El condensador de fluzo: C-12 Resistencia Final
Los alienígenas querían nuestro carbono y se lo aderezamos con plomo en nuestra PSX
Sony Computer Entertainment, a través de Cambridge Studio, nos trajo en la primavera de 2001 este juego a medio camino de ser un juego disparos en tercera persona o una aventura de acción, para un jugador, con motor gráfico 3D, el mismo empleado en la realización de MediEvil 2. Vió la luz en Europa el 6 de abril y en Estados Unidos el 22 de julio pero de 2002.
Nos narraba la historia, en un futuro no muy lejano, del Teniente Vaughan, miembro de la resistencia humana que quedaba en la Tierra tras una devastadora invasión alienígena que se había apoderado del planeta y desolado las grandes ciudades. En una misión anterior que había resultado un tanto suicida, Vaughan había conseguido liberar al líder de la resistencia, el Coronel Grisham, pero había perdido en combate al resto de su escuadra y al otro líder de la resistencia, el Mayor Carter, que figuraba como desaparecido en el combate. La mujer de este último, la Dra. Carter, era una reputada científica en el campo de la cibernética y Vaughan se presenta voluntario para someter su cuerpo a ciertas modificaciones que le conviertan en toda una máquina de matar alienígenas.
Con Vaughan convertido en un cíborg, mezcla de humano y máquina cual Terminator, incluido un ojo robótico de color rojo que recuerda al del mismísimo Arnold Schwarzenegger en el papel con el que saltó a la fama, comenzamos la aventura que nos llevará por zonas completamente destruidas de nuestro planeta mezclando fases de tiros con elementos de sigilo y algunos puzzles. Las misiones son muy variadas y van desde buscar y manipular cañones a rescatar prisioneros o infiltrarnos en bases enemigas.
El aspecto gráfico del juego era impresionante para la época, con escenarios bastante grandes y detallados. El modelo de nuestro personaje también destaca con unos movimientos fluidos y un manejo perfecto. Aunque PS2 ya estaba en el horizonte, PSX todavía demostraba lo que era capaz de ofrecer.
Si C-12 tenía un pero ese es el uso automático que hace la cámara del juego. Por costumbre tenía colocarse en la peor posición posible para ofrecernos una visualización adecuada de lo que nos esperaba o incluso la situación de nuestros enemigos, tanto alienígenas como otros humanos convertidos en cíborgs por ellos y puestos a su servicio. Al menos podíamos colocarla para que nos dejara ver mejor y hasta existía un botón que nos permitía centrarla en la posición en la que mirábamos. Era un tanto cansado tener que estar pendiente de ello pero no ensombrecía la calidad del juego.
La ambientación opresiva que ofrecían los efectos de sonido estaba muy lograda y nos transportaba a aquel mundo apocalíptico con el sonido de los pasos de nuestro personaje o el crepitar de las llamas de los vehículos destruidos. También ayudaba que la aventura transcurriera en zonas oscuras y devastadas por la guerra. Nos llegó traducido y doblado al castellano, con un doblaje muy correcto que ayudaba a la inmersión por parte del jugador.
C-12 Resistencia Final fue un juego que recibió claras influencias de dos grandes sagas de las consolas de Sony. La primera es Syphon Filter, de la que recoge esa parte de aventura de acción y disparos y la segunda es Metal Gear Solid, de la que va a tomar prestados los elementos de sigilo. Por supuesto en ambos casos salvando las distancias. Las armas que podía usar Vaughan eran muy variadas y de tecnología alienígena. Había diversas armas de fuego pero también destacaba una espada que hacía estragos entre nuestros enemigos. El personaje tenía que sobrevivir consiguiendo las armas y los ítems para recuperar vida que dejaban caer los cadáveres de los oponentes.
C-12 fue un juego largo y también de elevada dificultad. Morir era algo normal y el juego solo permitía salvar la partida en determinados lugares situados al efecto.
A pesar de ser un título que gozó de muy buenas ventas, no hemos podido disfrutar de ninguna continuación de C-12, siendo una propiedad intelectual que quedó en el olvido por parte de Sony, posiblemente enterrada en los restos del extinto Cambridge Studio ahora convertido en Guerrilla Games.