[El texto puede contener spoilers de los argumentos del primer Bioshock e Infinite] Lo reconocemos, cuando se acercaba el desenlace de Bioshock Infinite albergábamos alguna esperanza de que se interconectara de alguna manera con el mundo de Rapture, la otra gran obra maestra salida de la cabeza de Ken Levine esta generación. Lo que menos esperaba era que se pudiera marcar un epílogo tan sumamente colosal como el que nos regaló. Casi un cuarto de hora en el que observar por medio de escenas cinemáticas cómo se entrelazaban historias, en uno de los finales más ambiguos que recordamos desde la película Origen.
Esta unión de universos de Bioshock dejó patente que cualquier conexión podía ampliarse mediante el contenido descargable que seguiría a la entrega original. Panteón Marino – Episodio 1 nos mostrará los orígenes de Rapture antes de su colapso. Los acontecimientos transcurren el 31 de diciembre de 1958 -recordemos que Infinite tenía lugar en 1912-, fecha muy especial en la cronología de Rapture como sabréis quienes hayáis jugado las dos entregas submarinas. Tomamos nuevamente el control de Booker DeWitt, quien recibe en su oficina de detective el encargo de una apuesta dama que atiende al nombre de Elizabeth. Pese a que el jugador conoce de sobra el nombre de ambos personajes, no parece que ellos sí se conozcan en este universo alternativo.
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La premisa de Elizabeth es clara: necesita las habilidades detectivescas de DeWitt para encontrar a Sally, una niña que desapareció en extrañas circunstancias. Booker rechaza el encargo en una primera instancia, asegurando que está muerta. Elizabeth reafirma su teoría de que solamente está perdida y este será el punto de partida de una historia que tendrá elementos de ambos universos de ficción. Nada más salir de la oficina de DeWitt veremos cómo era la ciudad de Rapture en su esplendor, luminosa, viva, y con esa belleza de las cristaleras que otorgan unas vistas al fondo del mar que son de los escenarios más bellos que se han visto en la historia de los videojuegos. Personalmente siempre nos gustó más la ambientación de Rapture, y poder volver aquí es motivo más que suficiente para justificar la adquisición de este DLC en una fecha aún por determinar de lo que resta de 2013.
Hay que dejar claro que este contenido descargable no es simplemente un regreso a Rapture con otros protagonistas (hay que recordar que Elizabeth será un personaje jugable en el Episodio 2 que cierra esta trama). Para no desvelar excesivos detalles, se intercalan elementos de ambas franquicias, e incluso personajes, con Fontaine o Sander Cohen entre otros. Si la introducción nos mostraba una Rapture en su auge, el comienzo de la fase jugable como tal, cuando empuñamos el arma en combinación con los plásmidos para acabar con los personajes que más tarde serán los splicers de los dos primeros BioShock nos enseña precisamente los primeros atisbos de la caída de Rapture, de como esa ciudad utópica en la que no se buscaban ni reyes ni dioses, solamente hombres, se traicionó a sí misma.
El esquema de control se mantiene intacto, con el lado izquierdo superior del mando para los plásmidos y el derecho superior para las armas de fuego. La dificultad de este contenido descargable será bastante desafiante. Pese a jugar en dificultad Fácil se observa que la munición escasea bastante, lo que hará del componente de la exploración la clave, aún más si cabe que en la historia original, con el hándicap de la oscuridad, que hace que los diferentes elementos no se observen muy bien desde la distancia.
Como sucedía en Infinite, Elizabeth será nuestra acompañante, y al igual que hacía allí, nos ayudará a su modo en las batallas, lanzando diferentes elementos como EVE (que rellena la barra de uso de plásmidos), botiquines si nuestra vida está próxima a agotarse o munición para las distintas armas. Sin embargo ahí no acabará su aportación. A partir de un momento determinado del argumento de Panteón Marino – Episodio 1, será capaz de abrir sus desgarros, que traen distintos elementos de otros universos paralelos (maquinas, torretas, botiquines y demás utensilios que aparecían en estas fases de Infinite. Incluso será capaz de hacer aparecer ganchos de carga, pues el uso del Skyhook -Air Grapple en este universo- estará presente, y no faltarán tampoco los combates por los raíles, tan frenéticos como en el original.
Según nos comentaron, la duración estimada de este DLC explorando a fondo es de unas tres horas. Nosotros fuimos capaces de terminarlo en aproximadamente hora y tres cuartos explorando lo justito. No os vamos a contar detalles argumentales, pero sí os podemos adelantar que el final de este contenido descargable es tan sorprendente y adictivo como el propio de Infinite, dejándonos de nuevo boquiabiertos y esperando con ganas podernos poner a los mandos del Episodio 2 para ver cómo se resuelve todo.
Como hemos dicho antes, cualquier amante de la ambientación de Rapture tiene en este DLC motivo más que suficiente para conocer la otra cara de la ciudad, aquella que pretendía ser una utopía, más bella si cabe tras ser reconstruida con el motor de Infinite. Aquellos que se incorporaran con Infinite, o que esa sea su entrega predilecta, disfrutarán con la misma jugabilidad que entonces en una ambientación totalmente distinta. Un producto hecho para contentar a todas las clases de jugadores con el mismo mimo que siempre pone Levine en todo. ¡Viva Irrational Games!