Impresiones Metal Gear Solid V: The Phantom Pain

Nueve años en coma, arrebatado de todo aquello que poseía y abandonado a su suerte en una tierra hostil. Os contamos nuestras impresiones sobre la nueva epopeya del mejor soldado del mundo.

Aceptémoslo, el E3 de 2013 ha terminado y con él un buen número de imágenes y nombres han quedado grabados a fuego en nuestras retinas. Títulos de todos los géneros y para todos los gustos, nuevas IPs, viejas franquicias y la sensación de que la nueva generación de consolas ya está aquí, es tangible y más pronto que tarde desbancará a la que actualmente se asienta en nuestros salones.

Los tiempos cambian, las sagas y géneros van y vienen, pero si hay algo que hasta ahora prevalece es la pasión que genera en el sector dos nombres que ya hace más de 25 años van de la mano: Hideo Kojima y Metal Gear Solid.

La demostración técnica de FOX Engine con Ground Zeroes y posteriormente con el “apócrifo” The Phantom Pain sorprendió a propios y extraños gracias a un motor cuyos modelados, texturas y sobre todo iluminación amenazaban con sobrepasar el techo técnico de PlayStation 3. Desde que Big Boss escalara aquel angosto acantilado cubano allá por agosto del año pasado, ríos de tinta han corrido sobre la nueva iteración de la franquicia y un más que probable salto –o en todo caso una versión sensiblemente mejorada- a consolas de nueva generación.

Haz Click para ampliar

El E3 no pudo empezar mejor para los fans de la saga. Microsoft necesitaba una carta maestra que paliara el desastre que se avecinaba y para ello no dudó en contar con el genio nipón como maestro de ceremonias que inaugurara su presentación en la feria angelina. Metal Gear Solid V: The Phantom Pain se mostraba en exclusiva para horas más tarde regresar en formato multiplataforma en forma de un tráiler extendido que ampliaba aun más la información liberada durante la conferencia inicial. Y desde luego no dejó indiferente a nadie.

Tras sobrevivir al infierno de la jungla de Tselinoyarsk, tras resurgir del ostracismo en San Jerónimo y reivindicarse años más tarde en Costa Rica, la GDC de 2013 terminaba de juntar las piezas del puzle argumental diseminadas por Metal Gear Solid: Ground Zeroes y el extravagante The Phantom Pain, título del desconocido Joakim Mogrem y Moby Dick Studios.

El reconocido como “el mejor soldado del mundo”, el héroe que evitó el inicio de la Tercera Guerra Mundial, el apátrida que renegó de su bandera para convertirse en un mercenario errante. Miles de vivencias condensadas en un único ideal, la visión de un mundo donde los soldados tuvieran su lugar. Sin políticas, conspiraciones o traiciones. Sin rencores ni ataduras de ningún tipo. Sin patria o fronteras.

[videolpo]6898[/videolpo]

Militaires Sans Frontiéres, un paraíso para los soldados construido sobre la interpretación del legado de The Boss por Kazuhira Miller y Big Boss, encuentra su final durante el denominado prólogo de Metal Gear Solid V, Ground Zeroes. Al igual que ocurriera en su día con el capítulo del carguero en Sons of Liberty y en menor medida con la Misión Virtuosa en Snake Eater, Kojima nos propone una ruptura argumental para dividir su juego en dos partes bien diferenciadas.

El tráiler de presentación de Ground Zeroes en agosto del pasado año nos planteaba en su cénit el inicio de una misión rutinaria en el día a día de Big Boss, cuya meta no obstante no carecía de un significado personal. El grupo armado XOF iniciaba su operación y el denostado soldado aprovechaba la reducción de personal para infiltrarse en el campamento Omega en busca de Chico y Paz.

Más allá de intrigas, caballos de Troya y las dosis de misterios y referencias cruzadas que tanto gustan al bueno de Kojima, no fue hasta la presentación oficial de Metal Gear Solid V: The Phantom Pain durante la GDC cuando por fin ambos proyectos se unían en un nexo en común. El grupo norteamericano Garbage ponía el telón de fondo con su tema “Not your kind of people” y en cinco maravillosos minutos presenciábamos el eje que haría rotar toda la maquinaria del próximo título de la franquicia: la caída de Mother Base a causa del ataque sorpresa de XOF y el despertar de Big Boss tras nueve largos años en un profundo coma.

Haz Click para ampliar

El tiempo no se detiene por nadie, pero las viejas costumbres se mantienen inalteradas. Viajamos a 1984, a un mundo que empieza a vislumbrar el final de la guerra fría, pero cuyos últimos coletazos sin embargo continúan abriendo frentes a lo largo de distintas regiones. La invasión afgana por parte de Rusia y las políticas frontales de Jimmy Carter y posteriormente de Ronald Reagan convierten a oriente medio en un auténtico polvorín donde los servicios de inteligencia de ambos bandos disputan su particular juego de tronos.

