Fade to Silence es un juego de supervivencia ambientado en un paisaje áspero y cubierto de nieve. La catástrofe ha golpeado al mundo, convirtiendo la tierra en un lugar desolado. Aun así, no todo está perdido. Juegas como un superviviente llamado Ash que, junto con su hija, está tratando de reconstruir una nueva vida.
«LA VOZ» Esa voz atroz que corromperá tu mente
A lo largo de la aventura, un fantasma conocido como La Voz Interior se burla y reprende por los intentos de recuperar lo perdido. El mundo está muerto, y las criaturas eldritch se dan un festín con sus restos. Este páramo también tiene muchos peligros, como ventiscas, tornados de nieve e incluso coches que se caen por una estructura flotante conocida como The Eclipse.
Fade to Silence es un juego de supervivencia en su núcleo, pero hay mucho más dentro de él. Recorrer la vasta tundra congelada de un mundo post-apocalíptico para buscar recursos es una gran parte del juego, pero también hay elementos de construcción de bases, secciones de juego de roles e incluso un sistema de combate con alguna complejidad.
Fade to Silence te ofrece dos opciones cuando comienzas una nueva partida. Hay un modo de exploración que hace que el juego sea mucho más fácil y el modo de supervivencia, evidentemente, este último modo es el que pone las cosas más complicadas.
El modo de supervivencia proporciona solo un puñado de vidas, recursos limitados y monstruos más letales. Tienes tres vidas cuando comienzas, conocidas como Flames of Hope. Una vez que pierdes todas, mueres de forma permanente. La próxima partida que empieces, puedes conservar los beneficios de tu juego anterior.
El problema de Fade To Silence, es el excesivo castigo que realiza al jugador cuando fracasa; y es que, aunque selecciones el nivel de exploración, conforme vas muriendo, pierdes recursos, unos recursos que tardas bastante tiempo en volver a recoger.
El juego es un espectáculo de caos nevado muy lento
El juego peca de lentitud. Tenemos un entorno espectacular, la capacidad de movernos libremente, sin embargo, Fade To Silence se convierte en un ejercicio repetitivo y aburrido muy rápidamente.
La experiencia también debería mejorar en el aspecto jugable, para que no importa lo que pierdas, siempre regresas a algo nuevo. Fade To Silence falla en esto, tendrás que hacer exactamente las mismas cosas una y otra vez, cada una de ellas lleva un tiempo increíblemente largo, y lógicamente, al final, el resultado es puro aburrimiento.
Una vez que hayas desbloqueado tu refugio o base al principio de tu partida, puedes comenzar a reunir recursos para llenar tu alijo. Además, es posible construir edificios de producción, chozas y defensas para reforzar su base. Para hacer eso, Ash necesita encontrar más seguidores. Cada acompañante tiene sus propias especialidades, y las encontrará en varios puntos de interés en el mapa donde se lleva a cabo un evento.
Al incorporar este sistema de construcción y creación, se realiza un ejercicio ambicioso al introducir estas mecánicas en un videojuego de supervivencia. El resultado, una sensación constante de torpeza y de pegado con cola.
El sistema de combate es pobre y soso
El combate también se vuelve de memoria e insípido, con esa insensatez presente. Fade to Silence solo tiene un puñado de enemigos. Algunos tienen versiones mejoradas: colores diferentes, la misma función.
El hitbox es un chiste, nuestro jugador a veces se atasca en las texturas cuando te encuentras combatiendo contra una horda, (muy divertido), el hecho de que algunos disparos a distancia puedan golpearme cuando estoy detrás de una roca también me ilusiona bastante.
En el aspecto gráfico Fade To silence luce bien en general y feo en lo concreto. Texturas borrosas, un frame rate algo inestable, los rostros de los personajes se sienten muy raros, además de que la sincronía entre los gestos, la boca y la voz sigue un patrón poco sincrónico.
Sin embargo, consigue su objetivo de expresar la desesperanza y desdicha que cubren este mundo helado post apocalíptico.