El condensador de fluzo: Knockout Kings 2001

Jesús Salvador · 29 diciembre, 2018
Los reyes del ring repartían buenos mamporros en PSX

Muchas veces habremos soñado con soltar un buen puñetazo con la misma potencia y precisión que el mismísimo Muhammad Ali (otros preferirán llamarlo Cassius Clay) o encajar golpes como el gran Joe Frazier. Incluso vernos compitiendo en categorías inferiores en las que hombres como Óscar de la Hoya o Julio César Chávez hicieron una carrera llena de éxitos deportivos.

EA Sports nos traía esa posibilidad de la mano de su saga de videojuegos Knockout Kings que durante una serie de años nos acompañó en nuestra primera PlayStation. La entrega que nos ocupa en este artículo fue la tercera y última que se pudo disfrutar en PSX y salió al mercado como juego puente entre PSX y PlayStation 2 (fue juego de lanzamiento de PS2) allá por finales del año 2000. Se trataba de un simulador de boxeo en toda regla, alejado de otros juegos más fantasiosos que permitían golpes espectaculares y se acercaban más a un estilo arcade. La apuesta por la simulación nos trae reglas reales del mundo del boxeo donde no se permiten los golpes bajos, e incluso se sancionan si los hacemos de forma reiterada.

Gráficamente se trataba de un juego sólido, sin grandes alardes en las texturas pero haciendo uso de la captura de movimientos para los boxeadores. Podemos apreciar la famosa guardia baja de Alí o la rápida cintura de Floyd Mayweather. Entre los peros están los fallos en el motor de impactos con golpes que visualmente no llegaban a impactar en el contrario pero si contaban y restaban de la barra de energía. El parecido de los rostros de muchos de los púgiles representados en el juego es sorprendente, pudiendo reconocer sin problemas a Lennox Lewis o a Evander Holyfield, por citar a un par de ellos. También podremos disfrutar de la ambientación de alguno de los rings más famosos de este mundillo como el Caesar’s Palace de Las Vegas, el Madison Square Garden de Nueva York o el Union Local de Atlantic City, aunque una vez entre las cuerdas del cuadrilátero las diferencias serán mínimas, con un público clónico y poco activo.

La banda sonora nos mete de lleno en el ambiente del momento con música rap, diez temas diferentes, que nos colocaban golpeando el saco en un gimnasio de mala muerte de cualquier barrio de Filadelfia, cual Rocky Balboa. Después cada boxeador contaba con su propio tema de presentación antes de los combates, más acorde a sus orígenes o a su forma de ser. Los efectos de sonido son escasos con un repetitivo golpe que representa los alcances en el cuerpo del rival y que es invariable hagamos un gancho, un uppercut o un directo a la mandíbula. El juego no nos llegó ni traducido ni doblado al castellano. Los comentaristas de los combates así como los árbitros explicando las reglas del mismo no aportan mucho énfasis a las peleas y apenas alzan un poco el tono cuando uno de los púgiles besa la lona.

Knockout Kings 2001 nos ofrecía diversos modos de juego, desde el típico combate de exhibición donde elegimos un boxeador y vamos directos al cuadrilátero a un modo más arcade denominado Slugfest donde las reglas se relajan y podemos golpear por debajo de la cintura sin medio a ser sancionados por los árbitros. El modo fuerte era el que nos permitía iniciar una carrera con un jugador creado por nosotros al que le repartíamos una serie de puntos de habilidad entre las distintas características de las que disponían los boxeadores. Comenzábamos desde abajo con entrenamientos que iban enseñándonos nuevos golpes y si aprovechábamos las sesiones obteníamos nuevos puntos para hacer mejor a nuestro personaje, que podíamos editar ampliamente, desde su aspecto físico al mote que iba a lucir durante su carrera.

Ya en los combates era importante controlar las dos barras de las que disponíamos, la de energía o vida y una barra de fuerza que de ser agotada apenas nos permitía combatir hasta que recuperábamos un poco, por lo que tampoco era recomendable lanzarse al combate a lo loco buscando un KO rápido que no iba a llegar. Los combates eran largos, nada de dos o tres rounds para hacer besar el suelo al más pintado. Combates a doce asaltos que a veces incluso se agotaban para determinar el resultado a los puntos. No era nada fácil deshacerse de los oponentes.

Y como colofón podíamos jugar a un modo que se denominaba Fantasy Match Ups donde podíamos vivir enfrentamientos nunca vistos en un cuadrilátero porque aquellos púgiles no coincidieron en el tiempo. También se incluyeron en esta edición los combates entre mujeres con la hija de Muhammad Ali, Laila Ali, como la más representativa.

Knockout Kings 2001 podía no ser el juego más entretenido sobre boxeo de los que estaban disponibles para PSX pero si era el más realista. Los más puristas echaran de menos a dos grandes boxeadores, el sin par Mike Tyson y nuestro potro de Vallecas, Poli Díaz. Pero tampoco era grave la ausencia de Tyson, ya había sucedido el incidente con la oreja de Holyfield (en 1997) por lo que era considerado el chico malísimo del ring, con las connotaciones que de ello habían resultado. El juego aun contó con secuelas en PlayStation 2 y Game Cube antes de que EA Sports apostase por cambiar la franquicia y convertirla en Fight Night Round, cuyo último exponente ha sido Fight Night Champion para PlayStation 3.

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