El tráiler inicial –horas más tarde aparecería una versión extendida del mismo- presentado durante la conferencia de Microsoft del E3 2013 nos ponía en cantinela con Big Boss regresando de entre los caídos a lomos de un caballo andaluz en compañía de Ocelot. Ni la edad, ni las pérdidas acumuladas, ni las numerosas heridas físicas y mentales que arrastra desde que 20 años atrás acabara con su mentora han logrado acabar por completo con el espíritu combativo de un viejo perro de guerra que tras morder el polvo una vez más está dispuesto a levantarse y luchar.

Desde su paso por el prólogo, Metal Gear Solid V: The Phantom Pain no apunta hacia tramas afables, objetivos justos o luchas humanitarias. El golpe directo a Militaires Sans Frontiéres ha avivado las llamas de la guerra entre Cipher y Big Boss hasta su punto álgido, dejando una ristra de efectos colaterales que han pasado factura a todos y cada uno de los protagonistas. La perspectiva desenfadada de Peace Walker se diluye ante unos personajes más curtidos, derrotistas y oscuros, cuya inocencia se hundió junto con los restos de Mother Base.

Haz Click para ampliar

Afganistán se presenta como un páramo hostil, azotado por la sequía y continuas y violentas tormentas de arena. La primera panorámica de The Phantom Pain muestra la desolación a la que nos enfrentaremos, dibujando un auténtico infierno de arena, piedras, ruinas y pequeñas zonas urbanas diseminadas en un inmenso valle. Una región carente de oportunidades donde el conflicto nace y vive, pero nunca muere.

El interminable dibujado del horizonte del nuevo título de Kojima será tan impresionante como asolador. Somos una mota de polvo en un desierto kilométrico por lo que rápidamente comprenderemos que desplazarse a pie no es una opción y contar con un medio de transporte alternativo se tornará vital para avanzar. De este modo, la base de infiltración de la franquicia se redefine ante la amplitud propuesta; asegurar una vía de entrada será tan importante o más que disponer de una ruta de escape.

Caballos, camiones, todoterrenos, vehículos blindados… las llanuras ofrecerán todo tipo de opciones siendo imperativo saber cuándo y cómo utilizar cada una de ellas. La seguridad de una tanqueta quedará en evidencia ante su tamaño, fácilmente detectable por el enemigo. Del mismo modo viajar en caballo será más lento, pero a su vez nos ofrecerá rutas más angostas y una infiltración más silenciosa.

Haz Click para ampliar

Sea como fuere, los prismáticos se convertirán en uno de nuestros principales aliados a la hora de planear los asaltos. Trepar a lo alto de una colina nos recompensará con una vista de pájaro desde la que podremos visualizar la disposición del escenario así como las rutas de patrulla de los soldados enemigos. Asaltar sus instalaciones a pecho descubierto no será una buena idea, requiriendo del sentido común a la hora de hacer frente a las situaciones que se nos plantean.

Esperar unas horas a que caiga el sol nos brindará el abrigo de la noche, del mismo modo que perder excesivo tiempo durante una operación nocturna terminará por destruir nuestro plan de huida a causa de la llegada del alba. Las comunes tormentas de arena afganas reducirán la visibilidad hasta el punto de permitirnos desplazarnos en vehículos pesados mientras circulamos a escasos metros de las tropas enemigas sin levantar las sospechas. Igualmente podremos acceder a variantes alternativas como escondernos en la parte trasera de camiones civiles para sortear controles a pie de carretera.

En general, el repertorio de opciones de Big Boss se ve perceptiblemente incrementado sin necesidad de variar la base clásica de la saga, algo a lo que ha contribuido una considerable mejora de las animaciones. Nuestro personaje es más consciente de todo aquello que le rodea y reaccionará en consecuencia siendo sus actuaciones más detalladas y convincentes. Animaciones como asomarse, agacharse o lanzarse al suelo tomarán un dinamismo más profundo interactuando según la situación, cubriendo su rostro del viento o el sol, acercándose de una manera más natural a esquinas o apretándose mejor contra las paredes. Entre los ejemplos más claros podemos destacar uno de los momentos críticos de la misión, donde un instante antes de ser descubierto por un foco de luz el mítico soldado se arroja a la desesperada al suelo para tratar de alcanzar una cobertura que evite su detección. Otras acciones como trepar por muros poco altos y saltar entre edificios colindantes ahora tienen una animación más depurada, ampliando su funcionalidad para cubrir mayores distancias en ambos casos. El CQC también evoluciona para mostrar una mayor adaptación al entorno, permitiéndonos interactuar con el enemigo con mayor naturalidad, desarmándolo y utilizando sus propias armas contra ellos en un sencillo pero veloz gesto.

