Las modas van y vienen. Es algo que vemos simplemente en el tipo de ropa y de complementos que imperan cada año entre la población. Donde hace unos lustros las gafas minimalistas y las cazadoras de piel abundaban por todas partes, ahora son las gafas de pasta y las camisas de cuadros los elementos básicos para ir en consonancia con lo que la sociedad espera ver. Algo así, pero con un sentido totalmente diferente, fue lo que ocurrió años atrás con los juegos de índole musical. Empezando como un pequeño karaoke en el salón de casa, el fenómeno se expandió hasta convertirse en un conjunto total de instrumentos que trataban de meternos en el papel de auténticas estrellas del rock, convirtiéndose pronto en el centro de las reuniones sociales de los hogares.
Podríamos hablar de que SingStar fue el precursor de la idea de que la consola fuese el eje sobre el que hacer girar distendidas noches con amigos y amigas. La saga de videojuegos aparecida en PlayStation 2 en el año 2004, invitaba a cantar a pleno pulmón para tratar de hacerlo mejor que el rival que teníamos delante, pero pasando esta competición a un segundo plano en pos de la diversión y las risas que se desprendían siempre de cada serenata. Desde un recopilatorio de los éxitos del año, pasando por géneros musicales concretos con SingStar Rocks! o SingStar Pop Hits 40 Principales, hasta entregas dedicadas a grupos como SingStar ABBA o SingStar Queen.
A mitad camino de una trayectoria que duró de forma ininterrumpida hasta el año 2011 (dando el salto también a PlayStation 3 en el año 2007) apareció Guitar Hero para dar una vuelta de tuerca más al asunto. El micro ya no era suficiente, y la guitarra entraba con fuerza para hacerse con el trono de aquellas entretenidas reuniones. Con cinco botones en el mástil y una palanca a modo de rasgueo de cuerdas, el dispositivo nos lanzaba a emular los solos y los riffs que habíamos reproducido toda la vida en nuestra cabeza, pero de la forma más accesible posible. Similar a lo que ocurrió con SingStar, los popurrís de géneros dejaron paso a títulos como Guitar Hero: Aerosmith o Guitar Hero: Metallica (fantástico éste último), aunque todos las entregas que aparecieron tenían un indudable aire de rock del que no se podían desligar.
Sin embargo, se produjo una curiosa bifurcación en el camino. Harmonix, desarrolladora hasta el momento de la saga Guitar Hero, fue adquirida por MTV Games, imposibilitando de esta forma que pudiera continuar realizando videojuegos para la franquicia de Activision. Sin embargo, y mientras Neversoft relevaba a Harmonix en el desarrollo de más juegos Guitar Hero, éstos últimos empezaban otra andadura musical en el año 2008 con Rock Band. Títulos como las tres primeras entregas numeradas, AC/DC Live: Rock Band o Green Day: Rock Band, siguieron explotando unas ganas de tocar que, en paralelo a Guitar Hero, fueron alimentadas con la ampliación de los instrumentos, añadiendo la batería batería al micro y a la guitarra.
De esta forma, la época de esplendor en los videojuegos musicales alcanzó un cénit que no volvería a tocar hasta el momento. Seguramente, la saturación de títulos a ritmo en ocasiones casi semestral, unido a la fuerte competencia y a la poca innovación dentro de cada entrega, precipitó un agotamiento que fue casi tan repentino como su propio auge. Las guitarras empezaron a acumular polvo en un rincón, las baterías a molestar, y aunque seguramente siguieron amenizando de vez en cuando las reuniones sociales de muchos hogares años después, el consumidor ya había dicho que no le apetecía invertir un euro más en algo que ya había adquirido: diversión rápida sin importar ya demasiado qué tocar.
Con los nuevos anuncios de Guitar Hero Live y Rock Band 4, la pregunta parece evidente: ¿Volverá el furor por convertirnos estrellas de rock en el salón de casa? La pregunta es difícil de responder en estos momentos, aunque podemos valorar las novedades anunciadas para cada una de estas entregas, ya que justamente en la innovación y en el hecho de crear la necesidad de jugar al usuario, estará la fórmula del éxito o del fracaso de ambas franquicias.
