Así que estas navidades te han regalado una PS4. Eres joven y es tu primer contacto con las consolas. O tal vez, aprovechando que los precios de PS3 están por los suelos, te has hecho con una de ellas y has comprado un cargamento de juegos rescatados de una cesta de segunda mano. Puede que simplemente hayas decidido que quieres meterte en el tema de los trofeos y nunca antes lo habías hecho. ¿Cómo zambullirte de lleno en el mundo de los trofeos y sobrevivir en el intento?
Es posible que seas simplemente un jugador de ratos libres cortos. No son pocos los que únicamente juegan en los escasos ratos libres que les pueden dejar el trabajo, la familia y distintas obligaciones. Es en este caso donde, aún si te quieres meter en algo de cierta exigencia como suelen ser los Platinos, es importante que te centres en un género que te guste, al menos al principio.
Si eres por el contrario una persona joven, con tiempo suficiente para dedicar un par de horas al día a esta afición, tampoco deberías alejarte de tus géneros favoritos al menos al principio. Dedicarte a ir a por cosas que no te gustan tanto o que excedan tus posibilidades puede que te quite las ganas de seguir consiguiendo trofeos.
Puede que seas un gran jugador o jugadora, o puede que no. Puede que tengas un enorme potencial pero aún si este es el caso, enfrentarte directamente a los peores desafíos no es para nada recomendable. Los hay que nacen con un don realmente y todo lo que toca se convierte en Platino, pero realmente siempre es buena idea hacer las cosas de forma progresiva. Parece mentira, pero se va cogiendo mucha práctica a medida que juegas que se puede aplicar en muchos otros juegos.
Al final se pueden encontrar ciertas mecánicas que siempre funcionan en todos los juegos de un mismo género o que, si de manera estándar no funcionan, nosotros somos capaces de hacer que salgan bien.
Esto es una combinación de las dos recomendaciones anteriores. Dedicarte a los juegos equivocados puede que haga que te desinfles con rapidez. ¿Qué queremos decir con esto? Que deberías encontrar algo con lo que te encuentres en un término medio.
La mayoría de juegos nos ofrecen tres pilares en los que basar el Platino: coleccionables, dificultad, acciones.
Lo primero se refiere a una de las partes menos apreciadas de este mundillo, que es recoger documentos, archivos, objetos, amuletos, tesoros… En algunas ocasiones es algo entretenido, aportan algo realmente interesante o lore sobre el juego e incluso recompensas. Pero en otras, es simple y llanamente tedioso. Los juegos de aventuras se caracterizan por tener a menudo muchos de estos coleccionables, pero a día de hoy se pueden encontrar en muchos géneros.
En cuanto a lo segundo, es bastante autodescriptivo: dificultad. No son pocos los juegos que te obligan a jugar una partida en la dificultad máxima, aunque en algunos basta con repetir la última parte. Mención especial a aquellos que te obligan a jugar varias partidas en varias dificultades diferentes: aunque en ocasiones los trofeos son stackables (jugar en la máxima dificultad desbloquea los trofeos de todas las dificultades anteriores), habrá algunos que resulten insufribles.
Los específicos son los que suelen dar personalidad al juego y, en el caso de sagas, es fácil ver cómo se van repitiendo a lo largo de distintas entregas. También hay casos en los que un estudio se caracteriza siempre por plantear ciertos desafíos. Platinum Games, por ejemplo, suele exigir conseguir la máxima calificación en todo el juego para conseguir un determinado trofeo. Otros de los “específicos” pueden ser acabar con una cierta cantidad de enemigos con un arma o habilidad concreta, conseguir llevar acabo hazañas como golpear a un enemigo en el aire cien veces o saltar desde el punto más alto del mapa. Como decimos, aportan personalidad a un juego.
Echar un vistazo a las listas de trofeos puede ayudarte a decidir, pero tienes que ser consciente de que en ocasiones te comerás algún que otro spoiler.
Sí que es cierto que existe un perfil de cazador que se centra en conseguir absolutamente todos los trofeos de todos los juegos que entran en su consola, pero hay veces que es mejor tomarse un respiro. Quizás has dedicado demasiadas horas a ese juego y conviene dedicarte a otro antes de volver a intentarlo, puede que lo veas con otros ojos.
Después de estar varias horas luchando contra un jefe determinado imposible de derrotar en esa dificultad que te han exigido o tratando de llevar a cabo una proeza heróica que siempre se te escapa de los dedos, uno se cansa. Prueba otra cosa, pasa a otro juego. Puedes incluso, si quieres engordar la lista de Platinos, dedicarte a los clásicos “Relacionado con la historia, imposible de perder”. Telltale es una apuesta segura para esto.
Esto es un hobby, una afición. Durante este texto hemos querido guiarte, orientarte ligeramente sobre cómo meterte en el mundo de los trofeos, pero al final, eres tú quien decide cómo y a qué juega. Llena tu lista de Platinos Disney. No juegues a nada con una dificultad inferior a 8. No compres juegos con DLCs para que no baje el porcentaje, no juegues a nada que no tega Platino, ¿qué más da? El caso es divertirse y pasarlo bien.
Personalmente, si acabáis de entrar en el mundo de PS4 y buscáis algo interesante pero al mismo tiempo relativamente asequible, recomendaría Fallout 4 o Metal Gear Solid V: The Phantom Pain. Tienen un poco de todo y algún desafío (MGS más que Fallout) que te pueden servir para allanar el camino a futuros retos.
Pero sobre todo, si te dedicas a conseguir trofeos, cuenta con la comunidad. Sea esta, sea otra, sea cual sea, son el resto de jugadores los que más te ayudarán y no hablamos sólo de trofeos online. Consejos, experiencias, nuevas posibilidades, todo es más fácil si cuentas con los demás.