¿Cómo sería la lista de trofeos perfecta?
Cuánto Platino desperdiciado por una mala elección
Hay que ver. Con todo lo que hemos hablado de trofeos estos años, y desde aquí nunca hemos planteado una pregunta que es más que evidente. ¿Cómo sería la lista de trofeos perfecta? Claro, no estamos hablando de la lista de un juego en concreto, sino en términos generales. Hoy día a nivel global realmente las listas de trofeos se diferencian por géneros (por ejemplo, los juegos deportivos exigen ganar competiciones y partidas online de algún tipo, los de conducción superar tiempos, los hack’n slash dificultades, los plataformas muchos coleccionables…), así que tampoco vamos a centrarnos en algo que pueda ser aplicado a cualquier título. Vamos a ver qué se nos ocurre.
Uno de los mayores problemas que se encuentran aquellos que buscan conseguir Platinos o hacen Guías de Trofeos es el alto nivel de spoilers que puede haber en función de la cantidad de trofeos directamente relacionados con la historia. Que un trofeo diga «Acto I Completado – Termina el Acto I» no es lógicamente lo mismo que «Acto I Completado – Mata a tu padre«. En muchos casos estos trofeos sirven como relleno para alcanzar la puntuación que ronda los mil puntos que conlleva cada Platino, pero creemos que si en vez de un montón de bronces de historia pones sólo un par de platas u oros y les das descripciones genéricas, harás un favor a todo el que quiera ver la lista sin llevarse malas sorpresas.
Aprovechad el trabajo que habéis hecho. Sí, hablamos de vosotros, miembros de Telltale Studios. Vamos a decir una verdad como un templo. The Walking Dead y, en general, las listas de trofeos de los juegos de Telltale, no sólo no les hacen ningún favor, sino que, desde el punto de vista del jugador que busca trofeos, hacen que sean mucho peores. «Vamos a poner un montón de posibles decisiones, pero para los trofeos, simplemente termina el juego una vez, da igual qué decisión tomes». Dicho de otra forma, la inmensa mayoría de cazadores de trofeos que ha superado los juegos de Telltale no ha visto ni una fracción de ellos. Sin embargo ahí está Quantic Dream, que nos ha hecho dar muchas vueltas en Heavy Rain y Beyond: Dos Almas. Si la historia de tu juego cambia drásticamente y se bifurca varias veces en función de las decisiones que tomes, haz que los compradores puedan exprimirlo al máximo, hazles ver todo lo que habías planeado.
Los trofeos por coleccionables pueden ser una de las mayores maldiciones con las que puedes encontrarte. Si no conocéis el término, nos referimos a esos trofeos que te obligan a recoger todos (o gran parte) de los libros que hay en tal juego, todos los amuletos que hay en cada nivel, todos los tesoros, etc. El gran problema que hay en este aspecto es que en la inmensa mayoría de ocasiones, no aportan absolutamente nada. Simplemente los coges todos y salta el trofeo. Pero pueden ser una enorme fuente de diversión cuando se hace bien. The Division, por ejemplo, es el mejor ejemplo de cómo ponerlos y hacerlos interesantes. Los Ecos son el mejor coleccionable que hemos visto en mucho tiempo, ya que no sólo te narran una breve historia, sino que te dan lo suficiente para imaginarla. En otros casos nos aportan puntos de experiencia, equipo, misione adicionales… Por supuesto, si pones coleccionables, no seas mala gente, no nos obligues a buscar vídeos. Siempre deberían dar una opción para llevar un registro de cuáles has cogido y dónde están los demás (aunque sea una habilidad desbloqueada al final del juego).
Está claro que en juegos como Devil May Cry, Darksiders, Uncharted, u otros muy diferentes como Call of Duty o Bioshock, jugar en una u otra dificultad supone enormes cambios. En Devil May Cry, por ejemplo, todos recordamos lo que pasa en la dificultad Dante Must Die. El Devil Trigger de los puñeteros enemigos, que te puede poner en serios problemas. Dificultades que requieren haber sacado sobresaliente en la asignatura de Reflejos Jedi y luego haber hecho un máster de Puedo jugar con los ojos cerrados. Queremos un desafío, eso está claro. Pero hay una delgada línea entre «desafiante» y «frustrante». Sí, sí, Ninja Gaiden, hablamos de ti, no te escondas. La dificultad básica ya era más que suficiente, malditos psicópatas del Team Ninja. Un buen ejemplo de cómo poner estos trofeos lo tenemos, este año, en Doom. El juego en sus dificultades básicas no es excesivamente complicado, aunque tampoco un paseo. Pero en Ultrapesadilla (la clásica muerte permanente que te borra la partida), sólo hay que completar un episodio. Y adelantamos que vas a morir unas cuantas veces. Lo que hagas si consigues pasarte ese nivel es cosa tuya.
Estos trofeos son más complicados de añadir, porque no todos los juegos lo permiten. Necesitarías un título de acción de algún tipo y que ofrezca un mundo abierto, con selector de misiones, o que tenga una zona hub (tipo el Nexo de Demon’s Souls o similar) para poder añadirlo sin grandes problemas. Eso, o poner opción de Nueva Partida+ para hacerles frente, como pasa en Anima: Gate of Memories. Poner jefes secretos es un plus que puede ser de lo más interesante. Te obliga a subir de nivel, conseguir mejores armas, diseñar (o buscar) la mejor estrategia… y no ponerlos puede suponer perderte algo muy divertido. Por ejemplo, ¿cuántos habéis derrotado al Padre Rodin en Bayonetta? Un servidor lo hizo, entre terribles sufrimientos, pero no tiene ningún trofeo asociado. Una lástima.
Aquí ya estaríamos hablando de los trofeos con lo que se suele rellenar una lista. Cuando ya has añadido trofeos de la historia, dificultades y coleccionables, pero no tienes más que añadir porque tu juego no permite poner jefes ni contrarrelojes, ¿qué trofeos pones? Pues pones lo que un amigo y yo solemos llamar «los random«. Son esos que te obligan a robar 50 carteras a NPCs, los famosos trofeos de las armas de Dark Souls (claro que estos casi entrarían en coleccionables), saltar desde la cumbre más alta hasta un lago, acertarle justo en el corazón a un enemigo con una flecha o bailar la macarena a medianoche en un cráter de la Luna mientras el suelo arde a nuestro alrededor. Sí, sí, reíros, pero algo parecido hemos visto en Destiny. Estos trofeos pueden aportar muchísima variedad y hacernos ver cosas que de otra manera ni sabríamos que están ahí. Además suelen ser cosas divertidas, aunque hay que reconocer que a veces se hace complicado.
Es complicado intentar dar con la lista de trofeos perfecta, eso está más que claro. Nosotros en base a lo que hemos jugado hemos pensado en estos, que es como nos parece que deberían estar pensadas la mayoría de listas con Platino. Pero seguro que hay algo en lo que no hemos caído. ¿Qué otros tipos de trofeos creéis que deberían estar incluidos en una lista perfecta y cómo deberían implementarse?