Análisis – Trine 4: The Nightmare Prince

Jayran Espinosa · 29 octubre, 2019
Los héroes de Trine llegan dispuestos a salvar el reino por cuarta vez a base de resolver puzzles y hacer frente a sus pesadillas.
Portada de Trine 4

Allá por el lejano 2009, Frozenbyte nos presentó por primera vez a ZoyaPontius y Amadeus, causando una grata impresión entre crítica y público. El primer Trine era un título 2D que combinaba la resolución de puzzles, plataformas y combates; una fórmula que ha continuado repitiéndose –con más o menos cambios– en las entregas posteriores. 

El estudio finlandés supo crear un mundo de fantasía medieval absorbente y unos protagonistas de carisma desbordante. Por supuesto, tampoco se olvidaron de incluir una buena dosis de comedia durante toda la aventura. ¿Qué sería de Trine sin su narrador y diálogos ingeniosos? 

La esencia de la saga sigue intacta, y Trine 4: The Nightmare Prince llega con el doble objetivo de reconquistar a los fans y hechizar a los aventureros primerizos.  La pregunta es obligada: ¿Consigue la cuarta entrega elevar la saga al lugar que se merece? El siguiente análisis ayudará a esclarecer todas las incógnitas. 

Érase una vez 

Cada escenario presenta puzzles muy diversos

La ladrona Zoya, el mago Amadeus y el caballero Pontius están más que curtidos en el oficio de héroes. En su primer encuentro, el trío protagonista acababa compartiendo un mismo cuerpo a causa de la magia del Trine y evitando que el reino se viese abocado al caos. 

En Trine 2 (2011) debían unirse de nuevo para rescatar a una princesa que había sido secuestrada por su propia hermana, e incorporaba la posibilidad de jugar en modo cooperativo para 3 jugadores. El trío volvía a coincidir por última vez en Trine 3: The Artifacts of Power (2015) para rebelarse contra la magia que tanto había cambiado sus vidas, desatando una fuerza maligna en el proceso.   

La tercera entrega salía de su zona de confort y se adentraba por momentos en el terreno del 3D, apuesta que no dio muy buen resultado. Este apartado no era el único que desentonaba con el espíritu de la serie, y tanto su jugabilidad como duración destacaron negativamente. Sin olvidar su abrupto final, el cual nos dejaba aún más confundidos. 

Si en toda carrera hay altibajos, Trine 3 supuso un bache importante para Frozenbyte, llegando incluso a poner en duda si algún día veríamos una continuación. Por suerte, la historia continúa con The Nightmare Prince. 

A juzgar por los primeros minutos de la cuarta entrega, el estudio finlandés también ha querido dejar atrás a su predecesor. Los protagonistas se encuentran desperdigados por el reino y viviendo la vida sin mayores preocupaciones: Amadeus asiste a un simposio de magia, Zoya se dedica a redistribuir la riqueza entre ricos y pobres, y Pontius se aventura en mansiones encantadas para acabar con espíritus malignos. 

Los combates contra los jefes obligan a emplear estrategias distintas

Sus días de paz y tranquilidad llegan a su fin cuando cada uno recibe una carta de Wilhelmina, hechicera de la Academia Astral, pidiendo a los héroes que encuentren a uno de sus estudiantes. 

El alumno desaparecido es el príncipe Selius, un joven cuya “sed de conocimiento” le ha llevado a desatar una magia de pesadilla que no deja de perseguirlo allá donde va. Para salvar al príncipe, los héroes tendrán que hacer frente a sus peores pesadillas. 

Tres no son multitud 

Trine 4: The Nightmare Prince vuelve a las raíces de la saga y las implementa. Obviamente, Frozenbyte se olvida del 3D y apuesta por el desplazamiento lateral en 2.5D, dotando de profundidad a los sucesos que ocurren en los distintos escenarios. 

Los protagonistas siguen siendo los mismos de entregas pasadas y sus habilidades básicas continúan intactas. Para pasar los obstáculos de cada fase y derrotar a los distintos enemigos, será necesario emplear todas las habilidades a nuestro alcance. 

Zoya, la ladrona, está equipada con su arco, flechas y cuerdas que le permiten moverse con agilidad por los pintorescos entornos. Amadeus, el mago, emplea sus hechizos para crear objetos de la nada y hacer levitar una amplia variedad de objetos. Por último Pontius, el caballero, empuña su espada para acabar con todo tipo de obstáculos y su escudo para desviar proyectiles, rayos de luz y corrientes de agua. 

