Call of Duty: Black Ops III supone el primer videojuego de la serie de auténtica nueva generación. Dejando atrás a PS3, Treyarch ha juntado referencias de Destiny, Titanfall, Deus Ex y hasta de Metal Gear Solid para meternos el hype en el cuerpo con un videojuego que promete correr a 60 fps y a 1080p. Call of Duty: Black Ops III parece ser capaz de traernos todo lo que más nos gusta de COD: trama cooperativa de hasta cuatro jugadores, un multijugador completito, una campaña más dinámica, libre y abierta que las anteriores y mucha personalización a través de la equipación de nuevas habilidades. Pero no solo eso, el futuro es una puerta que se abre a nuevas posibilidades jugables y de comunicación.
El punto de partida de Call of Duty: Black Ops III es uno conocido y también el punto de conexión con Deus Ex y Metal Gear Solid: el futuro, la guerra, la biotecnología y el hombre como arma y como máquina más que como hombre. Puede ser algo que estemos de verlo hasta la saciedad pero también es una premisa que permite plantear tramas muy interesantes, y es que el límite de lo que significa ser una persona siempre resulta atractivo. Pero estamos hablando de videojuegos; además de por la ambientación, este salto hacia el futuro nos traerá maneras de jugar distintas a las de otras entregas. Para empezar, los soldados modificados contarán con un sistema conocido como DNI, un método de comunicación que permitirá hablar a los soldados entre ellos mediante conectores neuronales.
Este añadido es el punto de partida de una campaña que se podrá jugar en cooperativo con hasta cuatro jugadores, charlando entre ellos durante la partida para generar partidas estratégicas en entornos más abiertos y esperemos que, por lo tanto, menos scriptadas que en anteriores entregas, que ya va haciendo falta. Call of Duty: Black Ops III se centra, como hemos visto, en la condición humana, lo que se traduce a efectos jugables en una mayor customización de los personajes jugables.
Nuestros personajes podrán obtener diferentes habilidades que servirán tanto para mejorar distintos stats como para realizar acciones concretas durante la partida. La idea de esto es potenciar esas estrategias que podrán realizar los jugadores entre sí y con el escenario, disfrutando del cooperativo y abriendo nuevos caminos en función de cómo está configurado tu equipo; esperamos que estas habilidades sean ricas y variadas hasta el punto de poder definir clases y parties concretas.
Este componente rolero se apoya en las posibilidades de los guerreros del futuro, que seguirán exprimiendo conceptos vistos en Advanced Warfare. En Call of Duty: Black Ops III podremos luchar mientras hacemos parkour por las paredes (hola, Titanfall, ¿qué tal?) e incluso bajo el agua a lo Quake 2, buceando y emergiendo a placer. Tenemos muchas ganas de ver hasta qué punto podremos crear soldados diferenciados sobre estas nuevas posibilidades y que no se quede solo en un añadido sin más. La personalización se extenderá también a lo que haremos entre misiones, con una base de operaciones llamada Safe House (hola, Destiny, ¿todo bien?) que podremos customizar a placer y donde tendremos encuentro con otros jugadores.
A este respecto, resulta interesante ver cómo es ahora el multijugador. Treyarch ha implementado el sistema Specialist. A efectos prácticos consiste en elegir una entre nueve clases antes de iniciar cada una de las muchas batallas que disfrutaremos. Lo que diferencia de elegir a una clase sobre otra es que realmente se trata de una persona la que escogemos: un especialista, con su voz y rasgos faciales particulares; pero también, y lo más importante, con una habilidad y un arma única. A esto tenemos que sumarle el sistema Pick 10 de selección de armamento, perks y equipación, con hasta diez ranuras para personalizar a nuestros soldados. Nos gusta cómo la ambientación habla del hombre y cómo este concepto se extiende a la campaña, permitiéndonos personalizar y levelear a nuestro soldado, y también al multijugador, con soldados convertidos en especialistas, con personalidad, actitud y hasta nombres propios.
De los nueve especialistas disponibles solo se ha presentado a cuatro de ellos por el momento, entre los que destaca un robot conocido como Reaper, que es capaz de rebobinar el tiempo, regresando a un estado anterior. Esta habilidad hace que nuestra imaginación se dispare. ¿Qué será capaz de ofrecernos Treyarch gracias a estos poderes en su campaña? ¿Se podrán combinar distintas habilidades entre distintos personajes jugables? ¿Qué nuevas situaciones originarán en el online? Y lo más interesante de todo: ¿qué poderes pueden llegar a tener los muertos que vivieron con estas habilidades? Más concretamente: los no muertos.
Del modo zombies poco sabemos, solo las ambiciosas intenciones de Treyarch de dotarlo de una trama, de leveleo y de muchas más opciones que en otros casos, todo con el fin de hacer de este modo una aventura plena. El estudio parece haber querido aprovechar el mayor tiempo de desarrollo del que han dispuesto, con ahora tres equipos para sacar un juego al año, para potenciar el modo que ellos mismos se sacaron de la manga. A bote pronto nos imaginamos zombies capaces de invocar a otros, dragones zombies, robo-zombies y más no muertos con oscuros y horripilantes poderes.
Treyarch tienen un proyectazo entre sus manos, uno que parece haber sido capaz de escuchar a su público, a nosotros, y crear el Call of Duty que queremos. Call of Duty Black Ops III traerá los modos que pedimos tener (ese cooperativo a cuatro), sabrá entregarnos una trama más profunda, pudiendo incluso escoger el sexo de nuestro protagonista, más personalización para nuestros guerreros y un modo zombies que, de llegar a cumplir la mitad de lo que promete, nos dejará fascinados.
Todo parece prometedor de cara al seis de noviembre del 2015, con solo dos puntos negros en el horizonte: hay un pase de temporada de cincuenta euros ya anunciado y que entre tanto referente no sea capaz de recordar que antes que un Titanfall o un Destiny es un Call of Duty.