Dentro del mundo actual de los videojuegos, por lo general las expresiones «DLC», «Expansión», «Ampliación con contenidos de pago», etc. están bastante mal vistas por los consumidores. Contenidos que por lo general no valen lo suficiente la pena y que muchos esperan a ver al precio más reducido posible o directamente esperan a una posible edición completa del juego para tenerlos todos de golpe. Pero hay compañías que sabemos que no decepcionan y una de ellas es Bethesda. Con Fallout 3 y New Vegas demostraron cómo hacer contenidos descargables que valían la pena y esta misma semana nos ha llegado Automatron, el primero de los DLCs de Fallout 4, del que os podemos hablar más hoy después de un par de días dedicados a él.
Una vez instalado el contenido descargable, si tenéis un personaje de nivel 15 o superior recibiréis una llamada de emergencia, que es lo que desencadenará los acontecimientos de Automatron. Aparentemente, una caravana ha sido atacada y claro, como encarnamos al gran héroe de Boston, nos dirigimos al lugar. Unos robots bastante raros han atacado la susodicha caravana, matando a todo el mundo… salvo a Ada. Un robot azul, de comportamiento y voz femenina, que nos habla sobre la terrible amenaza que acecha en la zona: el Mecanista, que ha desplegado su ejército de robots asesinos por el Yermo…
Esta es la premisa argumental de Automatron que, como suele suceder dentro de la franquicia Fallout y sus misiones, comenzará planteando las cosas de un color blanco o negro. Pero a medida que avancemos y siguiendo también las líneas generales de los arcos argumentales de la saga, todo comenzará a tornarse gris y tendremos que tomar una decisión y decidir dónde está realmente la línea entre lo correcto, lo justo y los límites que deben trazarse para evitar futuras equivocaciones y amenazas…
La historia se desarrolla como un arco de misiones más, sin grandes complicaciones: descubrir el orígen de la amenaza, rastrear la amenaza, localizar la amenaza, eliminar la amenaza y como con el resto de facciones, a partir de ese punto, misiones aleatorias que podemos hacer una y otra vez.
Lo primero que se nos explicó de Automatron es que se nos daría acceso a un nuevo compañero, un robot personalizable. En realidad no es a uno solamente, sino a un montón. Ada, el robot al que conocemos al principio, se convierte automáticamente en compañero y habitante de un asentamiento. A medida que avancemos reclutaremos otro habitante personalizable aunque este no se convertirá en compañero pero, a partir de ese momento, podemos crear nuestro pequeño ejército de robots.
Así es: podemos crear varios compañeros sin tener que desechar los que ya hayamos creado y todos ellos son altamente personalizables. Un robot está compuesto en principio de torso, piernas, brazos y cabeza (salvo que escojamos un determinado torso sin cabeza). Podemos escoger entre un puñado de variedades diferentes de estas cuatro piezas básicas… que a su vez tienen, cada una, distintos niveles de personalización (blindaje frontal, trasero, accesorios especiales, etc.) diferentes y salvo en el caso de los brazos, que comparten armamento, únicos de cada pieza. Podéis imaginar la personalización del robot como un árbol con varias ramas de personalización según la pieza que escojáis, con lo que os podéis hacer una idea de la cantidad de opciones que hay.
Ojo, estas piezas no funcionan como las mejoras de la Servoarmadura que en general no tienen repercusión estética, sino que son más como las de las armas. Tienen efecto tanto en las estadísticas como en la estética general de nuestro «compañero». Puede que seas un jugador que ignora el botín de los enemigos y prefiere un robot bípedo, de dos piernas y ametralladoras láser para despachar enemigos. Puede que simplemente quieras una mula de carga y le pongas a tu robot unas piernas de oruga y un montón de mochilas (literalmente, las piezas llevan atadas mochilas a ellas) para aumentar la carga que puede llevar y no preocuparte del peso. O puede que crees una bestia con aspecto de tanque con tres patas, un cuerpo enorme y letales lanzamisiles y ametralladoras por brazos, con lanzadores de gas y minibombas atómicas en los hombros. ¡Todo vale!
La campaña principal de Automatron nos durará en torno a las cuatro o cinco horas en lo que respecta a las misiones principales, aunque depende por supuesto de nuestro nivel y equipo que podamos completarlas sin problemas. El atractivo principal del DLC es crear un robot a nuestra medida, lo que implica que tendremos que subir de nivel y seleccionar ciertas habilidades para poder crear determinadas piezas, además de tener que conseguirlas de los robots desmantelados que dejemos a nuestro paso.
Robots que merecen una mención especial porque, si tú puedes crearlo, puede ser un enemigo y viceversa. No te fijarás al principio, pero verás que un Trastobot, un Enjambrebot o un Duelobot como los que tendrás que destruir son algo que tú mismo puedes montar.
Tenemos dos nuevas localizaciones que explorar (algunas de las misiones aprovechan zonas ya existentes), así como una nueva facción a la que hacer frente, los Diablos del Óxido, que atacan a robots para usar sus piezas como armas y armaduras. Sets de armadura que podemos conseguir para nosotros mismos, por cierto (como por ejemplo un fantástico casco de Asaltrón que cuando desenfundamos nuestra arma se cierra automáticamente), y nuevas armas tales como cabezas de robot que disparan peligrosas cargas láser. Automatron nos trae de vuelta además las piezas Tesla para nuestra Servoarmadura, así como el rifle Tesla.
El potencial general es de unas diez o doce horas, con lo que al menos para nosotros, se cumple una relación de 1€/1 hora, nos convence. Eso partiendo de la base de que no os empeñéis en tener vuestro propio ejército, entonces os puede durar mucho más…
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