Vivimos una época de cambio drástico en el tratamiento comercial de los videojuegos recién estrenados, al menos en nuestro país. Ya no son obras cerradas y terminadas que compras todas al mismo precio de lanzamiento, 69,99 euros en España en versión PS4, y no es extraño encontrarse bajadas de precio súper tempranas, en apenas tres semanas o un mes, de juegos que se suponen grandes superventas, potentes triple A, y que en otra época no hubieran tocado su valor monetario hasta bien pasados unos meses. Lo hemos visto recientemente con Final Fantasy XV a 39,99 euros como precio oficial en apenas 20 días tras su lanzamiento, o en The Last Guardian a nuevo precio de 34,99 euros en un período parecido. Esto hace que, cada vez más, no compense en absoluto comprar los juegos el mismo día en que nacen y llegan a las tiendas.
En LaPS4.com lo hemos dicho muchas veces: las reservas, las ediciones Day One, las primeras unidades, etc. cada vez salen menos a cuenta y se quedan solo para ese tipo de consumidor que no puede aguantar ni un día más porque lleva mucho tiempo soñando con ese juego en cuestión y el hype le consume. Todos los demás consumidores, la mayoría, podemos esperar unas semanas, visto que son muy pocos los videojuegos que mantienen su precio del mes en que se estrenan al siguiente. Esta tendencia empezó en 2015, pero en el pasado 2016 la hemos visto lanzamiento tras lanzamiento, al menos en juegos de PlayStation 4.
En otoño de 2016 ha ocurrido con casi todos: con Titanfall 2, con Skyrim Special Edition, con Rise of the Tomb Raider: 20 Aniversario, con Watch Dogs 2, con Dishonored 2, con Dragon Quest Builders, con NBA 2K17… y hasta con superventas del calibre de FIFA 17, Call of Duty y Battlefield 1. Hoy en día es raro el videojuego que mantiene su precio inicial durante más de un mes. ¿Los próximos? Gravity Rush 2 o Resident Evil 7, ya veréis. Y esto nos lleva a reflexionar sobre si sigue siendo conveniente lanzar a estos precios, pues el usuario impaciente es al final el que paga el pato. El año pasado vimos como Ratchet and Clank se atrevió a dar un golpe sobre la mesa y salir a unos muy ajustados y apetecibles 39,99 euros cuando todos esperábamos el full price. Este año parece ser que Crash Bandicoot: N. Sane Trilogy apunta al mismo precio, aún sin confirmar oficialmente pero que sería ideal para estos tres remakes de los plataformas.
Son varios los factores que están impulsando esta tendencia a la rebaja temprana. Por un lado, está claro que la venta digital está apretando mucho a las tiendas físicas. Las rebajas de Navidad, de San Valentín, de Black Friday, de verano, de Halloween, de enero… Son muchos los períodos de descuentos en juegos a descargar que vemos en todos los bazares, en PlayStation Network, Steam, Nintendo eShop, Bazar Xbox Live, GOG, Uplay… Y las novedades no se cortan en pasar por estas grandes rebajas que a veces van hasta al 70%. Sumemos a todo eso el factor pack y humble bundle, éste más bien centrado en juegos que ya tienen un tiempo, pero que también actúa como opresor para que las tiendas que venden en formato físico, los juegos en caja, se vean obligadas a ajustar precios y resultar competitivas.
Está claro que muchos títulos bajan de precio por sus ventas por debajo de estimaciones. Ahí tenemos Battleborn, que no tardó en estar incluso a 14,99 euros frente a los 69,99 euros que empezó costando. También tenemos que ver esos superventas atemporales que rara vez mueven su precio, como GTA V, que sigue dentro del top 10 de cada mes en nuestro país pese a tener ya varios años a sus espaldas y esos hace que Take Two no mueva ni un céntimo su coste. De hecho, Nintendo mantiene esta política inamovible de precio con sus títulos, valen igual el primer día que pasados 10 o 12 meses.
El número de unidades colocadas hace mucho, pero, como digo, no es el único factor a la hora de determinar rebajas tempranas y significativas. Hace unos años, los juegos solo bajaban de precio cuando pasaban varios meses. Hoy es raro el juego que, pasados 30 días, mantiene aún sus 70 euros en PS4 o Xbox One. Y lo curioso es que aún hoy, en 2017, todos siguen valiendo eso en su primer día, aunqe ofrezcan más o menos, aunque hayan costado más o menos de desarrollarse.
Esto nos hace preguntarnos, ¿es posible que los juegos bajen de precio ya desde su lanzamiento? ¿Estamos viviendo el período de cambio hacia un nuevo modelo donde cada título cueste el primer día lo que deba costar, con precios variables de un juego a otro? ¿Ha llegado la hora de olvidar el modelo de todos al mismo precio de lanzamiento, el llamado full price? Pues, a pesar de todo lo que venimos viendo y las rebajas tan prematuras, creo que esto de los precios preestablecidos va a acompañarnos aún unos cuantos años más.
Es como que la industria no está preparada para oficiar el cambio de modelo por completo, sino que se seguirá jugando a medio gas, con full price de lanzamiento y luego rebajas y descuentos posteriores. Los Ratchet and Clank con precio de lanzamiento de 40 euros van a seguir siendo la excepción y no la norma. Pero vosotros, consumidores avispados, sabios e informados, ya sabéis nuestro consejo: mejor esperar, salvo casos de impaciencia y hype extremos donde pagaréis casi siempre el doble de lo que pagaríais al mes siguiente.
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