Análisis – WWE 2K20

Sergio Alarcón · 23 diciembre, 2019
Regresa el rey del ring un año más para intentar revalidar el título de juego de lucha libre por excelencia.
WWE 2K20

El juego que representa el mayor show de lucha libre del momento ha vuelto al ring, estamos hablado de WWE 2K20.

Esta nueva entrega de esta conocida saga de 2K Sports ha sido lanzada únicamente de la mano de Visual Concepts sin contar con la colaboración habitual del estudio japonés Yuke’s.

Estamos delante de un juego que parece que ha sido exprimido por completo, con un bombardeo en cuanto a cantidad de contenido, pero no yendo un paso más allá en cuanto a jugabilidad se refiere.

Hay modos de juego nuevos, mejoras en el multijugador y una gran cantidad de desafíos con los que se pueden obtener algunos personajes míticos de la saga WWE y elementos cosméticos para nuestras superestrellas.

Conviértete en una leyenda

Tenemos un modo Mi Jugador, donde se nos permite crear una estrella del wrestling a nuestra medida. Para jugar el modo Mi Carrera es necesario crear un luchador y una luchadora, ya que si no lo hacemos no se habilita dicho modo. En este aspecto el juego es bastante generoso, y aunque se echa de menos algo más de variedad, en general podemos decir que hay una correcta personalización del personaje, tal y como llevamos viendo en anteriores entregas.

Contamos con un modo Mi Carrera bastante conseguido, donde se lleva a cabo una buena inmersión en el mundo de este deporte.

Se narra la historia de dos luchadores (uno femenino y otro masculino) que mantienen una relación desde la adolescencia, donde se llevan a cabo numerosos flashbacks permitiendo que podamos meternos más en la piel de nuestros personajes. Estos personajes son los que tenemos que crear en el modo Mi Jugador.

Durante la historia se presentan diversos problemas dentro y fuera del cuadrilátero, dando lugar a un modo historia que cumple con lo que se espera de un videojuego de esta índole.

El punto negativo es que las decisiones que podemos tomar no son demasiado relevantes en el desarrollo de esta, ya que no van más allá de elegir luchar o no; o de elegir a nuestro futuro contrincante. Diremos que este modo es suficiente para cumplir con las expectativas de un juego de lucha libre.

En cuanto a los modos de juego, esta entrega cuenta con más de siete modos de juego para cada modalidad de combate, entre las cuales se presentan grandes clásicos como son 1 vs 1, 2 vs 2, triple threat, fatal 4-way, 5-man, 6-man, 8-man, handicap, Royal Rumble, torneos, etc.

Cabe destacar el sistema de torneos, donde podemos vivir paso a paso la experiencia de pasar por cualquier gran evento de este deporte. También podemos cambiar un poco la dinámica habitual de combate con el modo Royal Rumble, una buena alternativa para aquellos que deseen una experiencia más entretenida.

En cuanto al apartado de los personajes presentes en el juego podemos decir que nos encontramos ante el mayor elenco de luchadores y luchadoras de la historia. Es de lo poco que no se le puede reprochar, ya que tenemos prácticamente a todas las superestrellas de Raw, SmackDown y NXT, incluyendo a los personajes míticos de la vieja escuela.

En los detalles para aumentar el show por parte del personaje seleccionado contamos con burlas al contrario, al público (en caso de no ser muy querido), celebraciones, movimientos característicos de cada personaje, entre otros.

El lado malo de introducir una cantidad tan alta de superestrellas es que hay una gran diferencia entre los luchadores más pulidos y los que han recibido un menor cariño a la hora de su desarrollo.

Una lucha poco trabajada

El gran problema de esta entrega es que solo es puro show, se centra más en el espectáculo de la WWE que en la diversión mecánica. La jugabilidad es demasiado lenta y ruda, con pocas posibilidades, donde no se da la oportunidad de evitar ataques. Esto desemboca en que el jugador se convierte en un espectador más, esperando a que termine un ataque de 20-25 segundos para intentar hacer algo.

Hay momentos en los que los luchadores se pueden pasar más de 30 segundos en el suelo donde no puedes hacer nada para levantarlo, sin saber muy bien si  la situación es culpa tuya o realmente no puedes hacer nada para evitarlo.

En cuanto al sistema de llaves y técnicas, ocurre más de lo mismo. No queda nada claro cómo realizar una llave con éxito o librarte de una llave de sumisión, simplemente para no perder el combate nada más empezar.

El sistema de combate intenta imitar al pie de la letra el show ofrecido en televisión. Hay repeticiones en vivo y, si se lleva a cabo algún movimiento personal o alguna acción destacada, se hace un primer plano de este, aumentando la sensación de estar viendo el programa en directo. Sin duda alguna este es un gran punto a favor.

El espectáculo debe continuar

Gráficamente en esta entrega  no se han realizado cambios considerables respecto a la anterior, por no mencionar los numerosos bugs en cuanto al pelo largo de los luchadores y a los errores relacionados con las cuerdas del cuadrilátero.

En definitiva, en cuanto al apartado gráfico podemos afirmar que es correcto, pero sin duda alguna bastante mejorable, tanto de cara a próximas entregas como de cara a solucionar los fallos técnicos importantes con futuros parches.

Por otra parte, el sonido en combate está bien estudiado, parece que te encuentras viendo el programa, con las voces de los comentaristas bastante bien ecualizadas y balanceadas, con unos sonidos de efectos durante el combate muy realistas, aunque sigue siendo algo que no ha evolucionado mucho respecto a la anterior entrega.

Finalmente, debemos destacar y elogiar la elección de canciones en los menús, con canciones de Muse, Banks o Post Malone.

En definitiva, WWE 2K20 no alcanza el nivel de entregas anteriores en cuanto a gameplay y a apartado técnico se refiere, pero contentará a los fans del género de lucha libre por las numerosas opciones que ofrece.

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