Tras cerca de dos años de espera para poder volver a realizar nuestros actos más oscuros y perversos, Triumph Studios retoma su exitosa serie Overlord con una continuación que promete seguir en líneas generales las bases impuestas en su primera parte pero ampliando el concepto original con nuevas y atractivas funciones. ¿Lo conseguirá? Veamos su propuesta.
Overlord llegó al mercado para Xbox 360 y PC en 2006 y, casi un año después, llegaría para PS3 en una posterior revisión junto a una expansión llamada Raising Hell; siendo un juego de estética muy parecida a Fable y que nos presentaba una interesante mezcla entre acción, aventura y rol. En este título se nos daba la (hasta entonces extraña) oportunidad de interpretar a un protagonista malvado que debía reconstruir los cimientos de su civilización y vengar la caída de su imperio destruido por los buenos. Por lo que ser malvado era la clave del éxito y el camino que nos llevaría a finiquitar nuestra ansiada venganza. Interpretar al villano hacía de Overlord (un título que no sorprendía en nada) una propuesta bastante original y estimulante sobre todo desde el punto de vista argumental y en el aspecto jugable, conformando una obra notable por aquel entonces en el catálogo de ambas plataformas.
Ahora nos llega su segunda desarrollada en el Reino de Nordberg (con una gran variedad de entornos) donde el Imperio Glorioso está decidido a destruir toda forma de vida y, por supuesto, esta decisión nos concierne a nosotros. Con un nuevo Señor del Mal, hijo del protagonista de la primera parte, trataremos de reconstruir, una vez más, nuestro subyugo bajo la presión del Imperio Glorioso y de otras razas que aparecerán durante el desarrollo como son los gnomos y los elfos (todas ellas perfectamente caracterizadas y recreadas para la ocasión).
Para llevar a cabo nuestros planes de venganza y reconstruir nuestro imperio comenzaremos por nuestra torre oscura que supondrá nuestro centro de operaciones. Para ello manejaremos a un Señor del Mal que, por sí mismo, se encuentra bastante limitado en sus acciones; ya que éstas no van más allá de la gestión de objetos y la posibilidad de lanzar devastadores conjuros siempre y cuando tengamos suficiente maná disponible. Para contrarrestar esta situación, nuestro señor oscuro cuenta con la posibilidad de reclutar hordas de esbirros del mal que no dudarán en realizar todo encargo que su Overlord les ordene. Convirtiéndose la figura del esbirro en un elemento esencial para avanzar en un desarrollo cargado de decisiones morales que solucionaremos con total libertad de elección. Este desarrollo nos obligará también a la conquista de diversas tierras del mapeado con distintas civilizaciones a la que deberemos derrocar si queremos reconstruir lo que un día fue nuestro.
Respecto a las mencionadas decisiones morales debemos recordar que en la primera entrega de Overlord nos veíamos obligados a acatar las consecuencias negativas y positivas tanto de un trato demasiado dictatorial al pueblo y a nuestros vasallos (que seguramente acabarían faltándonos el respeto y provocando una revuelta), como de un excesivo libertinaje que nos llevará a posibles reyertas. Por todo ello, el título nos obligaba a mantener un sutil equilibrio moral dentro de nuestras acciones si queríamos que todo fuera sobre ruedas. Para Overlord II se ha decidido mantener la base que hizo grande a su antecesor, es decir, el jugador sigue contando con una total libertad de elección, pero uno de los aspectos más criticados por los usuarios fue el tan sensible equilibrio moral de nuestras acciones que hemos comentado anteriormente. Es por ello que los chicos de Triumph Studios han decidido suavizar este problema mediante la implantación de un nuevo sistema de «distintas formas de maldad» que vendrán definidas por nuestras decisiones malas y peores para la obtención de beneficios en nuestra nueva tarea de reconstrucción del imperio. Con este nuevo sistema podremos someter al pueblo a un régimen político basado en la dominación donde conseguiremos beneficios de forma prolongada y tendremos mayor capacidad para someter a nuestros lacayos; o a una política de destrucción donde obtendremos ventajas instantáneas en forma de botines de guerra o la esencia de las almas de los caídos en las guerras que provoquemos deliberadamente.
