Esta misma semana se ha estrenado en cines Batman vs Superman: El Amanecer de la Justicia y seguro que, como nosotros, también habéis ido a verla. Una lucha entre titanes que termina con la victoria de… del espectador si queréis saber más de la película id a verla, que Ben Affleck ha superado las expectativas y Henry Cavill hace un papel, cómo no, impresionante y sobrecogedor. Pero esto nos ha llevado a pensar en otra cosa y es en auténticas luchas legendarias entre personajes del mundo digital, que es lo que repasamos hoy: 10 enfrentamientos épicos en el mundo de los videojuegos.
La premisa básica para figurar en nuestra lista es que el combate sea realmente memorable. Un dios contra un humano, dos malas bestias destrozándose o una enemistad especialmente letal entre ellos. Los combates de los que hablamos se consideran uno contra uno, aunque en algunos casos podamos contar con ayuda en forma de NPCs u otros jugadores. Advertimos, evidentemente, de spoilers, porque gran parte de la epicidad de estos combates está en el trasfondo y significado de los mismos que, lógicamente, tenemos que explicar.
No podíamos empezar de otra manera, por supuesto, que con el juego que más superpoderes reúne entre su plantel de luchadores. El propio Superman (o no) es una pieza pivotal en torno a la que gira el argumento de Injustice: Gods Among Us y seguro que muchos no pudieron resistirse a buscar el combate uno contra uno entre Batman y Superman, con el fin de recrear de alguna manera precisamente la película que esta semana se estrena en cines. Quizás no consigamos el nivel de espectacularidad del celuloide o los cómics, pero desde luego, enfrentar a Kal-El con uno de los tipos más peligrosos de la Tierra es sin duda algo para recordar.
El final del último Acto de Metal Gear Solid 4: Guns of the Patriots está plagado de sorpresas y revelaciones, como son por ejemplo las auténticas intenciones de muchos de los personajes que han estado presentes en la franquicia. En términos cronológicos, el combate entre Old Snake y Liquid Ocelot es el último combate de Snake dentro de la historia de Metal Gear (ya que el encuentro en el cementerio no es un combate siquiera) y todo el sistema de combate cuerpo a cuerpo cambia para dar espectacularidad al encuentro. Golpes especiales, contraataques, llaves, pequeñas QTEs, todo con el único fin de dar un digno final a Ocelot, único personaje presente e
n todas y cada una de las entregas de la franquicia y que guarda el secreto que explica gran parte de las malas acciones que hemos visto en la saga. Especialmente memorables al mismo tiempo que patéticos son los últimos golpes que intercambian dos viejas glorias al borde de la muerte y en lo alto de una nave destinada a cambiar el mundo.
El último capítulo de la adaptación a los videojuegos de la saga El Brujo no intenta engañarnos con subterfugios ni villanos de última hora que intenten forzar giros argumentales baratos. Prácticamente desde el principio tenemos claro que la Cacería Salvaje (o Persecución, como se la nombra en los libros) es el enemigo al que nos enfrentamos y su Rey el gran villano de la aventura. El combate entre el Lobo y Eredin es especialmente memorable por las circunstancias que lo acompañan. El mundo entero ha unido sus manos para hacer frente a una amenaza que busca el fin del mundo, pero son Ciri y Gwynbleidd los que tendrán que abrirse paso entre campos de batalla e incluso mundos par
a llegar hasta el final… sin saber que aún con los planes de Eredin frustrados, Tedd Deireadh se sigue acercando inexorablemente. El último combate del Brujo, de un guerrero cansado, harto de luchar y que sólo quiere asentarse y descansar merece una mención especial.
Eres el malo de un videojuego y sólo se te ocurre tocarle las narices a uno de los tíos con más problemas de control de la ira que existen. Bravo. Por mucho Dios de la Guerra que seas, las apuestas están en tu contra, como demuestra Kratos en la primera entrega de la franquicia God of War. Pero es en God of War III cuando tiene lugar la venganza real de nuestro protagonista contra el Olimpo, que lo traiciona durante el segundo juego de la saga. Todos los combates de este cierre de la trilogía original son especialmente memorables, con el fantasama de Esparta dejando un reguero de muerte y destrucción desde el propio comienzo del juego, en el título más sombrío de la serie
y que van augurando el propio fin del mundo… pero es el combate final entre Kratos y Zeus el que recordamos especialmente, tanto por espectacularidad como por violencia y brutalidad pura y animal. El factor del parentesco entre los enemigos no nos llama la atención especialmente, eso sí: atendiendo a la mitología, lo complicado sería que al dios del Olimpo no lo matase un hijo…
La franquicia Dark Souls está plagada de combates épicos: tanto por enemigos como por ambientación y música, casi cada combate merece figurar aquí. Pero aunque en opinión de muchos el combate contra Ornstein y Smough sea el punto álgido de la historia o el combate contra Artorias tenga unas tristes connotaciones, el enfrentamiento final del juego es, como nos recordaba un usuario hace poco, simplemente memorable. La ambientación que hay antes de llegar al lugar es sobrecogedora, recordándonos qué pasó en este lugar dejado de la mano de los dioses, cuando Gwyn, al fracasar el intento de la Bruja de Izalith de duplicar la Primera Llama, decidió sacrificarse él mismo para enl
azar la llama y ofrecer otra oportunidad al mundo, convirtiéndose así en Gwyn, Señor de la Ceniza. La ambientación oscura, la música depresiva y saber que estamos acabando con la vida de alguien que lo dio todo, mientras que nosotros podremos elegir una vez Gwyn haya caído, repercuten directamente sobre el futuro de todo el mundo…
Todo buen juego debe tener un buen villano y nadie dice que no pueda ser un arquetipo, siempre que esté bien hecho. Uncharted 2: El Reino de los Ladrones es considerado por muchos el hasta ahora mejor juego de la franquicia de Naughty Dog. Con una introducción brutal (literalmente, en esencia, pobre Nathan), el juego va ganando puntos a medida que avanzamos hasta plantarnos cara a cara con un villano que parece indestructible. Vale, sabemos que no es ruso (es serbio), pero Zoran Lazarevic encaja en ese arquetipo de los videojuegos del «exsoldado ruso indestructible con muy mala leche, ganas de volarte la cabeza y hacerse rico». Pero también es arquetípico que el héroe se impo
nga y lleve al villano a su fin… de forma indirecta.
