El fenómeno Star Wars vuelve a vivir uno de sus momentos más álgidos. Dada la adquisición por parte de Disney de los derechos de la marca y los posteriores planes acerca de una nueva trilogía y varios spin-off, los fans que descansaban plácidamente en su letargo de nostalgia vuelven a rugir con fuerza por un motivo, y no es otro que la salida en el mes de diciembre de Star Wars VII: El Despertar de la Fuerza.
La industria de los videojuegos no es ajena a este hecho, ni tampoco Electronic Arts en concreto, que dispone de los derechos para desarrollar videojuegos basados en la franquicia de George Lucas. Es por ello que, como no podía ser de otra manera, hace unos cuantos años la maquinaria de la compañía comenzó a moverse enfocada a resucitar una de las sagas más deseadas por los aficionados a La Guerra de las Galaxias y a los shooter: Star Wars: Battlefront.
Durante el primer día de feria en el E3 2015 no hemos querido dejar pasar la oportunidad de echarle el guante al esperado juego que está siendo desarrollado por DICE al pasar por el estand de Electronic Arts. De forma similar a lo que ha ocurrido en otras ediciones en las que la compañía americana ha llevado un juego de disparos fuerte a la feria, el espacio que disponían en el recinto estaba ocupado en gran parte por hasta 40 puestos con una PlayStation 4 cada uno en la que ocupar los asientos necesarios como para llenar una partida multijugador.
Acompañado también por mi compañero Pedro Iglesias, los dos hemos entrado en combate en el bando del Imperio Galáctico con la intención de vencer a las tropas de la Alianza Rebelde que se atrincheraban en el planeta Hoth, emulando completamente a la batalla que podíamos observar en Star Wars V: El Imperio Contraataca. Ante nosotros, nada más empezar, nos llamaba la atención que la personalización del soldado no incluía una elección de clase (algo que ya se conocía, por otra parte), sino más bien el arma con la que deseábamos entrar en liza y las habilidades especiales que queríamos esgrimir en pleno combate.
Lo cierto es que, dejando de lado formalismos aburridos y datos anodinos, la partida que hemos podido jugar en Star Wars: Battlefront nos ha divertido como hacía tiempo que no lo hacía un shooter. Hablamos de shooter en general por la posibilidad de poder alternar entre la vista entre primera y tercera persona, obviamente, algo que hemos encontrado muy equilibrado por un sencillo motivo, y es que, como es normal, las armas láser no disponen de apenas retroceso.
Este hecho, aunque pueda parecer anecdótico, es prácticamente uno de los pilares sobre el que se cimienta el funcionamiento del juego. No se puede recargar un arma láser, obviamente, pero si se puede recalentar. Por ello la cadencia de disparo tampoco es demasiado alta en las armas, con lo que el apuntar a distancia incluso puede ser una buena idea a pesar de que se pueda penalizar algo el daño que infligimos al enemigo. En general estas características aumentan la accesibilidad y también la diversión, siendo uno de los motivos por los que al rato hemos notado de forma equivocada com si casi domináramos los entresijos del juego.
En una partida larga en la que debíamos hacer retroceder al enemigo a base de interrumpir sus comunicaciones hasta arrinconarlo en un punto del mapa (muy al estilo modo asalto en la saga Battlefield) no podemos hacer uso exclusivamente de las armas láser, obviamente. Por ello, y relacionado con la elección que habíamos hecho previamente de la equipación del soldado, teníamos la posibilidad de usar un jetpack para desplazarnos o huir en caso de emergencia, así como un lanzagranadas que podía acabar con varios enemigos dado su rango de alcance. Ambas opciones, en lugar de tener un uso finito, pueden usarse tantas veces como que se quiera, pero eso sí, contando con un tiempo de recarga o descanso antes de volver a repetir la acción.
De la misma forma funciona una de las opciones que entra dentro del pack de habilidades. En el caso de la seleccionada por nuestra parte, disponíamos de un aumento momentáneo de la potencia del rifle láser que hacía que los enemigos cayeran casi al instante. La otra opción desplegaba un escudo de protección alrededor nuestra, una interesante alternativa defensiva que nos podría haber sacado de algún que otro apuro en más de un momento.
Aunque dejando estos aspectos de lado, una de las cosas que más podríamos destacar de esta primera toma de contacto es la posibilidad de controlar ciertos vehículos, pero también de usar otras armas o habilidades capaces de decantar la balanza de la partida en cualquier momento. Y es que, tras conseguir una buena cantidad de puntos, tendremos la oportunidad de recoger en el campo de batalla ciertas insignias que nos permitirán desplegar elementos tan poderosos como un lanzamisiles, un escudo de protección fijo y grande, naves espaciales o, entre otros, un auténtico AT-AT. Una enorme variedad de posibilidades dispersas en el campo de batalla en forma de recompensa que podrán decantar la balanza en cualquier momento en favor de aquellos que mejor sepan usarlas.
Además de ésto, a nivel gráfico, cabe destacar que esta vez no debemos temer a ningún tipo de downgrade. Es cierto que el mapa mostrado en la conferencias y que hemos podido probar es extremadamente resultón, predominando el blanco y con los efectos suficientes como para que entre por la vista fácilmente. Sin embargo, podemos dar fe que PS4 es capaz de reproducir lo mismo que nos enseñan los vídeos promocionales, una circunstancia digna de ser destacada, sobre todo en los tiempos que corren.
Con todo, el ritmo frenético de la partida, junto a la belleza visual de todo lo que nos rodeaba ha provocado que los 20 o 25 minutos de duración el tiempo se nos pasaran volando. No es fácil que esto ocurra en una feria en la que mirar el reloj es una constante por la agenda tan apretada que disponemos, pero en este caso hemos conseguido olvidar por un momento la tensión del trabajo y disfrutar del que puede ser desde ya uno de los mejores juegos que se puedan probar en el E3 2015.