Si algo afecto a la relación entre la saga de Need For Speed y sus más veteranos fans, fue el cambio radical que sufrió la saga al llegar a la anterior generación y el nuevo aire del tuning, carreras callejeras… en fin, alejarse de lo que siempre había marcado la serie, que eran, en esencia, la velocidad en increibles carreteras, huidas de la policía, bloqueos y choques.
Parece ser que los chicos de Criterion, han sabido llevar esa vieja esencia a un nuevo escalafón, más actual y revivido. Porque es así, Need For Speed ha vuelto (para muchos no llegó a irse) con esos rasgos que ya hemos citado y que personalmente, hacían falta ya últimamente.
Por si alguien no lo sabe o no recuerda, el estudio de Criterion son nada más y nada menos los creadores de Burnout, y a eso huele precísamente en cada rincón del juego.
Para empezar, el apartado gráfico es sobresaliente, y lo nombraríamos las veces necesarias, porque es increible el acabado del juego. Es muy limpio y está tan increiblemente detallado, que la simple carrera con otros adversarios disponible en la demostración, pueden hacer que os quedéis con la boca abierta. El horizonte es muy lejano, y los detalles no disminuyen por muy allá que miremos.
No es sólo la limpieza de la pantalla, sino el detalle que otorga el increible motor de iluminación, hace replantearse a muchos juegos si de verdad están acabados. La luz del día es totalmente natural, y por la noche, la carretera está alumbrada por los faros de los coches (gracias que se ha corregido la poca visibilidad del último Burnout). No sólo eso, las luces de los coches también iluminan la pista y el dinamismo que otorgan junto a los focos de los túneles sobre la carrocería de los coches al pasar está muy cuidada.
El acabado de los coches es increiblemente bueno y podemos diferenciarlos perfectamente y casi creer que son reales. Podemos cambiar el color de los bólidos antes de la carrera y una voz en segundo plano nos explicará detalles sobre el modelo elegido.
Pasando al apartado jugable, se nota mucho la mano de Criterion. En esta edición se abandona la idea de retocar los coches e incluso se aleja del estilo arcade y se acerca un poco a simulación. Los coches no son fáciles de manejar a altas velocidades y cuesta bastante girar bien sin dar en los laterales de la carretera. Si decidimos jugar como policías, tenemos la opción de usar los botones digitales para pedir helicópteros, bloqueos o tirar trampas para pinchar los neumáticos de los fugitivos.
Pero si hay un aspecto que ha heredado directamente de la saga Burnout, son los accidentes. Cuando chocamos contra un coche podemos desviarlo a la cuneta, pero si le dejamos sin vitalidad (en el caso de jugar como policías) el coche sufrirá un asombroso accidente, rayándose, boyándose y soltando chispas por allí por donde se arrastre. La cámara volverá a enfocar nuestro coche y tranquilo, no nos accidentaremos mientras veamos la secuencia de choque.
Como hemos dicho, la jugabilidad está muy depurada, y no será nada fácil ganar una carrera ya que nuestros adversarios no son precísamente malos, pero además se añade la posibilidad de usar el óxido nitroso, y hay que saber usarlo perfectamente para sacarle el máximo provecho y ganar carreras. Como se suponía, este óxido es finito, y tendremos que recargarlo mientras corremos haciendo derrapes o conduciendo en dirección contraria. Es muy efectivo para adelantar y para salir de las curvas.
Las carreras no se hacen nada monótomas porque no se parecen entre sí aunque las hagamos en la misma pista. Además, la música acompaña en todo momento y creemos que es un punto a favor la selección de canciones que se ha hecho, muy marchosa y actual, que incita a quedar el primero (no la acosejamos para la conducción real, por si acaso). Además, el menú tiene una estética muy limpia y con tonos azules oscuros que la hacen bastante apacible a la vista.
Como último apunte, tenemos la posibilidad de jugar contra nuestros amigos en el sentido de los tiempos. Cuando terminemos una carrera, nuestro tiempo quedará guardado y comparado con el de nuestros amigos, subiremos puntos en nuestro nivel de policía o fugitivo y se nos mostrará si hemos batido a alguien, si queremos que se haga público, y cual es el siguiente tiempo a batir.
En general, un juego que vuelve a sus orígenes y que muchas veces no es bueno, pero aquí es un gran acierto debido a la poca expectación que levantaba cada nueva edición de Need For Speed, y que creemos que satisfará a muchos y a los menos convencidos.