Pocas veces en cada generación de juegos aparecen algunos títulos cuyo fuerte no es destacar en gráficos, espectacularidad o hype. En muchas ocasiones, juegos que prácticamente desapercibidos son una joya en bruto que está ahí para que la descubran. Es muy posible que Overlord: Rising Hell cumpla todos los requisitos para apuntarse al club de los juegos que despuntan en originalidad y diversión pero que son completamente ignorados. Vamos a procurar que esto cambie.
Hace poco menos de un año Codemasters lanzó para Pc y Xbox360 un título que no despertó mucho revuelo. En él nos poníamos en la piel de un Señor del Mal recién salido de la tumba, que se ve en la tesitura de aprender a ser un verdadero y cruel Señor del Mal. Para ello contaría con la ayuda de multitud de esbirros, una armadura aterradora, magia y una gran hacha. Ahora este título llega a Playstation 3 y justo es que lo apreciemos en toda su envergadura, al menos la Demo que ya está disponible en la Playstation Store y que servirá para que muchos hagamos boca y saboreémos este juego.
Quizá para el que esto suscribe, este juego tenga un carácter especial. Me refiero a que cuenta entre sus filas con Rhianna Pratchett como guionista y co-diseñadora del guión. Puede que a la mayoría no diga mucho, pero he de precisar que es la hija de Terry Pratchett, mundialmente famoso por su saga de Mundodisco, una serie de libros de fantasía medieval en clave de humor y sarcasmo que lleva décadas entreteniendo y divirtiendo a mucha gente. Hace algunos años pudimos disfrutar de tres juegos ambientados en el mundo creado por Pratchett, concretamente Discworld, Discworld 2 y Discworld Noir, todos aparecidos en Playstation. Con semejante precedente, no era difícil adivinar que Overlord iba a tener un algo propio, como así es.
Nada más empezar, ya conoceremos a los esbirros, pues corretearán de un lado a otro de nuestra pantalla incluso en las cargas. Estas criaturas nos servirán para multitud de cosas, pudiendo enviarlas a destruir una granja, matar ovejas o acabar con una horda de violentos medianos. Uno de ellos, el más viejo, nos dará las instrucciones precisas acerca de como desenvolvernos en el papel de Overlord. Los controles son muy sencillos y no tardaremos en hacernos a ellos y disfrutar. Invocaremos más esbirros conforme avancemos un poco, seremos capaces de lanzar poderosas magias de fuego que incendiarán la hierba acabando con cualquier enemigo que esté allí escondido, usaremos nuestra hacha para eliminar a los que escapen… la cantidad de opciones que están disponibles sólo en esta demo ya dan una idea de lo amplio, variado y, sobreotodo, divertido que puede ser este juego.
Todo está estructurado en clave de humor, humor negro, por supuesto. Los esbirros son crueles hasta lo absurdo (de eso se trata), los humanos y demás criaturas están retratados como tontos o simples, en un mundo donde todo es aburridamente idílico y carente de una maldad verdadera como la que encarnamos. El anterior Overlord fue vencido por héroes que no tenían otra cosa que hacer que vencerle, y a nosotros nos toca ahora reconstruir las ruinas de lo que fue la fortaleza, a la que tenemos un acceso limitado por los escombros. Necesitaremos del mundo mortal para reconstruir nuestro imperio malvado y extenderlo, y será placentero hacerlo. Si el planteamiento de este juego os parece curioso, tenéis razón, y se nota que bebe de buenas fuentes puesto que, aparte de la labor de Rhianna Pratchett, encontramos una similitud más que evidente con títulos del pasado, como viene a ser Dungeon Keeper.
Gráficamente no sorprende, incluso podría decirse que es un juego de la anterior generación un poco mejorado. Es posible, pero algunos detalles desmienten eso. Para empezar, las texturas y animaciones de los personajes son más que notables, así como la decoración de los ambientes pastoriles que podremos apreciar en la demo. Muchos elementos destruibles (una granja, muchas calabazas, flores, ovejas…), entornos diseñados para recalcar la naturaleza paródica y humorística de este título que cumplen a la perfección pero que quizá andan algo parcos de calidad en sus texturas, un tanto desiguales. Las animaciones son sencillas pero resultonas, siendo de mejor calidad en los propios esbirros. Por tanto, es un producto de esta generación, pero se nota que ya tiene un tiempo, aunque, según las propias palabras de sus desarrolladores, nos llegará con mejoras gráficas, aparte de algún que otro extra añadido y exclusivo de Playstation 3.
Sonoramente destacar que viene íntegramente doblado al castellano. Las voces de los esbirros son divertidas y casan a la perfección con las belicosas y depravadas criaturas a las que representan. Los humanos también hacen buen papel, en este caso un tanto más tontos en su entonación, como para aseverarnos que nosotros, como Overlord, somos mucho más inteligentes que ellos. La música acompaña, épica con tintes oscuros, puesto que encarnamos al mal que vuelve a pisar el mundo.
En definitiva, la demo de Overlord: Rising Hell ya ofrece buenos atisbos de lo que es su mejor punto: la jugabilidad, la diversión y la diversidad de nuestras acciones, así como la originalidad y calidad de su planteamiento, resultando un producto del que Playstation 3 ahora mismo carece: el rol de estrategia. Por todo ello, estad bien atentos a vuestras tiendas el próximo mes de junio y, mientras, hacedle un hueco a esta demo en vuestros discos duros.