A raíz de la anterior generación los juegos de disparos en primera persona experimentaron un auge tremendo que ha logrado generar una gran cantidad de variantes que hemos podido experimentar en muchos proyectos. Sin embargo, es también muy cierto que el mayor éxito y también saturación ha venido de la mano de temáticas ancladas en el siempre manido conflicto bélico o en la constante lucha de las fuerzas de la ley y del orden contra delincuentes de toda índole.
Ubisoft, que durante un tiempo ha dejado de lado este género para apostar por otros con una perspectiva en tercera persona, rescata la saga Rainbow Six (basada en la novela del desaparecido Tom Clancy) para llenar un hueco que estaba algo abandonado por la industria en general. La acción más táctica vuelve para deleitar a los aficionados a la estrategia más directa y emocionante, y lo hace con la excelencia por bandera que suele siempre enarbolar una saga que sigue contando con seguidores incondicionales.
De la mano de algunos miembros de Ubisoft Montreal pudimos asistir a una presentación privada de su nuevo juego de disparos en primera persona. Todo iba enfocado a detallar el anunciado Terrohunt (o Caza Terrorista), un modo de juego cooperativo en el que tendremos que hacer frente a una inteligencia artificial súmamente trabajada y que cuenta con una gran cantidad de variables. Para ello, tanto en solitario como acompañados por otros jugadores, deberemos hacer frente a las amenazas que nos vayan apareciendo en cada fase dentro del objetivo principal de las diferentes misiones.
En el asalto que presenciamos, el equipo tenía como objetivo llegar hasta dos bombas colocadas en diferentes puntos del mapa con el fin de desactivarlas, pero evidentemente nada iba a ser fácil. Llegar a cada uno de los puntos de interés era ya una tarea complicada, pues la inteligencia artificial se había colocado convenientemente en salas alrededor del artefacto, esperando la llegada de los asaltantes. Una vez que ésta se producía, el equipo adoptada posiciones defensivas ante la avalancha de enemigos que se cernían alrededor de la bomba.
Una emboscada en toda regla que tenía varios puntos de peligro de inicio, pero que se multiplicaban cuando los enemigos conseguían abrir brechas en la estructura del edificio. Las paredes ya no suponen una protección en Rainbow Six Siege, y muy pronto nos damos cuenta de ello cuando las explosiones se suceden en el mapa.
Este hecho revela algo que ya descubrimos cuando probamos la versión Alpha del juego hace unos meses, y es que el escenario acaba siendo la parte más importante del juego. Su destructibilidad lo convierte en auténtico protagonista de la estrategia, algo que va más allá de los planes previos que podamos trazar y de la coordinación con nuestro equipo. Arma de doble filo ésta, pues de la misma manera que la podremos aprovechar para sorprender a los enemigos en la vertiente atacante, será nuestro mayor peligro cuando tengamos que defender una posición determinada del lugar.
Pero lo que destaca sobremanera en este modo de juego es la inteligencia artificial. Ubisoft Montreal ha trabajado muy duramente en ofrecer unos comportamientos lógicos y muy estratégicos a los contrincantes que irán a por nosotros de forma incansable. No estamos ante acciones que veamos habitualmente, y la dificultad no va asociada únicamente a la punteria y al daño, sino a la posición. Un trabajo digno de resaltar y que responde al potencial técnico en este sentido en la nueva generación de consolas.
Así pues, Siege Generator se convierte en el elemento clave que hará que las partidas sean únicas, algo que es muy de agradecer en un modo cooperativo como el que estamos describiendo. Y es que, además de la excelente inteligencia artificial que se avecina en el juego, el hecho de que los objetivos vayan variando de cantidad y de lugar a cada partida que realicemos y la existencia de hasta 11 escenarios diferentes, nos puedes asegurar una gran cantidad de horas atacando o defendiendo junto con nuestros amigos.
Pese a todo, estamos ante una propuesta que gustará a aquellos que la sepan entender. Rainbow Six Siege no es un Call of Duty, ni mucho menos. Aquí no valen las carreras locas, ni los disparos sin ton ni son, ni tan siquiera el individualismo. La coordinación y la paciencia son la base del juego, y es que pocas balas bastarán para que acabemos mordiendo el polvo, de la misma forma que un tiro certero puede hacer acabar con nuestro rival si estamos bien posicionados.
Además, y algo que nunca viene mal, el apartado gráfico luce de una forma espectacular, destacando las partículas, los escenarios y los efectos de los diferentes artilugios que nos sirven para defender o atacar. Se aprecia mejora con respecto a la Alpha, algo que denota una evolución. Y es que no es de extrañar, porque al juego le falta muy poco para aparecer en las tiendas. Concretamente, lo hará el día 13 de octubre de este mismo año para PlayStation 4, Xbox One y PC.