Haz Click para ampliar

FOX Engine se mueve con pasmosa suavidad, trabajando con unos diseños poligonales soberbios mientras batalla con físicas, efectos y texturizados de infarto sin inmutarse lo más mínimo. En este aspecto cabe destacar el gran rendimiento a nivel de iluminación donde los ciclos de noche y día serán reproducidos a un nivel fotorrealista, siendo un auténtico espectáculo visual el juego de sombras y su representación respecto a los distintos focos de luz y cambios meteorológicos.

En declaraciones posteriores, Kojima aseguraba que lo visto durante el E3 quedaba fuera del espectro del hardware actual de PlayStation 3, dejando no obstante un margen de mejora considerable en consolas de nueva generación que son capaces de mover la actual build utilizando únicamente entre un 30 y un 40 por ciento del total de su capacidad. Estas palabras, pese a significar una inevitable versión sensiblemente inferior para quienes apuesten por mantener sus consolas actuales, dan pie a especular con que lo visto durante la feria angelina es únicamente la punta de un iceberg de dimensiones inconmensurables que más pronto que tarde irrumpirá en las consolas que están por llegar.

[break=Página 2]

Tramas, giros argumentales, cameos y continuos retcons. La obra de Hideo Kojima se divide en dos bloques argumentales separados entre las vivencias de Big Boss y Solid Snake. Dos sombras separadas en puntos opuestos de un mismo espectro que tarde o temprano deben cruzarse.

Han pasado 20 años desde que Big Boss acabara con la pesadilla de Groznyj Grad y poco más de 12 desde que el proyecto Les Enfants Terribles diese a luz a las serpientes gemelas. La década de los 80 profundiza cada vez más en las heridas de aquellos que se enfrentaron a Volgin y el Sagohod, y a su vez riega los traumas de una nueva hornada de héroes que pronto se verán arrastrados a la contienda.

Pero no adelantemos acontecimientos. El conflicto de oriente medio cuenta con nombres y alias propios. Viejos conocidos, recién llegados y cómo no, nativos que han visto como su tierra se convertía en un yermo baldío donde una vida no vale ni el precio de una bala.

Haz Click para ampliar

El tráiler extendido da buena muestra del cierre del hilo argumental de Peace Walker en un rápido repaso a los eventos previos a Afganistán contando con la aparición de personalidades como Chico, Paz o Huey Emmerich. Estos personajes, que de una manera u otra concedían un halo de bondad al título predecesor, se convierten en trágicos protagonistas del cambio de rumbo radical hacia una ambientación mucho más cruda, siendo partícipes de algunas de las escenas más duras de la cinemática.

El retorno de Ocelot, en su papel del tirano Shalashaska que sembró el terror entre los muyahidines deja un buen número de tomas donde la tortura toma un protagonismo mayor de lo habitual. Aliados o enemigos, la línea que separa la cordura de la locura desaparece por completo en una auténtica demostración de sadismo que en ningún momento logra cambiar un ápice el severo gesto de un Kazuhira Miller cuyo viaje al infierno ha fracturado su personalidad hasta el extremo de convertirlo en un hombre completamente distinto.

No se trata de naciones, ideologías, justicia, honor, poder, amor, paz o el futuro; sólo es por venganza. Las acciones de Cipher más allá de mutilar el ego y los cuerpos de Big Boss y Miller dejan en su alma una profunda herida que jamás cicatrizará. Ambos dirigentes de Militaires Sans Frontiéres se postulan así, nueve años después, en el nuevo eje central sobre el que rotará toda la trama de Metal Gear Solid V.

Haz Click para ampliar

Revenge Miller y Punished Snake, dos apéndices en los clásicos nombres en clave que describen a la perfección el nuevo estado de ambos personajes. La figura de Cipher quedará una vez más dibujada como un ente intocable siendo su alter ego en el frente el comando XOF, conformado por “aquellos que no existen” y liderado por el misterioso Skull Face, el fantasma sin pasado.

Como suele ser costumbre, un buen número de secundarios harán acto de presencia para aportar su granito de arena al desarrollo de la trama. Huey Emmerich, padre de Otacon, regresará en su rol de apoyo moral y tecnológico tras lograr con sus avances en mecánica crear un exoesqueleto bipedal que le permite andar.

La clásica imagen del francotirador, icónicamente representada soberbiamente por Sniper Wolf, The End y en menor medida por Crying Wolf cae esta vez en manos de Quiet, una francotiradora privada de sus palabras. Junto a ella, se incorpora Code Talker, un misterioso anciano que renegó de su patria y cuyo rol todavía no ha sido definido.

