos contra la CPU o bien con otros usuarios. Evidentemente seguirán estando presentes aquellos modos de juego en línea, donde incluso se podrán formar equipos de 22 jugadores humanos, o bien participar cuatro controlando cada uno una línea del equipo concreta.
Aunque las sensaciones con Pro Evolution Soccer 2015 han sido buenas, también hay que ser sumamente realistas con el grado de mejora que ostenta esta nueva edición. Tras el fiasco de la entrega del año pasado todo era mejorable, y siempre es mucho más fácil prosperar estando desde abajo que estando ya en la cima. Aunque FIFA siga teniendo asegurado su reinado un año más, dado que un trabajo de muchos años no es remontable en sólo 12 meses, sí que la distancia entre ambos se ha reducido en términos jugables y visuales, aunque el titulo futbolístico de Konami siga siendo un alumno al que aún le queda mucho de qué aprender.