Artículos y reportajes Por Antonio López 14 septiembre, 2015

Dragon Quest Heroes: Del RPG al musou

Probamos el título para ofreceros nuestras más recientes impresiones

La saga Dragon Quest goza de una salud envidiable dentro del género RPG. Los amantes del rol la conocen de sobra tras haberla disfrutado durante casi 30 años. Su popularidad en Japón es muy elevada y en Occidente también congrega a una importante legión de seguidores, aún cuando en ocasiones ha resultado complicado acceder a sus títulos en Europa o Norteamérica. Como parte de la estrategia de Square Enix de ampliar su catálogo de juegos y darle vidilla a sus franquicias más populares nace Dragon Quest Heroes: El infortunio del Árbol del Mundo y la Raíz del Mal, título que hemos tenido ocasión de probar durante horas para ofreceros unas impresiones finales antes de su próximo análisis.

Aunque los usuarios japoneses lo llevan disfrutando desde el pasado febrero, los jugadores occidentales no tendrán ocasión de hacerse con esta propuesta hasta el próximo mes de octubre, cuando se estrenará para PS4 (la versión para PS3 del título no llegará ni a Europa ni a Norteamérica). Con una segunda parte ya anunciada, Dragon Quest Heroes supone el estreno de la franquicia en el género musou con elegancia y solvencia, demostrando que una popular marca se puede adaptar a otros estilos si se respeta la base de la obra en su conjunto y se realiza un buen trabajo en su vertiente jugable.

Dragon Quest Heroes: El infortunio del Árbol del Mundo y la Raíz del Mal nos plantea una historia de lo más sencilla en la que nuestros héroes deben hacer frente a todos los monstruos del mundo en el que habitan tras haber estado conviviendo con ellos en paz durante años. Para evitar males innecesarios y no fastidiarle la experiencia a los amantes de la saga diremos poco más sobre la trama, que tiene un carácter meramente secundario y va directa al grano para mostrarnos combates multitudinarios y mucha acción, como mandan los cánones del género musou. Para llevar a cabo la tarea de adaptar un RPG a los parametros propios de este género nada mejor que contar con Omega Force a los mandos, veteranos del musou gracias a franquicias como Dynasty Warriors.

Una vez metidos en faena descubrimos que podemos elegir dos personajes principales, aunque a lo largo de la aventura tenemos acceso a todos los miembros de nuestro equipo, por lo que podemos alternar su control cuando lo deseemos. Además, al comenzar se nos pregunta por el enfoque de la jugabilidad, pudiendo elegir entre acción pura y dura o con toques de estrategia. En cualquier caso, nuestro objetivo principal será siempre el mismo: eliminar a todos los enemigos de una zona para poder avanzar hasta la siguiente. Nos encontramos con pequeñas variables, como defender una determinada zona u objeto del ataque enemigos, pero a fin de cuentas alcanzaremos la victoria cuando no quede ningún monstruo en el escenario.

El control de los personajes resulta asequible desde el primer instante, así como tampoco encontramos inconvenientes a la hora de realizar los diversos combos y ataques mágicos, por lo que será cuestión de práctica y de paciencia avanzar por las diversas misiones. La curva de dificultad de la obra, al menos hasta donde hemos jugado, resulta de lo más interesante, dejando claro que Omega Force y Square Enix pretenden divertir a todo el mundo. Lo más interesante del asunto es que al cambiar de personaje (nuestro equipo lo forman hasta cuatro luchadores diferentes) accedemos a nuevos movimientos, por lo que siempre podemos alternar el control de los mismos para enfrentarnos al título de diversas formas.

Otro aspecto llamativo de la jugabilidad de Dragon Quest Heroes reside en las monedas que algunos enemigos sueltan al ser eliminados. Cuando obtenemos este ítem podemos invocar al rival en cuestión, que pasará a ser nuestro aliado hasta que termine la fase o caiga fulminado por los monstruos. Este detalle añade un ligero componente estratégico a la obra ya que nos permite posicionar a estos aliados momentáneos en un determinado punto del mapa mientras el equipo central se desplaza hasta otra posición del escenario. No nos olvidamos de la barra que iremos rellenando el golpear enemigos y que nos permitirá, una vez esté hasta arriba, entrar en un modo especial donde nuestro protagonista se vuelve invencible durante unos segundos y puede realizar un golpe casi mortal para los monstruos de alrededor denominado Golpe de Gracia.

Con todo lo anterior, Dragon Quest Heroes: El infortunio del Árbol del Mundo y la Raíz del Mal no se olvida por completo de sus raíces roleras e introduce determinados elementos propios del género, como la consecución de niveles y experiencia, que le concede a la obra un incentivo de lo más interesante. Podemos mejorar las armas de nuestros personajes, otorgarles más puntos de salud o aprender técnicas especiales de ataque que nos permitan ser mucho más peligrosos en el combate. Algo que nos viene de perlas si tenemos en cuenta que nos vamos a pasar buena parte del tiempo peleando contra todo lo que se ponga por delante.

Pero, sin duda, lo que más nos ha gustado hasta el momento de este Dragon Quest Heroes es lo vistoso del conjunto, con un diseño de personajes fabuloso. Akira Toriyama es de sobra conocido por ser el padre de Bola de Dragón, pero también por ser el responsable de los personajes de Dragon Quest, algo que cualquier aficionado a su obra puede identificar al instante. El título, al menos hasta donde hemos jugado, se muestra agradable y muy personal, por lo que incluso los que no estén interesados en el género musou pueden salir gratamente sorprendidos con el trabajo de Omega Force.

A falta de completar la aventura, Dragon Quest Heroes: El infortunio del Árbol del Mundo y la Raíz del Mal nos deja unas gratas impresiones. El cambio de género que presenta este spin-off divierte y permite descubrir un juego directo y sencillo en su planteamiento, con los suficientes ingredientes roleros como para darle horas de contenido. Su lanzamiento en Occidente es una buena noticia y, aunque parece complicado que repita el éxito cosechado en Japón, seguro que sus aficionados le dan una oportunidad. Nosotros ya estamos deseando terminarlo para ofreceros durante las próximas semanas su análisis final.