E3 2015: Avance Tom Clancy’s Ghost Recon Wildlands

Enorme, ambicioso, repleto de acción y cooperativo

Ubisoft siempre nos tiene guardada más de una sorpresa en cada E3, y en esta edición del año 2015 no ha sido diferente. De hecho, hasta tres novedades importantes que podremos disfrutar en consolas de nueva generación se pudieron ver en su conferencia, aunque sin duda alguna, una de esas tres destacó muy por encima de las demás. Hablamos, evidentemente, de Tom Clancy’s Ghost Recon Wildlands.

El espectacular tráiler que pudimos observar tras la salida al escenario de Yves Guillemot traía consigo la vuelta de una franquicia tan prolífica para la compañía de origen francés, pero ahora en la nueva generación de consolas. Y con una novedad muy importante: la libertada basada en el mundo abierto. Ghost Recon Wildlands, además, aparecía en pantallas mostrando su fortaleza en el concepto de juego cooperativo de hasta para cuatro jugadores, haciendo que las posibilidades de diversión a simple vista fueran enormes.

Y algo así es lo que sentimos cuando asistimos a la presentación privada del juego en el estand de Ubisoft en en el Convention Center. Con cuatro jugadores sentados frente a sus respectivos ordenadores, comenzaba la demostración evidenciando la libertad de acción en cada momento, independientemente del concepto de cooperación de la propuesta. Cada jugador empezada en una parte del mapa, teniendo la oportunidad de ver en este punto la variedad de los escenarios naturales, así como también las diferentes opciones disponible con respecto a las misiones del juego.

Una de las cosas que más nos llamaron la atención nada más dar comienzo la demostración fue la distancia de dibujado. En pocos juegos, por no decir en ninguno, hemos podido ver al alzar la vista al horizonte una recorrido tan extenso y bien definido. Si bien es cierto que esta demostración funcionaba en PC, no creemos que existan demasiados problemas para que podamos disfrutar de algo similar finalmente en las consolas de nueva generación.

La segunda impresión que nos llevamos a los pocos minutos es el aire de familiaridad en muchos movimientos y animaciones. Es algo que ya concluimos nada más observar aquel tráiler en la conferencia de Ubisoft en el E3, y es que la metodología de trabajo de la compañía queda reflejada en cada uno de sus juegos. Vemos cosas de The Division, de Splinter Cell, de Far Cry e incluso de The Crew cuando descubrimos algún vehículo en acción. No es algo malo necesariamente, pero una vez más el uso de mecánicas y herramientas antes empleadas en otros proyectos está presente.

Pero más allá de las sensaciones inmediatas a primera vista, descubrimos un juego que contará su propia historia dentro de las posibilidades que ofrece Sudamérica tanto a nivel de ambientación como de trama argumental. Nos encontramos en Bolivia, lugar en el que las Fuerzas Especiales de élite de los Estados Unidos tienen el deber de acabar de una vez por todas con el cártel de drogas de Santa Blanca, una organización criminal cuyo crecimiento ha sido tan abrumador que ha acabado por suponer una amenaza importante a nivel global.

Con esta situación sobre el terreno tendremos la posibilidad de hacer frente a cada misión tanto en el anteriormente nombrado modo cooperativo para cuatro como en solitario. Independientemente de la forma en la que deseemos hacerlo, las complicadas decisiones que tendremos que tomar durante la historia y los acciones que llevemos a cabo tendrán sus consecuencias, muchas de ellas inesperadas tanto para los aliados como para los enemigos desencadenando así una jugabilidad tan dinámica y cambiante como lo sea todo aquello que llevemos a cabo.

Aunque volviendo a la demostración, no tardamos demasiado en ver la interacción de los cuatro personajes entre sí. Primero reuniéndose en grupos de dos, los soldados de élite se apoyan para llevar a cabo dos acciones de infiltración en dos lugares distintos. Aquí vemos por primera vez cómo el sigilo será algo extremadamente importante en la propuesta en coordinación con la acción del compañero. Mientras uno se queda en la distancia cubriendo al aliado, el otro se infiltra para acabar a corta distancia con los enemigos, cogiendo incluso alguno que otro para usarlo de escudo humano mientras rápidamente se cierra con éxito la misión.

Esta prueba continuaba convergiendo hacia la reunión de los cuatro jugadores en un único punto para asaltar una guarida enemiga. En el proceso descubrimos que, evidentemente, para recorrer un espacio de terreno tan enorme tendremos vehículos tan distintos como motos, coches, camionetas, helicópteros…y todos ellos perfectamente usables para que los soldados tengan diferentes papeles, es decir, mientras uno conduce los demás pueden disparar, bien sea asomándose por la ventanilla o montando un arma pesada en caso del transporte aéreo que nos presentaron.

Descubrimos así que todo está muy bien pensado para que los cuatro jugadores puedan trabajar de forma coordinada, pero también para que la misión pueda ejecutarse como mejor queramos. Podemos esperarnos a la tranquilidad de la noche para que el riesgo a que nos descubran sea menor, o podemos empezar a infiltrarnos de la forma más sigilosa posible, pero también es una opción entrar con todo el arsenal más pesado para acabar con los enemigos a sangre y fuego. Todo esto lo favorece el mundo abierto que disponemos, ya que la resolución de cada misión ya no está atada a la rigidez de un lugar cerrado determinado.

De esta forma, los cuatro soldados acaban reuniéndose desde tierra y aire -con una bonita y espectacular escena con la que descendíamos en paracaídas desde el helicóptero, por cierto-. La misión se llevaba a cabo con una mezcla entre el sigilo y la acción, para terminar de nuevo dividiendo al equipo en dos tras llegar al punto de extracción donde habíamos aparcado el helicóptero. Una coordinación total que nos puso los pelos de punta sólo de pensar en las posibilidades que pueden surgir simplemente cuando cuatro jugadores se sienten a pensar y trazar los planes de cada incursión en territorio enemigo.

Además, a nivel técnico luce de forma espectacular, tanto en la iluminación, como en las texturas, como en las animaciones. Es cierto que Ubisoft a veces acaba presentando un producto diferente desde la primera versión que aparece a la que nos encontramos en las tiendas, pero creemos que no debe de haber mayor problema para que Tom Clancy’s Ghost Recon Wildlands luzca si no igual, parecido, cuando llegue a consolas de nueva generación. Pero para eso aún quedará un tiempo pues no conocemos fecha de salida, con lo que sólo queda esperar para tener entre manos una de las más llamativas propuestas cooperativas que aparecerán en el mercado para un futuro cercano.