Cada día falta menos para esa fecha marcada en el calendario de todo aficionado a PlayStation, el sistema de entretenimiento informático de la marca Sony, que lleva dándonos horas y horas de diversión desde hace más de 15 años. El día 29 de noviembre será cuando se ponga a la venta PlayStation 4, pero la prensa especializada del sector ha podido tocar, probar e incluso coger el nuevo hardware para conocer de primera mano lo que podremos esperar cuando se ponga a la venta.
El acto tuvo lugar en un hotel céntrico de Madrid donde pudimos ver un primer vídeo de presentación con las características más marcadas que tendrá PlayStation 4. Algunas bastante remarcables como la faceta social que permitirá compartir gameplays así como retar a nuestros amigos de una manera mucho más simple que hasta ahora, conocer que el catálogo será de 33 juegos el día de lanzamiento, y otras más obvias -aunque curiosas por su entrada en la enumeración- como que PS4 será la primera consola de Sony que lleve un cable HDMI de serie.
PlayStation 4 tiene tantas características importantes que no hay que dejar pasar que los organizadores dividieron la visita en 5 salas: social, integración, inmediatez, sencillez y personalización. De este modo pudimos ir pasando de una a otra conociendo las nuevas funciones y ventajas de la nueva máquina de Sony de la mejor manera posible, teniéndola en nuestras manos.
En la primera habitación ambientada para la ocasión pudimos ver el componente social que tendrá la nueva consola. En una etapa en que el factor social está en mayor auge que nunca antes, sobre todo gracias a las redes sociales, resulta indispensable que las consolas de nueva generación den muchas facilidades para el contacto directo con nuestros amigos. Ahí probamos Drive Club, un título de conducción en el que esta faceta social resulta clave, y uno de los primeros detalles es la solicitud de la foto del jugador para empezar a competir. Un mero detalle opcional a la disponibilidad de la cámara, pero que da una idea del peso de esta vertiente en el nuevo hardware de Sony.
En la sala había varias máquinas que correspondían a dos equipos distintos, haciendo de este modo una competición entre ambos. En el circuito que pudimos probar había diferentes secciones que otorgan puntuación: un slalom de velocidad, manejo en situaciones de derrape, cornering, etc. El manejo era un tanto complicado, pero debido a las distintas situaciones que permiten ganar puntos para nuestro equipo, se queda la sensación de que aún cometiendo algún fallo como un choque o un trompo, en la siguiente sección podremos resarcirnos y sentirnos importantes para conseguir el éxito de nuestro equipo. Ni que decir tiene que tras conocer los resultados, el hecho de retar a otros competidores resulta muy sencillo e intuitivo, mejorando la interacción entre usuarios.
En esta sala, destinada a conocer las posibilidades de interacción Ps4 -dispositivos móviles (smartphones o tablets indistintamente) pudimos probar dos de los juegos que harán uso de estas funcionalidades. Hablamos de las grandes apuestas de Ubisoft para este invierno: Assassin’s Creed IV: Black Flag y Watch Dogs.
En Assassin’s Creed IV pudimos repasar de nuevo la demo presente en la Gamescom en la que asaltamos una fortaleza enemiga combinando la fase inicial en barco en la que mermamos sus defensas con una fase a pie en la que comprobamos las posibilidades de combate que Edward Kenway trae a la franquicia. Durante la misma se insistió en todo momento en la posibilidad de abordar la aventura desde estas dos vertientes. Como el Assassin’s Creed más sandbox hasta la fecha, la cantidad de posibilidades son inmensas, y en dicho fragmento fuimos testigos de ello.
Watch Dogs trajo bajo el brazo una demostración inédita hasta el momento en la que observamos una infiltración en una nave industrial y cómo se puede afrontar de dos maneras distintas: o bien optando por el sigilo y haciendo uso de nuestro Smartphone para desactivar cámaras o crear distracciones como el activar un toro mecánico, o por el contrario optando por el tiroteo directo si somos avistados, sin duda una de las grandes apuestas del catálogo third-party de PS4 y que luce a un gran nivel.
En la tercera habitación pudimos tomar contacto con la creación de Japan Studio dirigida por Mark Cerny, el principal nombre tras el desarrollo de PlayStation 4 como hardware propiamente. Hablamos de Knack, el título que nos muestra a un curioso héroe capaz de absorber materia para aumentar su tamaño y poder para salvar al mundo de una extraña amenaza.
Pese a que con Knack se puede observar el gran trabajo en físicas en el cuerpo del personaje protagonista y su diseño artístico es destacable, por el momento elementos como las sombras quedan aún bastante pixeladas y no parece desde luego el juego que vaya a dejar boquiabierto al usuario por su capacidad gráfica. En las cuatro pequeñas secciones probadas, pudimos ver que no abundan las fases de plataformas quedando el resultado bastante pasillero y machacabotones. Las posibilidades de exploración quedan reducidas a paredes destruibles que pueden aportan a Knack un plus de materia. Además, el uso de cámara fija a estas alturas parece, cuanto menos, curioso.
En la penúltima habitación se mostraron las posibilidades que tendrán los desarrolladores “indies” para publicar sus creaciones en PS4, desapareciendo antiguas restricciones y haciendo que el catálogo disponible en la nueva consola de Sony no haga sino aumentar exponencialmente.
Sin embargo, a la hora de probar una de estas creaciones “indies”, las sensaciones fueron diferentes. El juego en cuestión se llamaba Hohokum y nos presenta a una especie de serpiente que va explorando diferentes mundos y tiene que ir completando ciertas tareas, pero sin ningún apoyo visual ni textual, todo mediante la exploración y la intuición, sin una misión concreta. Teniendo en cuenta el catálogo de juegos “indies” que prepara PlayStation 4 con joyas como Outlast o Transistor en la nevera, nos pareció interesante que nos mostraran una propuesta que se aleja algo más de lo convencional para invitarnos a probar una experiencia guiada, sobre todo, por las sensaciones y el descubrimiento de cada mundo.
En la última habitación pudimos comprobar las opciones de personalización de PlayStation 4, no atendiendo al significado de customización sino del vínculo que establece la máquina con el usuario, de cómo nos reconoce mediante la cámara y las funciones que podemos realizar con ella.
Mediante el uso de Playroom pudimos conocer a los AR Robots, unos personajes que nos muestran las posibilidades de realidad aumentada que tiene el uso de la cámara y el nuevo DualShock 4. Este camino abre nuevas vías para poder disfrutar de experiencias del estilo de Wonderbook, pero de una forma mucho más simple y sin excesivos accesorios. También pudimos echar una partidita de Air Hockey con la opción de detección de movimiento del mando así como ver a los pequeños robots bailar al son que nosotros marcamos mediante la pulsación de distintos botones que marcaban ritmos diferentes.
Todos estos minijuegos, a modo de tutorial nos hacen una idea del nivel de detección que tiene la nueva cámara tanto de nuestro cuerpo y su posición como del nuevo mando DualShock 4 y así también poder disfrutar de los videojuegos de una forma más directa entre nosotros y la pantalla en la que nos reflejamos. Simple, pero sin duda muy divertido.
De esta manera, abandonando la cuarta planta del hotel, salimos con la sensación de haber visto a grandes rasgos cinco de los principales pilares con los que se pretende sostener el nuevo hardware. Algunas ausencias como Killzone: Shadow Fall se echaron en falta, pero con todo lo visto logramos impregnarnos de un proyecto que echará a volar dentro de poco menos de dos meses.