10 cosas que nos molestan de los trofeos
Y otro mando estampado contra la pared...
Cuando vas tras un Platino, hay cosas a las que te acostumbras, que das por sentado salvo en casos muy concretos. Sabes que siempre habrá obstáculos, algo que requiera alguna que otra repetición. El ABC de los trofeos, el desafío en sí mismo de un Platino, está en estos obstáculos. Sin embargo, realmente hay veces que las cosas se salen de lo normal, no por difícil, sino por molesto. Cosas que realmente antes o después a todos nos han molestado en algún punto de nuestra carrera… y si no lo han hecho, no os preocupéis: ya os tocará desesperaros ante alguna de estas situaciones o irritaros ante lo que era un juego y Platino interesante y tiene ese punto de aburrimiento, fastidio o molestia.
Esto es algo que seguro que muchos de los que sois aficionados a los juegos de lucha estáis acostumbrados. La lista incluye un trofeo por superar una serie de combates en el modo Supervivencia. Vale, a veces la cosa es relativamente asequible, diez combates, estupendo, sé jugar con un personaje muy bien, podré apañarme. Veinte combates, bueno, tendré que usar a ese personaje contra el que nadie quiere luchar porque spameas constantemente el mismo ataque y ganas. Pero cuando no se da ninguna de estas dos situaciones, la situación puede complicarse y mucho. Depender de la propia fortuna, que nos toquen rivales débiles y que la IA sea generosa con nosotros…
Pero ojo, con “supervivencias” no nos referimos sólo al modo homónimo de los juegos de lucha. ¿Que a qué nos referimos? Si habéis jugado al modo Extremo de Dead Space 2 sabéis lo que queremos decir, porque la supervivencia es la definición propia de este modo. Sí, está claro que con un buen planning, una videoguía que nos avise de en qué momento pasa esto o lo otro, está bien. Pero la desesperación absoluta sigue estando ahí y lo que en ocasiones puede ser un simple desafío por encima de lo normal, a veces sencillamente vuelve a depender de factores aleatorios, algo tremendamente molesto.
Si habéis conseguido alguno de los Platinos de la franquicia Assassin’s Creed, sabéis de qué va la cosa. Hay ocasiones en las que los trofeos exigen recoger todos los coleccionables y existen juegos que pueden plantear desde un par de decenas a un par de cientos. En algunos casos, como por ejemplo, Tomb Raider (el reboot), cada coleccionable cuenta una historia, es más, conseguirlos todos nos ofrece una pequeña información oculta, lo que alienta a recogerlos todos. Lo que no lo hace menos pesado en muchas ocasiones.
Mención especial a aquellos juegos en los que no hay ningún tipo de registro ni manera de saber cuáles has recogido y cuáles no y te obligan a ir, vídeo o texto en mano, uno por uno hasta localizarlos todos.
Bueno, los que conozcáis al estudio Platinum ya estaréis más que acostumbrados a esto, porque son aficionados a poner un trofeo en el que te obligan a superar todos los capítulos consiguiendo la máxima calificación en todas las secciones. Esto está en ambos lados del telón, porque es tan frustrante como gratificante una vez lo consigues. Cuando alcanzas ese nivel que te permite llegar a completar todo el juego esquivando todos los golpes, cuando llegas a esa maestría en la que no desperdicias un movimiento y cada ataque alcanza el punto exacto para acabar con tus oponentes instantáneamente y llegas a convertirte en el Dios del Trueno, es imposible que se te pase por alto algún gesto de satisfacción. Pero a veces resulta taaaaaaaaaaaaaan pesado e irritante tener que repetir toda una fase de cuarenta minutos por un simple despiste o un parpadeo que ha hecho que te lleves una colleja metafórica…
Ahora, hay que decir que referenciando de nuevo a Platinum, si se hace tan bien como lo hacen ellos, este reto estamos más que dispuestos a aceptarlo.
Vale, alguno diréis “Pero esto se tiene en cuenta en el apartado anterior”. Sí, pero no. Aunque nos obliguen a hacer el juego entero en Rango S esto no implica por necesidad no recibir ningún impacto por parte de los jefes. Si el requisito es ese, bueno, digamos que en ocasiones parece que no pensaron lo que exigían antes de meterlo en la lista.
No hablamos de jefes simplemente difíciles. Hablamos de jefes que miden treinta veces más que tú, que son capaces de hacer ataques de área imposibles de esquivar salvo estando en algún punto exacto del escenario, que te lanzan interminables cadenas de ataques que debes bloquear a la perfección, que lanzan proyectiles que te persiguen, que atacan desde varios ángulos a la vez… Si estáis pensando en Monsoon (Metal Gear Rising: Revengeance) os haréis una idea de lo que queremos decir.
Todo un clásico de los RPG. “Consigue el nivel máximo de todos los personajes”, “Consigue todas las habilidades de todos los personajes”, “Usa la habilidad especial de tu personaje un gritón de veces”. Y de repente te das cuenta de que llevas diez horas matando al mismo maldito enemigo porque es el que mejor EXP da de todo el juego. O porque justo ese enemigo es el que dropea el último material que te hace falta. Y eso cuando sale, porque es aleatorio… pero de eso ya hablaremos.
