Más allá de que el skateboarding en general ya no esté en su punto más álgido, como sí lo estuvo a finales de los 90 y a principios de los 2000, OlliOlli World quiere llegar al mercado para demostrar que las patinetas y sus mecánicas aún tienen mucho más para dar en la industria.
Tras dos exitosos lanzamientos, la saga se encumbra hacia su futuro con un nuevo título que no solamente se centra en hacer los movimientos más espectaculares y visualmente impactantes con un skate, sino que también nos obliga a explotar la profundidad de sus escenarios, apostando por una jugabilidad en 2.5D que enriquece el gameplay.
Tomando como base una demo que nos llevó hacia los dos primeros mundos del juego, aquí te dejamos nuestras impresiones de OlliOlli World:
Un apartado visual que calza perfectamente con la jugabilidad.
Si bien, OlliOlli World no es visualmente espectacular comparado a otros juegos de esta generación, su apartado artístico está excelentemente dirigido para que transmita lo que el título necesita; una sensación de dinamismo, libertad y fluidez a medida que pasas por los niveles del juego.
Aunque solo pude jugar unas escasas dos horas y media, incluyendo su tutorial, este juego no desluce gráficamente en ningún momento, utilizando una paleta de colores que te permite distinguir al personaje sin tener que estarlo viendo directamente todo el tiempo, algo fundamental para los juegos de plataformas.
Los elementos decorativos y de fondo le dan ese toque extra que les da vida a los escenarios, pero sin distraernos ni confundirnos del objetivo principal, patinar e intentar lograr la mejor puntuación, ya sea por el suelo, raíles o en las paredes.
OlliOlli mantiene su esencia, pero profundiza en detalles.
Esta nueva entrega no renuncia a su esencia arcade, pero sí que se atreve a profundizar, nunca mejor dicho, en algunos conceptos; añadiendo la profundidad a sus escenarios 2.5D para ampliar el abanico de posibilidades jugables en sus niveles.
Más allá de que el núcleo del gameplay sigue siendo desplazarnos lateralmente y hacer la mayor puntuación posible con las combinaciones de trucos más alocados; los desarrolladores han dado otros motivos para disfrutar a los jugadores, como la exploración de los escenarios.
OlliOlli World incita a la rejugabilidad de cada nivel llevando a los jugadores por distintos caminos, que además de ceñirse por el clásico ‘arriba y abajo’, ahora también cuenta con la posibilidad de ‘adelante y atrás’, para decidir que rumbo tomar en un punto concreto del nivel.
Dependiendo del camino que escojas, podrás encontrarte monedas, objetos y NPCs que hasta te llevan a la puerta de un nivel secreto; recompensando al jugador de distintas maneras para incitar esa búsqueda de nuevos elementos en cada escenario.
Combinar rutas alternas y cambios de dirección con los clásicos desafíos de alcanzar una cierta cantidad de puntos o hacer un determinado truco; nos demuestran que la ambición de los jugadores no se ciñe solamente a lo visual, sino también a lo jugable.
Más frenético, profundo y personalizable.
A esa profundidad y frenetismo que ya hemos mencionado se le suma otro factor muy importante para los juegos en la actualidad: Opciones de personalización para el personaje.
Los jugadores podrán hacer que su personaje tenga un estilo único eligiendo trajes, zapatos y accesorios que le darán una identidad propia; ideal para que el jugador se conecte aún más con su avatar y sienta inquietud por ver cómo lucen los personajes de sus amigos.
La modernización del estilo visual y la ampliación de las opciones de personalización lo convierten en un título muy apetecible a simple vista para los nuevos jugadores; por lo que le auguramos un buen futuro al juego dentro de la escena indie de este año.
Eso sí, todavía queda por ver cómo Roll7 logra darle aún más variabilidad a los niveles subsecuentes para que la experiencia no se vuelva repetitiva con el paso de las horas, y también ver cómo abordan la elevación de la curva de dificultad para hacerlo cada vez más desafiante.
Si todos esos factores se alinean correctamente, no me queda duda de que OlliOlli World se deslizará a toda velocidad hacia al éxito.