El terror en los videojuegos tomo un nuevo cariz cuando el 1 de agosto de 1999 llegaba a las tiendas en Europa el juego desarrollado por el Team Silent (después disuelto por la separación de sus miembros), con Keiichiro Toyama a la cabeza, dentro de la estructura de estudios que formaban parte de Konami. Fue un juego exclusivo de PlayStation y uno de los grandes survival horror de la generación junto a la saga Resident Evil.
Una carretera, una espesa niebla, una persona que se cruza en nuestro camino, un accidente, la inconsciencia. Así comienza Silent Hill, un viaje a lo más profundo de los terrores de la mente que hace convivir la realidad con la pesadilla en dos mundos que se van alternando para jugar con nuestra salud mental… y también la del personaje. No solo los sustos toman protagonismo en este juego sino que el terror psicológico invade la mayoría de las situaciones, con una tensión constante que se acrecienta cuando pasamos al mundo de pesadilla de sangre y herrumbre.
El protagonista es Harry Mason, un escritor que ha enviudado y que viaja junto a su hija adoptiva Cheryl a pasar un periodo vacacional al pueblo llamado Silent Hill. Tras el accidente, cuando Harry recupera la consciencia, se percata de la desaparición de la niña y se adentra en el pueblo envuelto por la espesa niebla que apenas deja ver a unos pocos metros por delante nuestra. Cultos ancestrales, rituales demoníacos, invocaciones… Todo eso y mucho más nos vamos a encontrar recorriendo las calles y edificios de Silent Hill mientras perseguimos el rastro de Cheryl. Diversos personajes se añaden a la trama como Cybil, la oficial de policía del pueblo o el Doctor Kaufmann, director del hospital. Van a jugar un papel fundamental en la trama puesto que dependiendo de ciertas decisiones que tomemos respecto a ellos veremos diferentes finales, nada más y nada menos que cuatro más uno especial.
La niebla va a marcar gran parte de la referencia gráfica acerca del juego. Lo invade todo mientras se genera un entorno y personajes en 3D en tiempo real. Fue muy criticado este aspecto pues claramente fue un elemento que no solo aportó ambientación al juego, sino que dejó constancia de las limitaciones de PSX a la hora de generar gráficos. Cuando la niebla no hacía acto de presencia en los entornos cerrados el recurso que se usó fue la oscuridad. Las animaciones tampoco competían con otros juegos contemporáneos, se veían forzadas en algunas ocasiones, poco fluidas.
El sonido ayuda a aumentar la sensación de agobio en Silent Hill con melodías tétricas, el ruido que producen las criaturas que nos persiguen e incluso la estática generada por la radio que nos avisa de la presencia cercana de enemigos. Todo en conjunto provoca mucha tensión y desazón. No vemos lo que nos rodea, la niebla lo oculta, pero sabemos que está ahí, acechando, esperando para asestar el golpe que nos acerque un poco más a la muerte.
Esta entrega de Silent Hill dejó grabadas en nuestras memorias la aparición de algunos de los más míticos enemigos surgidos de un videojuego de terror como son las enfermeras sin rostro y cabeza piramidal, personajes que después han sido recurrentes en muchos de los siguientes juegos de la saga.
El manejo de Harry a lo largo de la aventura es bastante asequible para todo tipo de jugadores, aunque Silent Hill si supo mostrar claramente que se trataba de alguien no acostumbrado al empleo de las armas, lo que provocaba una puntería que dejaba que desear, haciendo más realista y un poco más complicado el combate contra las criaturas que acechaban. El entorno nos da libertad para recorrerlo a nuestras anchas, sin un desarrollo pasillero que nos lleve de la mano hacía nuestro objetivo. La cámara se podía girar a nuestro antojo para obtener siempre el mejor punto de vista ante cualquier situación.
La primera entrega de Silent Hill fue la única que apareció en PSX, perteneciendo el resto a posteriores generaciones de consolas. Fue uno de los juegos más aclamados y apreciados a pesar de sus defectos. Está considerado como uno de los mejores juegos lanzados en PSX y es muy recomendable vivir la experiencia si vuestros corazones son fuertes y el miedo no os atenaza, porque el terror está muy presente en esta historia.
La saga Silent Hill ha contado con hasta cuatro entregas numeradas y otras tantas con título propio añadido al original, para multiples plataformas tanto sobremesa como portátiles. El último de esos títulos para consolas de sobremesa ha sido Silent Hill Downpour y para portátiles Silent Hill Book of Memories, ambos muy alejados de las buenas críticas que la serie obtuvo en sus primeras entregas. También hemos recibido Silent Hill HD Collection con el remake de Silent Hill 2 y 3 a alta definición.