Esto por supuesto no es aplicable únicamente a los RPG. Hay otros juegos que te exigen hacer una determinada acción X veces, en ocasiones alguna cosa estúpida, otras puedes ser hasta algo entretenido, pero ronozcámoslo: hacer lo mismo durante varias horas porque de manera natural no lo harías, le quita bastante gracia al asunto.
No confundir con trofeos online. Aquí no hay mucho que explicar realmente: lo que más fastidia es que conseguir el Platino sea algo con fecha de caducidad. Por lo general estaríamos hablando de juegos free-to-play que, dada su propia naturaleza y una supervivencia basada a grandes rasgos en los micropagos que algunos deciden hacer para facilitar o mejorar su experiencia, pueden tener los servidores abiertos muchos años, o ofrecer una ventana de tiempo relativamente pequeña. ¿Lo peor de todo? Que te compres un juego en formato físico que requiere conexión permanente y los servidores estén cerrados. ¿Cómo es posible que aún se vean copias de MAG por las cestas de segunda mano?
La madre de todos los cabreos viene cuando estás a falta de un trofeo, un simple trofeo online que requiere jugar una estúpida partida que puedes hacer en privada, con lo que la cosa es aún más fácil y además, puede hacerse entre dos personas. Chupado. Pero el juego no lo tiene nadie que conozcas, es más, parece que nadie lo tiene, tardas meses en encontrar a esa persona que podría ayudarte y, para cuando lo haces, los servidores están cerrados. Aquí ya es cuando te das de cabezazos contra la pared.
Pero ojo, no hace falta que los servidores estén cerrados para cabrearte con los trofeos online. El mal funcionamiento de los servidores, los juegos que parece que no quieran que juegues con una persona concreta porque en cuanto tu amigo entra, se va a la mierda la partida pero con otras personas no, los modos online de juegos de lucha plagados de profesionales…
Aquí sin duda, en los juegos que lo permiten, el factor «kdd» y boosteo ayuda mucho. No seremos pocos los que por ejemplo, nos encontramos para cuando quisimos sacar los trofeos el modo online de Assassin’s Creed: La Hermandad muerto y nos empantanamos en una «kdd» que implicaba de una o dos semanas a más de un mes de jugar una o dos horas diarias. Al menos te reías hablando con alguien mientras otro compañero venía y te pegaba un puñetazo en la mandíbula, eso sí.
En otros juegos, como White Knight Chronicles II, algunos trofeos no son explícitamente online… pero resulta imposible conseguirlos si no es de esa manera.
¿Cómo? ¿Que la versión PAL de Digimon World de Playstation incluía, en algunas tiradas, un bug que impedía terminar el juego? Pues qué fastidio… eso es un bug bastante más que molesto. Cosa que hoy día se soluciona de forma relativamente rápida: se lanza un parche y se arregla, aunque a veces es peor el remedio que la enfermedad. Entonces, ¿por qué hay veces en los que un trofeo no se puede obtener por algún bug, porque los servidores no contabilizan bien nuestras bajas (volvemos a los trofeos online), por qué no podemos terminar esa misión porque el juego siempre se congela al avanzar en ella? ¿Por qué no sacan un parche? Y demonios, ¿por qué cuando sacan un parche para arreglar ese maldito trofeo estropean otro?
Hay ocasiones en las que conseguir un trofeo no depende de nosotros en absoluto. Tienen que darse unas condiciones precisas en las que nosotros no influimos para nada, no tenemos voz ni voto, nuestra habilidad no cuenta para nada.
En ocasiones esto puede circunvalarse con ayuda de amigos, como es por ejemplo el caso del set legendario de nivel máximo (o al menos en su momento era el nivel máximo) de Diablo III, pero en otras, no nos queda más remedio que esperar a que ese transeúnte que tiene que llevar un jersey rojo se cruce con otro que lleva una camisa blanca y al lanzarle nuestra bomba de agua, que tiene un 20% de posibilidades de activarse, se fundan en el legendario suéter rosa. Vale, hemos exagerado un poco, pero os hacéis una idea.
Son incontables los Guardianes que han caído intentando derrotar a Atheon sin haber caído nadie durante toda la Incursión a la Cámara de Cristal en Destiny. Por supuesto hablamos de después de que se pusiera solución a los incontables bugs y glitches que estaban presentes cuando se abrió por primera vez, claro (aunque antes también cayeron muchos). Pero seguro que son menos que los que han caído intentando lo mismo contra Crota. Donde la Incursión gratuita incluida en el juego era una suerte de saltos de fe hacia la oscuridad, un despliegue táctico de precisión militar y una coordinación increíble, la de pago era un tiroteo frenético con una serie de errores que, de forma similar a los presentes en la Cámara de Cristal, pueden aprovecharse en nuestro favor. Y estos no han sido solucionados, por cierto… ¿no os llama la atención que aún se pueda subir a lo alto de la Torre, o que no te obliguen a salir de la sala del Cristal una vez aparece Crota? Exacto…
Por suerte, esta jugada tan fea pocas veces se ve y no siempre es que lo haga más fácil sino simplemente menos complicado, pero sigue siendo un movimiento bastante cuestionable que pasando por caja la cosa sea tan sencilla en comparación.
Ya veis, a nosotros se nos han ocurrido diez cosas que realmente nos molestan cuando queremos sacar un Platino.