Los que manejan información actualizada sobre el recorrido de los estudios de desarrollo de videojuegos más importantes se sorprendería en su día al saber que Assassin’s Creed Victory, el gran caballo de batalla de Ubisoft cada año, corría a cargo de un pequeño estudio situado en Quebec. En su haber, trabajos de calidad como La Tiranía del Rey Washington o Grito de Libertad, los contenidos de descarga de Assassin’s Creed III y Assassin’s Creed IV: Black Flag, nos hablaban de su potencial, pero no de lo preparados que estaban para soportar sobre sus hombros la dirección completa de un título principal de la saga.
Y sin embargo, tal vez por las ganas de demostrar que no son menos que la todopoderosa Montreal, el atrevimiento y la ambición se reflejan en lo que hemos podido probar del juego durante el E3 2015. Aunque a primera vista la Londres del siglo XIX pueda resultar fea o poco atractiva, sólo es necesario entrar en contacto con Jacob Frye (uno de los dos protagonistas de la aventura) para ver que Syndicate, aparentemente, tiene una solidez de la que al menos Unity carecía. No sabemos exactamente si echar la culpa de esto a que las ideas han tenido tiempo de representarse bien o porque, simplemente, son mejores que las del juego basado en la Revolución Francesa; pero lo cierto es que el juego en sí cuenta con una mayor robustez en todas las vertientes en las que se atreve a adentrarse.
Es el caso del manejo de los carruajes tirados por caballos. Cuando robamos alguno de éstos al más puro estilo Grand Theft Auto, sentimos tanto la velocidad como el movimiento tambaleante de los mismos al rodar sobre el empedrado. Elemento importante éste para ir de un lado a otro de los siete grandes distritos con los que se ha representado fielmente la ciudad de Londres. Dará mucho juego en misiones de persecución de hecho, habiendo dispuesto por ello unas calles lo suficientemente amplias para que podamos movernos con cierta libertad.
Pero si hablamos de movernos, no podemos dejar pasar la que consideramos la evolución a nivel jugable más importante, y no es otra que la existencia del gancho y de la cuerda. Tal vez muchos opinen que su aparición se carga por completo la acción de trepar, tan característica de la saga. En nuestra opinión, ofrecer una alternativa rápida y fácil de usar para subir rápidamente a una azotea otorga al juego una enorme agilidad en su desarrollo. Se acabaron esas frustrantes escaladas cada vez que caíamos de forma inesperada de algún sitio elevado o nos equivocábamos en persecuciones más o menos guiadas. El “método Batman” funciona bien, y no le sienta nada mal a Assassin’s Creed Syndicate.
Pero Ubisoft Quebec no se ha conformado únicamente en desafiar los cimientos de movimiento de la franquicia, sino que también ha querido meter las manos en un sistema de combate que nunca ha terminado por encontrar un rumbo claro. Aquí sí que no tenemos aún una impresión demasiado precisa sobre el movimiento es acertado o no, pero al menos sí que han intentado algo diferente con respecto a lo que podíamos ver en todas las entregas anteriores.
Esta vez nos encontramos con enemigos con una mayor resistencia, con lo que el juego nos lanza dos claros mensajes: “debes usar más el sigilo” y “debilítalos antes de meterte de lleno en la pelea”. Contamos de esta manera con diferentes armas que nos ayudarán a llevar a cabo dicho propósito, como son los cuchillos nepalíes o el revólver con un tambor de hasta seis balas. Tampoco debemos olvidarnos de los puños americanos que representan tan bien las peleas callejeras de una época de tanto conflicto en plena Revolución Industrial, como tampoco el bastón que guarda letales secretos en su estructura. Y la hoja oculta, obviamente, que no podemos olvidarnos de ella. Pequeños añadidos que acaban por cambiar bastante el sistema de combate.
Con las bandas callejeras encontramos justo otro de los nuevos aspectos que ofrece Syndicate. Jacob y Evie Frye (hermana melliza del protagonista que también podremos controlar durante la aventura) se colocan al frente de los Rooks con el objetivo de plasmar la lucha contra los Templarios también a las calles de Londres. Estas peleas masivas tendrán lugar en diversos momentos, pudiendo también mejorar su forma de actuar en base a la amplia personalización que volveremos a tener y que heredamos a de Assassin’s Creed Unity.
De hecho, en la demostración jugable comprobamos todos estos aspectos, aunque no entramos en detalles en el texto ya que fue la misma con la que Ubisoft mostró el juego el día de su anuncio oficial. Sin embargo, al poder ponernos sobre el control del proyecto sí que podemos dar fe de que todo lo que Ubisoft promete a priori se va cumpliendo, y que las repercusión de todo ello es palpable y notamos un cambio de desarrollo importante con respecto a Assassin’s Creed Unity. Nos gusta pensar que este hecho se debe a que esta entrega no cuenta con ningún tipo de multijugador, algo que hace que los esfuerzos se hayan redoblado en la historia principal.
Falta esperar, evidentemente, a que el juego siga adelante con el desarrollo y ver cómo va evolucionando hasta que se produzca su salida el próximo día 23 de octubre. En la demostración nos comentaron que en la Gamescom, seguramente, Evie pueda ser jugada, así que estaremos atento a todas las informaciones que surjan también en este aspecto.