Siempre que se anuncia una nueva consola, “retrocompatibilidad” es uno de los términos más balbuceados por los compradores impulsivos llamados de Day One y la prensa especializada en videojuegos. Nos encanta que el nuevo sistema pueda con juegos de plataformas anteriores, que podamos guardar en un cajón al fin nuestra vieja máquina para colocar en su lugar la nueva pero sin esconder con ello aquellas cajas de sus juegos correspondientes, que esta nueva joya tecnológica que nos ha costado una pasta nos saque de un apuro cuando nos dé un arranque de nostalgia. O incluso nos encanta que la tienda nos haga un plan renove pudiendo soltar la antigua consola para comprar la nueva más barata, y que encima ésa corra perfectamente toda nuestra valiosa ludoteca. Ya hace dos años que PlayStation 4 está con nosotros, y el cuádruple desde que se anunciara la primera consola de Sony SIN retrocompatibilidad, aquel segundo modelo abaratado de PS3. ¿Tenemos que ir olvidando esta palabra?
La industria ha sabido eludir esta característica, desde luego. Tras 24 meses de PS4 resulta interesante resaltar que una cuarta parte de su catálogo son remasterizaciones, títulos que ya salieron en PS3, PS2 o PSX y que reflotan como contenido de pago descargable o como elementos dentro de un pack recopilatorio en mejor resolución y retoques gráficos leves. PS4 fue anunciada y nacida sin retrocompatibilidad, aunque en ella es posible jugar a Crash Bandicoot (PSX), a Final Fantasy X (PS2), y a Uncharted 2 (PS3). Los tres están en la PlayStation Network Store perfectamente accesibles o forman parte de una remasterización, como la, por otra parte, más que recomendable The Nathan Drake Collection, que ha vendido una burrada, por cierto. Esta asociación, retirada de la retrocompatibilidad > incremento de las remasterizaciones y catálogo de la Store, es la primera que cualquiera hace. Pero hay mucho más en todo este asunto…
No somos pocos los que nos preguntamos si ya tenemos que aceptar que se ha erradicado para siempre esa función de ejecución de juegos antiguos o si, por el contrario, todavía no está todo perdido con PS4 y un futuro modelo o parche la implementará. Estos días vamos a presenciar como su gran competidora, Xbox One, se hace perfectamente compatible con el 80% del catálogo de su antecesora, Xbox 360, cuando aquella incluso usaba un formato de discos diferente, el malogrado HD-DVD frente a los Blu-Ray de One. Aunque esto técnicamente no es importante, pues en definitiva son DVDs normales de mayor capacidad y la arquitectura de ambas Xbox se asemeja, con tarjeta gráfica corriente y CPU de tres núcleos. Todo viene con un update.
Los sonyers tienen todo el derecho a preguntarse ¿y nosotros qué? Pero la respuesta que van a dar Yoshida y compañía debe estar clara: PS4 no es retrocompatible ni tiene planes de serlo. Tengamos también en cuenta que la nueva de Sony lee perfectamente CDs, DVDs y Blu-Ray (formato base de sus juegos). Y que ha habido coqueteos multiformato recientemente, como ocurre con SingStar MegaHits de PS4, que nos deja meter un juego anterior para incorporar sus canciones a la nueva biblioteca. Aquí pasa algo… Y ese algo seguro que tiene un segundo nombre que afecta, PlayStation Now. El servicio de juegos en streaming mediante alquiler o suscripción que ofrecerá una gran parte del catálogo importante de PS3, PS2 y PSX está desembarcando ya en todo el mundo, con próxima llegada a Reino Unido y que no tardará en el resto de Europa. Ofrecer retrocompatibilidad en PS4 restaría interés a este servicio de juegos en la nube que cuenta con el gran incentivo de ofrecer clásicos de toda la historia PlayStation.
Lo que ocurre además de PS Now está claro. Es un auténtico chollo esto de las remasterizaciones y las descargas de juegos antiguos. La nostalgia vende y pedir dinero por segunda vez por un juego que quizá el consumidor ya tenga de comprarlo en su momento es un negocio redondo. La excusa está clara, sirven para los que no lo jugaron en su día. Y, vale, es un argumento de peso que alegremente acerca grandes juegazos a usuarios primerizos en ellos o que quizá no tuvieron oportunidad en su día. Pero vamos, que estos usuarios también podrían buscar esos juegos en eBay o en cestas de segunda mano si las nuevas consolas fueran retrocompatibles. De hecho, Microsoft debería lanzar una remesa de Halo 3 o de Viva Piñata el mismo día 27 en que se ponga en marcha la retrocompatibilidad de One, bastante curiosa y misteriosa a niveles técnicos, por cierto. O al menos bajar de precio la The Master Chief Collection y el recopilatorio Rare Replay, que los incluyen respectivamente remasterizados. Veremos cómo se producen todos estos movimientos, quizá con sorpresas para las compañías ya que el mercado de la segunda mano y el desempolvo de viejas reliquias puede mover muchos billetes. Lo saben.
Pero probablemente el principal foco de todo el asunto de las remasterizaciones y las subidas de juegos antiguos a los bazares digitales no venga de Sony o Microsoft, sino de las third party. Capcom, Namco o Konami tienen un buen puñado de packs remaster en stock. Ellas mismas han reconocido en multitud de ocasiones que una parte demasiado importante de los presupuestos de sus nuevos grandes juegos sale de las ventas de estos refritos HD. Luego verdaderamente rentable tiene que ser reciclar los antiguos Devil May Cry, Soul Calibur o Metal Gear Solid. Ya me imagino el lobby o grupo de presión que suponen empresas como éstas sobre cualquier idea loca de Sony y las demás de hacer sus máquinas perfectamente compatibles con discos de consolas anteriores. PS4 por sencilla emulación podría correr juegos físicos de PSX y PS2. Más difícil, quizá, lo tendría con PS3 y las particularidades del chip Cell.
Al parecer y por lo que vemos en la competencia, todo es cuestión de una actualización o de un nuevo modelo más versátil. Pero con tantas remasterizaciones en las tiendas y en la Store, y con PS Now queriendo comerse el mundo de la nostalgia gamer, parece ser que PlayStation 4 lo va a tener muy difícil en eso de la retrocompatibilidad. De hecho, poca duda queda de que Xbox One la ha integrado como incentivo de venta, pues hasta el pasado E3, cuando la situación comercial ya empezaba a ser crítica y se rearmó un poderoso plan de crisis espectacular, nunca antes se había hablado de esta posibilidad. ¿Quizá si PlayStation 4 no hubiera vendido tanto sí tendría retrocompatibilidad? Tampoco lo creo. Sony es especialmente amiga de las remasterizaciones y también entendió con la primera PS3 de 600 eurazos -retrocompatible- que eso de leer discos antiguos con frecuencia puede incluso acarrear a medio y largo plazo problemas técnicos del lector. Aunque no estoy seguro de que eso sea lo que más les preocupe.
¿Es posible una PlayStation 4 retrocompatible?