Con la aparición de la obra de J.R.R. Tolkien en la gran pantalla de la mano del trabajo de Peter Jackson al frente de su dirección, los videojuegos basados en el universo del escritor británico proliferaron de una forma asombrosa, cubriendo varios géneros entre los que podíamos encontrar la acción, la estrategia, el rol más puro o incluso el toque de humor desenfadado que puedan aportar las obras de TT Games.
Ahora, justo después de que de nuevo toda la fantasía de El Señor de los Anillos vuelva a surgir con la polémica producción de El Hobbit en tres innecesarias películas, más videojuegos aprovechan el momento para plantear su propuesta tanto a los fans del universo Tolkien como a todos aquellos amantes de la fantasía. Y en todo este conjunto de obras encontramos La Tierra Media: Sombras de Mordor.
Sin embargo, la aparición del juego desarrollado por Monolith Productions no ha estado exenta de polémica desde que se viera el primer vídeo meses atrás. Las animaciones y algunas habilidades del protagonista principal tenían una gran similitud con los movimientos que podemos observar en cualquier asesino de la saga Assassin’s Creed, levantando las suspicacias de más de uno al ver en este proyecto una copia descarada del trabajo realizado por Ubisoft.
Sin embargo, y por lo que pudimos comprobar en el estand de Warner Bros. en el Convention Center, nada más lejos de la realidad. Nos encontramos ante un juego que propone un desarrollo completamente novedoso y que supone la mayor baza posible del proyecto, más allá del uso del universo Tolkien para plasmar en él su jugabilidad. Es cierto que algunas mecánicas nos serán familiares, pero una vez asimilado el primer impacto nos encontraremos ante un juego completamente diferente y que puede convertirse en una de las sorpresas del presente año.
La historia que propone La Tierra Media: Sombras de Mordor no está basada en nada contado hasta el momento ni en El Hobbit, ni en El Señor de los Anillos, ni tan siquiera en el conjunto de pequeñas historias que forman el Silmarillion. El argumento nace entre las dos primeras obras que nombramos, teniendo de protagonista a Talion, un dúnedain fallecido cuya familia y compañeros montaraces son asesinados cruelmente en la Puerta Negra justo el día en el que Sauron y sus Capitanes Negros retornan a Mordor.
Su espíritu repleto de venganza le permitirá volver a la vida y emprender su particular revancha contra el ejército del Señor Oscuro, y justo en este hecho es donde se desarrollan todas las habilidades especiales que podremos hacer uso durante la aventura y que la dan tantísima variedad al juego. Todo este sistema de juego que va enlazado con Tailon recibe el nombre de Némesis.
Gracias a Némesis podremos establecer los objetivos que deseamos alcanzar en cada partida, variando enormemente el rumbo que pueda asumir nuestra sesión de juego en La Tierra Media: Sombras de Mordor. En todo momento elegiremos el orden y el procedimiento con el que ir asesinando a nuestros objetivos, una pirámide de jerarquía en la que seremos nosotros aquellos que tracen el plan de acción y provocando que cada partida sea totalmente diferente a la que pudiera realizar cualquier otra persona.
En esta fase podremos observar las características de cada enemigo, su posición dentro del ejército de Sauron e incluso la cantidad y ferocidad de los soldados que les siguen. Además, cuando estemos frente a él y le hayamos derrotado, podremos elegir de que manera acabaremos con él: si decidimos poner fin a su vida, perdonársela o controlar sus acciones a nuestra conveniencia, pudiendo incluso lanzarlo a combatir contra sus propios compañeros del ejércitos de Sauron.
Nuestra naturaleza de fantasma, además de otorgarnos poderes sobrenaturales que nos permitirán incluso absorber los de los enemigos ejecutados, también incidirá en el desarrollo de la aventura, pues cuando caigamos a los pies de los diferentes enemigos se acordarán de nosotros al volvernos a enfrentarnos a ellos, preguntándose en voz alta si no nos habían matado ya. Por otro lado, con el sistema de jerarquías de enemigos comentado anteriormente, aquellos que nos maten promocionarán rápidamente, encontrándonos con ellos de nuevo con muchas más experiencia y galones en la solapa que antes.
El desarrollo de la acción mezclará todo tipo de mecánicas para hacer en todo momento variado el desarrollo. En un mundo abierto completo, la necesidad de infiltración hará que nos empleemos a fondo en escondernos, escalar y pasar desapercibidos, aunque no es la única solución. Si lo preferimos, en lugar de ser silenciosos asesinos, podremos luchar abiertamente contra nuestros objetivos, a riesgo de que podamos perder la vida fácilmente. Pero al menos la opción está, y hace que el juego siga teniendo todavía más posibilidades.
Por otro lado, el componente RPG del juego viene de la mano de la evolución de Talion. Con la muerte de cada enemigo podremos conseguir runas mágicas que podrán asignarse a un árbol de habilidades amplio en el que ir eligiendo las cualidades que más se adaptan a nuestro estilo de juego y a nuestros intereses. Por ello, podremos optar por mejorar nuestras aptitudes físicas o mágicas, haciendo también que se amplíe ese conjunto de variedad que ya ofrece de por sí el juego.
Lo que vimos además contaba un aspecto gráfico aceptable en PS4, pese a su característica de juego transgeneracional. El título cuenta con una fase de desarrollo extremadamente avanzado, pues apenas quedan unos pocos meses para su salida al mercado, con lo que muy cerca estuvimos ya de ver cómo sería el resultado final. Y como hemos dicho anteriormente, apunta maneras.