Cuando nos hacemos con un nuevo juego, no somos pocos los que entre otras cosas, le echamos un vistazo a la lista de trofeos, en ocasiones incluso antes de hacernos con él. A veces evitamos mirar la lista completa por evitar posibles spoilers, pero hay algo que podemos ver nada más abrir el listado ya que es, literalmente, lo primero que vemos: si tiene o no Platino.
No tratamos de decir que el hecho de que tener o no Platino sea nunca un factor determinante para decidirnos por un juego, sino más bien, que la mayoría de veces que nos decidimos a hacernos con uno de estos productos, que a fin de cuenta a día de hoy son poco menos que un lujo especialmente si los compramos de lanzamiento, damos por sentado que nuestra decisión es porque consideramos que es algo de calidad. Y como producto de calidad esperamos que nos ofrezca lo máximo posible, que en el campo de los trofeos es el Platino.
Sin embargo, no son pocos los casos en los que (estemos en lo cierto o no) nos encontramos con que nuestro juego no tiene Platino. Los factores literales que determinan que un juego lo tenga o no no están definidos públicamente (la creencia popular de duración, precio, etc. queda fácilmente descartada con muchos ejemplos prácticos), pero está claro que hay juegos que deberían llevarlo. Hoy, repasamos diez juegos que están en nuestra memoria y que, teniendo en cuenta la calidad que presentan u otros motivos, realmente sería un aliciente que llevaran el azulado galardón.
Os podéis hacer una idea de cómo va a ir la lista si empezamos con algo tan fuerte como Folklore, si sabéis de lo que estamos hablando. Llegaba a PS3 en 2007 y alcanzaba una crítica relativamente favorable, pese a que las limitaciones de la incipiente generación eran evidentes. Aunque el diseño de niveles no era nada del otro mundo, fue el trabajo artístico y la jugabilidad, basada en conseguir atrapar a nuestros enemigos para usarlos en combate, lo que realmente llamó la atención. Se trata de uno de esos juegos que, por desgracia, en su momento pasaron relativamente desapercibidos como pudo pasar con Eternal Sonata o Nier y que a día de hoy, muchos aún siguen buscando para poder saber de primera mano de qué hablan aquellos que han podido probarlo.
La sola idea de tener una lista de trofeos para este juego seguro que plantea para muchos un terrible trofeo más que evidente, que podría obligarnos a capturar a todos los «folks» del juego.
Repasamos juegos que deberían tener Platino, no juegos que expresamente no tengan trofeos. Como primer ejemplo tenemos Journey, sin ninguna duda uno de los máximos exponentes de lo que supone enfocar un título de corte independiente desde la perspectiva de «experiencia». Este es uno de esos ejemplos de lo que mencionábamos con respecto a juegos de calidad. Es complicado enfrentarse a Journey y no terminar emocionado, conmovido. Los que jugaron esta aventura en sus días de lanzamiento sin duda recuerden la extraña conexión que se sentía con el primer jugador que te encontrabas, aunque no lo conocieras de nada.
Ser capaz de hacer sentir amistad con un completo desconocido, hacerte saltar por un acantilado para no perder al compañero que había atravesado contigo una peligrosa cueva o el desierto, sólo por el lazo que forma el viaje que compartís, es algo casi único de este juego, en el que hasta que no completas el juego, no sabes el nombre de quien te ha acompañado. Seguramente sería uno de esos que llamamos Platinillos, porque el juego en sí mismo no es excesivamente complicado, pero por lo que es calidad, sin duda, lo merecería.
Sí, sí. Sabemos que los servidores están cerrados y ya no se puede jugar a este free-to-play de PS Vita, pero los que hayáis dedicado la indecente cantidad de horas que requería este juego sin duda estáis convencidos de que se merecía el Platino. Sobre todo a los obsesos de las criaturas digitales tipo Pokémon/Digimon que hayáis completado el listado al 100%. Platino no tendréis pero desde aquí nos quitamos el sombrero si habéis alcanzado ese nivel de dedicación por este exitoso, pero de corta vida, juego de la portátil de Sony.
Englobamos estos dos títulos porque los motivos por los que nos llevan a incluirlos en nuestro listado son los mismos. Ahora mismo, si pensamos en que canónicamente Resident Evil Remake sustituye al Resident Evil original, los únicos títulos que no cuentan con trofeos de la franquicia (al menos por ahora) serían Resident Evil 2 y Resident Evil 3: Nemesis.
Resident Evil Code: Veronica y Resident Evil 4 suponen, respectivamente, el último ejemplo de jugabilidad clásica de la franquicia y el salto a la acción que aún obtuvo una gran recepción tanto por parte de fans como de crítica. ¿Acaso este punto de inflexión no merecía un Platino? De hecho ni siquiera hace falta imaginarse muchos más trofeos en sus listas para añadirlo (aunque lógicamente faltan trofeos para poder alcanzar los puntos que tiene una lista de Platino), porque en sí mismas, estas listas resultan relativamente desafiantes, como poco a la altura que están las listas de Platino de RE5, RE6, RE: ORC, RE HD y RE0 HD.
Ya, ya, ya. Call of Duty caca. Niños rata, youtubers que sólo suben sus partidas buenas, tirones de cable y gritos de me cago en el lag. Pero antes o después todos hemos jugado a alguno de los títulos de la franquicia y el primer título de la serie Modern Warfare es sin duda uno de esos juegos responsables de que, a día de hoy, el género FPS sea tan popular y el online competitivo sea la preferencia de mucho jugadores que no tiene más que un rato al día para jugar y busca diversión sin complicaciones.