Las habilidades ofrecen muchas opciones para superar todos los obstáculos

Además, cada personaje irá desbloqueando nuevas habilidades durante la aventura principal, como las flechas elementales, escudos mágicos o acometidas, entre muchas otras. Al margen de las habilidades principales, los protagonistas disponen de un árbol de habilidades para desbloquear otras opcionales. 

A primera vista las habilidades no parecen ser demasiadas, pero cuando sumas las de los tres personajes, nos encontramos con una variedad mágica muy potente. Lo anterior se traduce en que podremos solucionar un mismo puzzle de muchas formas distintas. 

Los enemigos y jefes finales siguen estando presentes y, a su manera, también se enfocan como puzzles que debemos resolver y que pueden matarnos si solo confiamos en el bueno de Pontius como tanque. La dificultad irá aumentando en cada fase, donde aparecerán puzzles más complejos y enemigos con nuevas habilidades. Descubrir qué estrategia surte un mayor efecto contra cada uno será clave para avanzar sin problemas. 

Tampoco falta el modo multijugador en Trine 4. De hecho, Frozenbyte ha ideado esta nueva entrega para ser jugada en compañía, ya sea de forma local u online. Podemos elegir entre el modo clásico (todo el grupo no puede llevar el mismo personaje) e ilimitado (es posible cambiar entre personajes sin problemas), dependiendo de si queremos una experiencia más o menos cooperativa. 

Aunque el título es muy divertido a la hora de jugar en solitario, es en compañía (2-4 jugadores) cuando sacamos mayor rendimiento a la aventuraColaborar no solo nos permite encontrar la forma de sortear un obstáculo en menor tiempo, sino que también incorpora mayor dinamismo a la jugabilidad. No hay duda de que los combates ganan muchísimo cuando tenemos a alguien que nos guarda las espaldas. 

El modo multijugador es el punto fuerte del título

Tener compañía también facilita la tarea de encontrar los tres coleccionables ocultos en cada fase. A pesar de tratarse de un juego de desplazamiento lateral, existen varios caminos que pueden conducirnos hacia uno de estos objetos ocultos. 

The Nightmare Prince se divide en 5 actos y un total de 18 fases, lo que se traduce en una duración en torno a las 10 horas si jugamos explorando las fases y sin prisas (cifras decentes para tener un precio de 30€)El lado positivo es que la diferencia entre la experiencia en solitario y multijugador consigue que merezca la pena volver a adentrarnos en sus distintos escenarios con distintos grupos.

Sería fantástico que el estudio tuviese planes para continuar el proyecto añadiendo nuevos desafíos. De esta forma no solo alargarían la experiencia unas cuantas horas más, sino que también ayudaría a explotar todas las posibilidades jugables.

Vuelve la magia 

El apartado gráfico siempre ha sido uno de los puntos fuertes de la saga, y en Trine 4: The Nightmare Prince se ha ido un paso más lejos. Cada escenario goza de una ambientación única y muy detallista. Ya se trate de una ciudad, cueva, montaña nevada o bosque, el lugar derrocha personalidad. 

Las animaciones de los personajes al correr, saltar, atacar y agarrase a salientes son mucho más fluidas que en ocasiones anteriores. Lo mismo podemos decir de la física de los objetos y comportamiento de la luz y fluidos, elementos protagonistas en la inmensa mayoría de puzzles del juego. 

El diseño de los personajes ha mejorado mucho, y en cada escena de vídeo destacan las animaciones faciales de sus protagonistas. Un ejemplo más del especial cuidado que se ha prestado al desarrollo de esta nueva entrega. 

El mejorado diseño gráfico se hace patente en las escenas de vídeo

 

El apartado sonoro muestra el mismo cuidado, con una banda sonora que nos ayuda a sumergirnos aún más en el fantástico mundo de TrineLa guinda del pastel viene de la mano de un excepcional doblaje al castellano, donde queda patente el omnipresente sentido del humor. 

Esta cuarta entrega se ha hecho de rogar, pero es todo lo que pedíamos  –y mucho más–. Los fans quedarán encantados con la nueva aventura, mientras que los principiantes quedarán hechizados por sus personajes, escenarios y jugabilidad. 

Nos ha quedado claro que Frozenbyte aún tiene muchos cuentos por escribir dentro de la mitología de Trine y dispone de las herramientas necesarias para captar la atención de un mayor número de jugadores. 

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