Guitar Hero Live no ha sido únicamente el primer juego en ser anunciado, sino también el que más información ha aportado de ambas franquicias. Tal vez, la novedad más destacada -y a la vez más polémica- sea el hecho de que esas guitarras que en este momento ocupan espacio en nuestras casa, ya no van a servir de nada en las nuevas entregas. Y es que Activision y Freestyle Games (encargados ahora del desarrollo del juego) han tomado la decisión de cambiar la guitarra en aras de renovar un producto modificando para ello su mecánica habitual.
La justificación que han dado es que la disposición ahora de seis botones repartidos en tres filas y con la eliminación de los colores, hará que el público pueda llegar a conocer el funcionamiento más rápidamente, pero su dominio completo será todavía más complicado que en el anterior instrumento. Ciertamente, si la afirmación se acaba cumpliendo, sería un gran punto a favor de este resurgimiento; aunque muy posiblemente los usuarios no hagan muy buena cara cuando vean que, de todas formas, a la inversión hecha años ha poca rentabilidad se le va a poder sacar ya.
En Rock Band 4, con Mad Catz a la cabeza (la nueva distribuidora de la franquicia), sí que se ha asegurado que la compatibilidad de esta nueva entrega con los instrumentos de los anteriores Rock Band y Guitar Hero será total. De hecho, declararon que esta decisión venía dada por la poca lógica que tenía pretender que en una casa existieran dos sets de guitarras, baterías y micros diferentes. Eso sí, todavía no estaría claro que las nuevas guitarras de Guitar Hero Live pudieran usarse también en su nueva entrega.
Sobre las novedades, desde Harmonix apostarán por dar un toque personal a todo lo relacionado con la conformación de la banda de rock, aumentando la sensación de estar realmente tocando en un escenario delante de la gente. La batería podrá dar inicio a la canción, e incluso se introducirán tambores de relleno; y con la voz tratarán de hacer del juego la mejor propuesta de karaoke posible, como apunta IGN en sus primeras impresiones en exclusiva.
Pero ante todo esto, la vuelta también se produce en un escenario totalmente diferente. El factor sorpresa ya no está, y algunos de los usuarios que antes acudían a esta propuesta musical buscando una experiencia muy inmersiva, han migrado a alternativas mucho más serias que rozan casi el calificativo de software de aprendizaje musical, como es el caso de Rocksmith. Sí, también hablamos de un producto algo caro si no se cuenta con una guitarra de base, pero quien busca aprender a rasgar las cuerdas de verdad y no solo a simularlo, encuentra en la propuesta de Ubisoft la mejor alternativa posible.
Con todo, hay algo que será clave en todo este asunto, y no es otra cosa que la gestión por parte de Activision y Mad Catz de los contenidos de descarga para ambos juegos. Sabiendo que es muy complicado que musicalmente el juego de base llegue a contentar los gustos de los más que variados fans de la música, faltará ver los precios y los packs que se disponen por las canciones, y si éstas realmente pueden llegar a satisfacer la demanda del potencial público de Guitar Hero Live y Rock Band 4. Lo ideal sería un precio bajo para el juego de base con el que justificar así un desembolso posterior, pero ya sabemos que las cosas no funcionan así en el mundo de los videojuegos (y si no que se lo pregunten a Warner Bros. y a Rocksteady con el pase de temporada de Batman: Arkham Knight).
Aquí en la oficina ardemos en deseos de echarle el guante a ambas propuesta, sobre todo a la de Activision, ya que nos intriga sobremanera el funcionamiento de la nueva guitarra; aunque eso no quita para que las dudas que os hemos planteado durante el texto estén más que presentes.
Y vosotros qué, ¿seguirán acumulando polvo vuestras guitarras, o estáis preparados para llenar de nuevo el salón de vuestras casas de air guitars frente a la tele?