Ahora que el lanzamiento de MXGP The Official Motocross Videogame ha traído de nuevo a la actualidad los juegos sobre motos de campo en pistas embarradas de tierra, regresa a nuestra memoria uno de los juegos de PSX que también nos representaban la disputa de aquellos campeonatos de motocross. Traía las tres categorías que se corrían entonces por cilindradas, 125cc (centímetros cúbicos), 250cc y 500cc. Lo hacía de la mano de un piloto que por aquel entonces destacaba por haber logrado dos campeonatos estadounidenses de motocross en la categoría de 125cc. Ricky Carmichael cuenta como máximo logro en su palmarés haber sido campeón del mundo en la categoría FIM Supercross SX1 en el año 2005 además de haber engrosado su historial con multitud de campeonatos de los Estados Unidos.
El juego en sí es más bien desdeñable para cualquier jugador, salvo aquellos que son aficionados al deporte del motor en general y del motocross en particular, porque si bien no destaca por unos gráficos de relumbrón ni una gran banda sonora, si ofrece una aceptable simulación para la época en la que nos encontramos. Funcom desarrolló Championship Motocross en 1999 y nos llegó de la mano de la extinta distribuidora THQ a finales de aquel año.
La jugabilidad es su aspecto más destacable, sobre todo en lo que al empleo de la moto corresponde. El juego ya hacía guiños a la física del piloto sobre su montura y podemos inclinarnos hacia adelante o atrás mediante el stick izquierdo del DualShock (también se podía manejar con la cruceta de dirección para los que todavía tenían el mando original de PSX). Esa física controlable hacia que pudiésemos elegir si nuestros saltos eran más largos o nos ayudaba a caer con mayor gracia para obtener una mejor tracción tras levantar las dos ruedas del suelo. Era muy importante también el uso de los frenos pues entrar en una curva y trazar mal hacía que nuestros rivales lo aprovecharan para adelantarnos con facilidad puesto que llegar siempre el primero no era tarea fácil, requería de habilidad y concentración, además de conocer bien los circuitos.
Los modos de juego eran los clásicos que se pueden encontrar en un juego de estas características, Campeonato, Carrera rápida, Time Attack y Práctica. El número de circuitos ascendía a doce, cinco basados en trazados de motocross, cuatro de supercross y tres de enduro. Se podían recorrer en modo espejo y así ampliar un poco la experiencia. También se podía elegir el tiempo meteorológico con el que se quería competir, bien despejado, nublado o lluvioso.
Gráficamente dejaba mucho que desear con unos píxeles de gran tamaño que deslucían mucho la visualización y no lo hacían agradable a nuestros ojos. Esto hacía que la representación de motos, pilotos y terreno fuese un tanto deslucida, pero la sensación de velocidad y la nula ralentización compensaban en buena parte lo poco preciosista que resultaba. Los entornos que rodean los circuitos nos muestran bosques, caravanas o material de limitación del recorrido. Los menús eran muy simplones pero repletos de opciones de personalización tanto del juego como de las propias motos.
El rugido de las motos y la animación de los fans con un griterio constante durante las carreras logra cumplir de forma muy justa su cometido pues no deja de ser un petardeo flojo. La música que nos acompaña en los menús tampoco es muy variada que digamos y su calidad no le hizo ganar ningún premio a la mejor banda sonora de videojuegos.
Pero Championship Motocross no deja de tener un componente divertido que incluso podemos compartir con un amigo mediante partidas multijugador a pantalla dividida en dos mitades, superior e inferior. Los amantes del motocross debieron probarlo porque realmente entretenía.
Ricky Carmichael iba a tener la oportunidad de protagonizar una secuela del juego dos años después, Championship Motocross feat. Ricky Carmichael 2001. Aun así estos juegos no hicieron sombra a los Jeremy McGrath que sin ser grandes títulos si gozaron de mejor fama y aceptación por parte del público, aunque en el momento de salir al mercado Championship Motocross se convirtió en la mejor y más realista simulación de un campeonato de la especialidad.