Los enfrentamientos fratricidas son un clásico de tintes mitológicos y en el mundo de los videojuegos tenemos muchos ejemplos de esto. Quizás una de las muestras con resultado más espectacular sea la rivalidad antagónica (no llega a ser odio realmente, sino una simple rivalidad llevada al extremo) entre Dante y Vergil, ambos personajes centrales de la historia de las entregas originales de Devil May Cry. Si bien en el primer juego el papel de Vergil era muy secundario y no sabíamos de su existencia hasta haber avanzado mucho, en Devil May Cry 3 nos pasábamos el juego siguiendo sus pasos, intentando frustrar sus planes y enfrentándonos a él en tres ocasiones, a cual
más espectacular. Mención especial al combate en lo alto de Temen-Ni-Gru, posiblemente las secuencias de combate más vistosas de todo el juego y con un resultado espectacular: el primer despertar del Devil Trigger de Dante.
Aquellos que hayan jugado a Alien: Isolation y conozcan tanto la franquicia cinematográfica como los desastrosos intentos de convertirla en videojuego, sin duda estarán de acuerdo en el genial trabajo hecho por Creative Assembly. Tanto en la atmósfera creada como con el diseño de la criatura y su brutalmente letal inteligencia, desde el primer momento en que aparece el xenomorfo la mezcla de miedo y odio que sentimos a la criatura es enorme. Sin embargo no podemos hacerle frente casi nunca y nuestros enfrentamientos son más duelos de inteligencia que combates abiertos, salvo en contadas ocasiones… e incluso cuando salgamos victoriosos una vez podamos plantar cara, no
estaremos seguros…
Otra muestra de cómo en From Software adoran darle tintes épicos a sus combates, Bloodborne es un encuentro memorable tras otro. Todos y cada uno de ellos están cargados de una mezcla de horror lovecraftiano, acción y desesperación, pero hay uno que merece una mención especial. El combate final del juego, sin tener en cuenta la Presencia Lunar, está rodeado de algo especial. El inesperado encontronazo con Gherman, el Primer Cazador. Toda la secuencia está rodeada de una opresiva sensación de muerte, con ese campo de flores, el árbol marchito… el momento en que Gherman se pone en pie, toma ágilmente su guadaña (con un movimiento bastante vistoso, por cierto) y
dice «Esta noche Gherman se une a la Cacería» es capaz de poner los pelos de punta al más pintado. Y el viejo no es lento precisamente: un despiste y morderás el polvo.
No podíamos terminar sin hacer mención a uno de los enfrentamientos más conocidos del mundo de los videojuegos, en especial porque realmente nunca sucede en el propio juego más que en una pequeña secuencia de desarrollo casi automático y que realmente no podemos ver en todo su esplendor hasta la secuela cinematográfica de Final Fantasy VII, Advent Children. Cloud y Sephirot tienen una relación que no necesita una gran presentación, pero es una de las más efectivas que se han diseñado: Sephirot es el ídolo de la infancia de Cloud, que aspira a ser como él. Cloud termina «matando» a Sephirot y él mismo «muere» para terminar convertido en una suerte de cop
ia defectuosa del legendario miembro de SOLDADO. Sephirot (o más bien su voluntad) vuelve a caminar sobre Gaia y acaba con la vida de Aeris en una de las escenas más recordadas por muchos y el resto de nuestro viaje es una mezcla de búsqueda por salvar el planeta y vengarnos de este hecho. Pero sin duda, el efecto se había conseguido: nuestro odio por el villano es instantáneo, el shock la primera vez que lo vimos fue instantáneo y sus repercusiones en el protagonista, suficientes para saber que cada vez que Cloud y Sephirot se encuentran, la secuencia será espectacular. Es más, estamos deseando ver su enfrentamiento en el remake que llegará a consolas de nueva generación.
Realmente son innumerables los grandes combates que pueden disfrutarse dentro del mundo de los videojuegos, todos ellos igual de impresionantes y épicos.