Haz Click para ampliar

Pero si hay un personaje que ha logrado levantar en pie de guerra a los seguidores de la franquicia, sin duda ha sido Eli. Un niño de aproximadamente 12 años, rubio y con pose chulesca, catalogado como “un joven que maldice su destino”. Un gran número de referencias cruzadas entre el tráiler y los distintos juegos de la franquicia apuntan –no sin pequeños desatinos argumentales- a que este nuevo personaje podría tratarse de un pre-púber Liquid Snake. La pasión de Hideo Kojima por los cameos y sobre todo por rescribir continuamente el pasado de los personajes y el hecho de que históricamente sea la fecha idónea para que empiecen a producirse cruces de caminos entre ambas generaciones, de una manera u otra, abren la veda no solo para Eli, sino para la llegada de otros iconos de la franquicia.

Con Afganistán y en general Oriente Medio confirmados y lo que parecen pequeños trazos de las colonias británicas en África, únicamente el marco temporal que abarque Metal Gear Solid V: The Phantom Pain y la mano del genio nipón dictarán quiénes tienen el honor de toparse con Big Boss durante la historia.

No es baladí la pasión que Hideo Kojima siente por el cine “made in Hollywood” siendo la franquicia Metal Gear desde su mismo nacimiento un espejo sobre el que se han ido reflejando de una manera u otra algunos de los filmes más representativos de la década de los 80 y principios de los 90. Posiblemente una de las sorpresas de los últimos meses haya sido la internacionalización de Kojima Productions, que abría su primer estudio fuera de la tierra del sol naciente para asentarse en la ciudad de Los Ángeles.

Haz Click para ampliar

Los últimos viajes de Hideo Kojima han granjeado todo tipo de acuerdos y colaboraciones con actores y directores de la meca del cine, siendo de hecho una de las inclusiones más importantes –y a la vez polémicas- la inclusión de Kiefer Sutherland como actor de captura facial y nueva voz de Snake en detrimento del veterano David Hayter, cuyo icónico timbre lleva representado tanto a Solid Snake como a Big Boss desde 1998.

Pero más allá del intercambio de ideas, cameos o las nuevas voces, es en Los Angeles donde se está desarrollando una de las piedras angulares del futuro Metal Gear Solid V: su vertiente online. Tras recalar tímidamente en Metal Gear Solid 3: Subsistence y posteriormente terminar de asentarse gracias al salto generacional con Metal Gear Solid 4: Guns of the Patriots, Metal Gear Online regresará como una parte vital de la quinta entrega.

La presente generación de consolas ha supuesto la total integración de todo tipo de modos online en la mayoría de títulos, aspecto en el que los estudios occidentales se han mostrado especialmente competentes. Adictivos modos multijugador han poblado los distintos géneros, balanceándose a la perfección entre la cooperación y la competitividad para regar los servidores mundiales con centenares de miles de jugadores que han destinado decenas de millones de horas en conjunto a esta variante de juego.

Haz Click para ampliar

La aplastante superioridad occidental en este ámbito no ha pasado desapercibida por Hideo Kojima que lejos de pecar de arrogancia, tomar las riendas y buscar una competitividad que podría haber resultado contraproducente, ha cedido Metal Gear Online a Los Ángeles para concentrar al equipo de Tokyo única y exclusivamente en el desarrollo de la campaña de The Phantom Pain.

Pero no todo el contenido online quedará separado por la infranqueable barrera de dos títulos que conviven en un mismo Blu-Ray. Al igual que ocurriera con Metal Gear Solid 4, Kojima tiene en mente ampliar su obra con contenido descargable secundario prestándose el nuevo estilo del mundo abierto a una continua revisión que iría más allá de simples trajes o canciones. Una de las principales razones por la que el maestro nipón se decantó por la enorme extensión del género sandbox es la inclusión de una característica tan prometedora como el contenido de comunidad.

Oriente medio, por la amplitud de su terreno, se entregará totalmente a la creatividad de sus fans, que de forma similar a lo visto en Infamous 2 podrán desarrollar sus propias misiones secundarias y compartirlas con el resto de jugadores del mundo –incluso mediante dispositivos externos como tabletas o smartphones-, ampliando de este modo una experiencia que ya de por sí promete ser tan amplia y satisfactoria como impactante.

Haz Click para ampliar

Y es que todo lo visto durante E3 deja en nosotros un regusto dulce y sobretodo la sensación de que el navío está listo y viento en popa se dirige sin demora alguna hacia su destino. Metal Gear Solid V: The Phantom Pain es ya una realidad prácticamente tangible y sólo el tiempo –indeterminado aún por desgracia- nos separa de lo que promete convertirse en uno de los títulos más emblemáticos de la próxima generación de consolas.