La aparición de Call of Duty: Advanced Warfare como globo sonda de lo que podría suponer un paso más allá en la búsqueda de una guerra futurista, ha tenido su consecuencia en la siguiente entrega. Treyarch venía por detrás gestando también una evolución clara en el sistema de combate de Call of Duty, y lo que al final pretende entregar al usuario es una evolución directa del proyecto de Sledgehammer Games, pero apostando principalmente por la estabilidad y el buen funcionamiento de todas aquellas innovaciones que introdujeron.
Este hecho, que no es poco, no es tampoco el único. Treyarch también aporta novedades muy importante que transforman el juego en algo mucho más sólido. Call of Duty: Black Ops III es capaz de poner sobre la mesa las nuevas ideas que empiezan a proliferar en el género, aunque sin olvidar en ningún momento todos aquellos aspectos que nacieron con Call of Duty 4: Modern Warfare y que más tarde supusieron la piedra angular sobre la que se apoyaría toda la franquicia.
Pero no adelantemos hechos y vayamos paso a paso. Durante el segundo día de la feria hemos tenido la ocasión de asistir a la presentación del modo campaña, y podemos decir que esta vez sí las novedades son destacadas en este sentido. El hecho de que la historia del juego ofrezca la posibilidad de jugar en cooperativo entre cuatro jugadores añade una importante variante a lo visto hasta ahora. De hecho, nos atreveríamos a decir que algo tan habitual en esta vertiente de juego como la espectacularidad se ve reforzada, y ésto ocurre por varios motivos.
Para empezar, la presencia de hasta cuatro jugadores al mismo tiempo obliga a que los escenarios sean mucho más amplios. Nos encontramos, evidentemente, ante un juego con un avance y desarrollo lineal, pero ahora los diferentes niveles son lo suficientemente amplios como para poder trazar estrategias en pleno campo de batalla en coordinación con nuestros diferentes compañeros. Por otro lado, la evolución tecnológica hace que nuestros soldados luzcan habilidades que van más allá del exoesqueleto y que están enfocadas principalmente a los implantes. De esta manera, la variedad de armas y las situaciones que se generan son inmensas, con lo que el espectáculo de explosiones vuelve esta vez a estar más servido que nunca.
Además, los enemigos cambian. Ya en Call of Duty: Advanced Warfare descubrimos algunas máquinas que nos intentaron detener durante nuestra aventura. Esta vez, la presencia de robots asesinos será mucho más importante, y su coordinación con humanos similares a nosotros una auténtica amenaza. Eso sí, de nuestro lado tenemos esta vez los implantes al más puro estilo Deus Ex, con lo que acabar con todo aquello que supone un peligro para nosotros no será tanto problema como en un principio pueda aparentar.
Evidentemente, todo lo que comentamos en la campaña tiene su repercusión en el aspecto multijugador. Treyarch nos ofrece en este apartado algo nuevo que llegara a gustar a los fans más acérrimos de los títulos maestros de la saga. Todo parece esta vez pensado y meditado para ofrecer una experiencia de juego acorde con lo que uno esperaría de la franquicia. Solidez, diversión rápida, posibilidades tácticas y variedad en las armas son características que dispone el juego, y es algo que hemos sentido en la hora aproximada de juego en la que hemos podido probar la vertiente competitiva de la propuesta.
Pero antes de entrar a la misma, nos hemos vuelto a encontrar con el Pick 10 habitual de la saga, así como las opciones de personalización. Encontramos armas que responden a la supuesta evolución de las actuales, y para ello también de los accesorios que las podrían mejorar o equilibrar en varios sentidos. Sin embargo, lo que más llama la atención es la posibilidad de elegir entre nueve Especialistas diferentes, soldados con implantes que nos aportarán durante la partida una habilidad diferente e inverosímil cada uno, y que darán muchísimo juego y variedad a las partidas durante momentos muy concretos, cuando las podamos usar. A los ya conocidos hace unos meses Ruin, Seraph, Outrider y Reaper se les unen esta vez Prophet y Nomad. Y con todos ellos encontramos habilidades tan poderosas como una ametralladora que sale del brazo del soldado, un arco futurista capaz de matar de un disparo o un cañón láser que desintegra al enemigo fácilmente, entre otros.
Capturar la bandera, Punto caliente y Baja confirmada fueron los tres modos de juego que pudimos jugar durante dicha sesión. En estas partidas nos encontramos con que el jetpack aparece mucho más pulido y con un uso más lógico que en Advanced Warfare. Su manejo es mucho más fácil en el aire, y además su menor velocidad impedirá que la partida se llene de jugadores dando saltos sin parar. A pesar de ello, refuerza el componente vertical de la propuesta con la habilidad de recorrer las paredes, pero lo hace todo ahora de forma más lógica y sensata.
Más allá de este hecho, en las condiciones en las que hemos jugado las partidas hemos notado las balas en todo momento, sin experimentar que el daño sea excesivamente potente ni demasiado débil como para que haya un problema en este sentido. Una vez más, el juego se mostraba sólido en su desarrollo, justificando de esta forma que la aparición del multijugador fuera tan temprana, sin esperar para ello a la Gamescom como en ediciones anteriores. Además, y por primera vez en esta clase de eventos, todo ha funcionado sobre consolas PlayStation 4 como consecuencia del acuerdo comercial alcanzado entre Activision y Sony para llevar los DLCs antes a las plataformas de la compañía nipona.
Sin embargo, hay que ser cautos y esperar a próximas informaciones para ver si todo lo que parece ofrecer Call of Duty: Black Ops III acaba fructificando en todo aquello a lo que apunta a ser. De momento pinta bien, negarlo sería un completo error, pero todavía queda pendiente ver cómo llegará a desarrollarse la propuesta y quan de equilibrado estará el juego cuando conozcamos a todos los Especialistas. Seguiremos de cerca la evolución del juego pues hasta su versión final.