Aún habiendo llegado en los albores de la generación, Modern Warfare supo aprovechar sus posibilidades ofreciendo una campaña digna de una superproducción de Hollywood en todos los aspectos. Con una introducción que dejaba claro que las cosas no iban a salir bien para nadie, un primer nivel en un barco inolvidable y momentos tan impactantes, pocas veces vistos hasta la fecha como el nivel Secuelas, imponentes muestras de poder en Muerte Aérea o emocionantes secciones de sigilo representados en el mítico nivel de Prypiat, hacen del primer Modern Warfare, independientemente del rumbo que se haya tomado en Call of Duty, un digno candidato a figurar en los libros de historia de los videojuegos y nuestra lista.
Kickbeat es un título un tanto diferente en nuestra lista, porque seguramente a muchos no les suene de nada. En este juego, interpretamos el papel de uno de los dos personajes disponibles. ¿En qué consiste? En que estamos parados en un círculo mientras una horda de enemigos nos rodea para atacarnos. El planteamiento es muy simple e intuitivo cuando juegas un par de partidas: los botones círculo, triángulo, cuadrado y equis indican las cuatro direcciones en las que atacará nuestro personaje… pero no vale cualquier cosa, no. Hay enemigos que requieren que pulsemos dos o tres botones a la vez, otros en rápida sucesión, otros que dejemos el botón pulsado hasta un momento determinado…
Aunque en las dificultades básicas contamos con algo de ayuda visual, en las más altas nada nos indica cuál será el siguiente enemigo que debemos eliminar (¿habíamos olvidado decir que hay que derribar a los oponentes en un orden concreto?), por lo que todo queda en nuestra velocidad de respuesta y la capacidad de seguir el ritmo de la música, que marca la aparición de los atacantes.
La dificultad de esta lista de trofeos es tal que, aunque no cuenta con su propio Platino, se ve que se dieron cuenta de la locura que suponía conseguir el 100% y hay un trofeo que nos exige conseguir el resto de trofeos. Otra de esas listas ante las que quitarse el sombrero si sabemos de alguien que la tenga completada.
Así es. El original, el que dio lugar a todo. El que causó todo ese revuelo cuando se descubrió que realmente, su argumento troncal, no era la época de las Cruzadas, sino la edad moderna. A día de hoy, realmente la primera entrega de una de la hoy por hoy franquicias estrella de Ubisoft (aunque este año se toman un descanso), realmente ha envejecido bastante mal con respecto a las posteriores entregas, pero sigue siendo la precursora.
Pero aún con todo, aquí comenzaron realmente los ejemplos de que el parkour y la agilidad tenían cabida absoluta en un juego con un mundo que ofrecía la posibilidad de ser explorado. No en vano, recordemos que los orígenes de la historia de Desmond están en Prince of Persia, que en PS2 demostró que el parkour era divertido. No es complicado imaginar cómo sería la lista de trofeos, ya que todas las demás entregas han compartido, aproximadamente, una misma matriz basada en completar todas las secuencias, conseguir todos los coleccionables, etc.
En su momento, uno de los juegos más fuertes del año de PS3, la historia de Nariko no era agradable. No era bonita, ni siquiera queríamos terminarla, porque desde el principio del juego sabíamos que el destino de nuestra protagonista era morir. El uso del sixaxis para determinadas secciones, algo que en aquel momento se presentaba como algo que supuestamente veríamos en muchos juegos, era algo forzado y en ocasiones incómodo.
Pero pese a sus posibles defectos, Ninja Theory creó una obra maestra. Arte en movimiento, que enemigo tras enemigo, una batalla multitudinaria tras otra y con el cruel trasfondo de la guerra nos llevaba hasta un desenlace difícil de olvidar.
Quizás sean pocos los que recuerden este juego si no tuvieron la ocasión en su momento, pero desde luego es de esos títulos que sin duda ayudaron a vender PS3 en su momento y es por ello que muchos habríamos estado encantados de sumar este Platino a la lista.
Venga, era imposible terminar la lista sin nombrar a uno de los grandes referentes del género del RPG de mundo abierto de la anterior generación. ¿En serio hace falta que expliquemos por qué merece su propia lista de trofeos?.
Oblivion supuso para muchos el primer contacto con la personalización de personajes de Bethesda y las amplias posibilidades de juego que ofrecía la región a la que teníamos acceso y el oscuro plano de Oblivion, morado por los daedra. Las espantosamente interesantes misiones para la Hermandad Oscura, coronarse como campeón de la Arena… eso por no mencionar las dos impresionantes expansiones del juego, en especial Shivering Isles, con casi tanto contenido como el propio juego principal.
Sin duda estaríamos ante una lista de trofeos titánica, como pudimos ver después con Skyrim, pero interesante.
Aunque a día de hoy es complicado que veamos los juegos que hemos mencionado y que no tienen trofeos recibir su propia lista y con Platino, por no mencionar modificaciones en los que ya tienen una lista existente, habría sido sin duda interesante poder hacerse con más de uno de estos trofeos. Sólo hemos mencionado diez, pero es evidente que nos hemos dejado joyas en el tintero. Ojo, sólo hemos hablado de títulos de la pasada generación, pero ya en PS4 puede verse alguno despuntar y que se merece la puntuación máxima en materia de trofeos, como puede ser el caso del desquiciante Outlast.
Leyendas olvidadas, aventuras escondidas en un cajón, que son en sí mismas un Platino invisible y que sin duda muchos recordáis. ¿Os viene alguna a la mente?