Impresiones Final Fantasy XIV: A Realm Reborn (PS4)

Ricardo Fernández · 29 diciembre, 2018
Eorzea se viste de gala en PlayStation 4

El día 22 de febrero tuvimos la oportunidad de probar durante un par de días la beta abierta de Final Fantasy XIV: A Realm Reborn en la nueva consola de Sony. O lo que es lo mismo, en PlayStation 4. El título se prepara para asaltar la actual generación el 14 de abril y lo hará con los parches de actualización aparecidos hasta el momento que, para los nuevos jugadores, supondrá todo un aliciente a tener en cuenta a la hora de sopesar su compra.

El juego de rol masivo lleva la friolera cifra de más de 1.8 millones de suscriptores en conjunto con la versión PC y PlayStation 3, unos números nada despreciables tal y como se encuentra actualmente el mercado de los mmorpg. Esto demuestra, una vez más, que no es necesario tirar del formato free-to-play recortado y con tienda virtual para ofrecer un producto que enganche y que incite a jugarse. Los jugadores de PlayStation 3 estuvieron años en la sombra, ninguneados por Square Enix y su promesa de traer Hydaelin a su consola con chip Cell se perdió en el limbo. No fue hasta la llegada de Naoki Yoshida que la consola de Sony pudiera tener entre sus tripas el disco Blu-ray que contenía Final Fantasy XIV: A Realm Reborn. Tardó, pero lo bueno se hizo esperar.

Tirando de librillo del género nos encontramos, tal y como os contábamos hace unas semanas en nuestro especial mmorpgs, con que hasta ahora la consola contaba con tan solo tres exponentes del género. DC Universe Online se quedó en un discreto mmorpg que no aprovechaba en absoluto el potencial de PlayStation 3. Defiance, el primer intento de Trion Worlds por llevar los juegos multijugador masivos de rol a consolas, demostró que se podían hacer bien las cosas, pero aun así dejaba en evidencia al hardware de Sony. Tuvo que ser Square Enix con el título que nos atañe la que demostró la potencia bruta de PlayStation 3 para ejecutar juegos de semejante envergadura.

Durante los días otorgados para probar la beta de la versión PS4, pudimos realizar diversas comparaciones con la versión de PC. Si con la consola de pasada generación la desarrolladora nipona realizó un port excepcional, no os podéis imaginar cómo será la que nos espera en la actual generación. Tampoco os vamos a descubrir ahora la rueda o el fuego, el software que está por llegar es una copia casi exacta de la versión para ordenadores.

Gráficamente va más allá de PlayStation 3 y se codea de tú a tú con la original aparecida en PC. La resolución ha aumentado para funcionar a Full HD 1080p. Esto quiere decir que se acabó la pobre y nada favorecedora visión a baja resolución del entorno que ofrecía PlayStation 3 y que, en un juego con tantos detalles como este, desmerecía en demasía. Otra de las novedades es que el título ofrece una tasa estable de 30 fps que podrá subir hasta a 60 si no nos encontramos en zonas con una alta carga poligonal y de datos como, por ejemplo, alguna de las ciudades principales o Revenant’s Toll.

Los jugadores de PC -como un servidor- tendrán en la versión de PlayStation 4 su mejor aliado por varias razones. La primera y más importante es por el uso del botón Share. Quizás pueda parecer algo banal y que no aporte nada que no se haya visto desde un punto algo alejado del mundillo mmorpg, pero es en realidad una herramienta muy útil. Esta opción permitirá a los miembros de un clan poder visualizar en todo momento el avance del grupo en una mazmorra o incluso explicar a los reservas cómo se hace algún jefe en concreto gracias a su retransmisión en directo vía Twitch o UStream.

La segunda será gracias a que Final Fantasy XIV: A Realm Reborn para PS4 acepta cualquier tipo de ratón y teclado USB (incluso inalámbrico) para poder jugar. Al conectar el teclado podremos elegir entre movimientos WASD e interfaz original o dejarlo simplemente como herramienta de chat y seguir manejando el mando. Por ejemplo, en mi caso me vendrá bien para dejar el ordenador libre y poder conseguir más trofeos en PlayStation Network sin tener que lidiar con el control por pad. Será lo mismo que utilizar el PC.

Lo único que no se pudo probar en esta pasada beta fue el esperado Remote Play utilizando una consola PlayStation Vita. En teoría los controles se adaptarán a la portátil y con ello controlar el videojuego de una manera algo más cómoda. Sin duda es una opción interesante que no estaría mal echarle un ojo una vez esté disponible. Evidentemente dudamos que se pueda controlar perfectamente un videojuego que requiere de tantos botones, pero para tareas como la recolección o fabricación de objetos puede ser un punto a favor.

Dado que en esta primera beta no pudimos probar mucho más que las primeras pinceladas del juego original, no hemos podido comprobar al detalle qué tal funcionan las mazmorras, raids o zonas específicas de historia algo avanzadas. El 4 de abril será posible transferir nuestros personajes de PS3-PC a la beta, con lo que ya se nos permitirá realizar todas estas comparaciones y comprobar, de primera mano, buena parte del contenido total que estará disponible el 14 de abril.

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