En todo caso, elegido el sistema que mejor se adapte a nuestra forma de actuar y de jugar, siempre tendremos a nuestras órdenes a los (ya comentados) esbirros del mal. Criaturas de aspecto inquietante que, además de ser nuestra mano ejecutora (nos permitían accionar mecanismos y arrasaban con todo lo que su señor oscuro les ordenaba), suponen ese toque de humor tan característico que impregna a la serie Overlord desde sus inicios, convirtiéndose rápidamente en los personajes más carismáticos de la franquicia. Para la ocasión, la lista de tipos y características de estos esbirros se verá aumentada, conformando la siguiente plantilla:
- Parduzcos (o tipo marrón): conformarán nuestra infantería dispuesta a dar su vida para realizar las tareas que le encomendemos. Como nueva característica en Overlord II, contará con la posibilidad d montar y cabalgar a lomos de sus lobos para poder desplazarse con mayor rapidez por el escenario y causar mayores estragos.
- Bermejos (o tipo rojo): cuentan con la posibilidad de lanzar bolas de fuego, por lo que son ideales para ataques a distancia. Además en Overlord II podrán montar sobre salamandras gigantes que les conferirán la posibilidad de atravesar todo tipo de terreno de formas inimaginables.
- Viridios (o tipo verde): Cuentan con una gran capacidad de sigilo, resistencia a determinados venenos y ahora, en Overlord II, podrán montar en arañas gigantes que les conferirán la capacidad de atacar a sus presas por sorpresa y de atraparlas en sus trampas de telaraña.
- Zarcos (o tipo azul): son capaces de nadar, por lo que nos conferirán la capacidad de atravesar ríos y lagos a nado si lo necesitamos. Además contarán con la posibilidad de curar a otros tipos de esbirros mediante hechizos mágicos.
Por si esto fuera poco, nuestros esbirros contarán con la posibilidad de poder cambiarles su nombre a placer del jugador, algunos de ellos con la nueva habilidad de recoger los artilugios de los enemigos derrotados para posteriormente usarlos en su propio beneficio y de la posibilidad de convertirse (si así lo deseamos) en campeones. Estos campeones tendrán la ventaja de poder comandar a un grupo de un total de 10 esbirros, por lo que serán una herramienta muy útil a la hora de delegar determinadas acciones en ellos que de otro modo de nos acabaría acumulando en nuestra lista de deberes. Elemento éste que parece que será muy importante desde el punto de vista del componente estratégico del título.
Es de suponer que el argumento de Overlord II mantendrá el interés y el notable nivel que ya mostraba su primera parte. Esto lo pensamos sobre todo al saber que Rhianna Pratchett (guionista del primer título) sigue a cargo del guión en esta segunda parte lo que, sin duda y más teniendo en cuenta la trayectoria de la escritora, asegura calidad en este apartado.
A juzgar por las imágenes mostradas hasta ahora, y a falta de una versión jugable, parece que Overlord II supone una buena ampliación conceptual de su base jugable, junto a una perspectiva de continuidad desde el punto de vista gráfico que cuenta con un empaque técnico que, sin llegar a destacar, si cumple con lo que se propone. Ahora sólo esperamos comprobar que a nivel sonoro mantenga el nivel sobresaliente visto en su primera parte (incluso que se repita ese gran doblaje al castellano) y que todo este conjunto quede remozado con unas funciones online a la altura, es decir, con al menos el modo competitivo y de supervivencia cooperativa que presentaba el primer título entre sus filas. Aunque es de suponer que alguna sorpresa en este sentido nos aguarda Triumph Studios.Si todo se cumple, estaremos ante un digno sucesor de Overlord y ante una grata llegada de esta franquicia al catálogo de PlayStation 3.
Overlord II tiene fechada su salida al mercado para el próximo 26 de junio en PlayStation 3, Xbox 360 y PC.