Dark Sector

Rafael Jurado Sánchez · 29 diciembre, 2018
Descubre las consecuencias secretas de la guerra fría

La guerra fría fue un período de nuestra historia con muchas sombras. Conspiraciones, espionaje, asesinatos encubiertos, gobiernos que caían y se alzaban casi cada día. Sin embargo, lo más grave de este período son sus consecuencias. Desconfianzas, peligrosas armas vendidas al mejor postor, fanatismos irreconciliables, cuerpos de élite encubiertos sin el menor escrúpulo a la hora de completar sus objetivos… En este último eslabón entra Dark Sector, el brazo de la CIA dedicado a las operaciones encubiertas de mayor importancia.

Hayden Tenno ha sido siempre tan implacable y eficiente como el cuerpo para el que trabaja le ha exigido, cumpliendo su cometido sin errores ni dudas. Sin embargo, su confianza en aquellos para los que trabajaba y su propio papel en el mundo empezaban a empañar su mente, justo en un momento muy delicado. Destinado en Lasria, una pequeña región de la extinta unión soviética, esas dudas empiezan a florecer y, tras conocer en carne propia la infección del virus Technocyte, comienza un cambio sin vuelta atrás hacia algo que desconoce.

La guerra fría fue el período de nuestra historia con más sombras. Estas sombras están a punto de devorar a Hayden Tenno y al mundo. ¿Hay salvación posible?.

Este juego de inicio ya entra por los ojos. Y es que en la propia pantalla de título vemos el brazo de Hayden empuñando el Glaive, con unos efectos de luz que le dan un aspecto considerablemente amenazador. Una vez entrados en materia, el juego sigue por ese camino. Veamos como lo hace.

Para empezar hemos de destacar el excelente trabajo de modelado llevado a cabo con Hayden Tenno, algo que cabía esperar. Unos buenos detalles que resaltan sus facciones, el buen hacer en su diseño y lo sólido de su aspecto general, incluyendo unas texturas sobresalientes, hacen que el personaje que vamos a conducir a través del juego sea indudablemente estupendo. Cuando nos infectemos del virus (prácticamente nada más empezar el juego), la transformación que veremos en Hayden se hará más que patente en su aspecto, sobretodo por un detalle: la aparición del Glaive. Esta arma, una especie de esvástica celta redondeada de tres brazos con cuchillas, tiene decididamente un aspecto soberbio. Sin embargo, lo mejor del Glaive son los efectos devastadores que producirá en nuestros enemigos una vez lanzada, porque veremos como parte en dos sus cuerpos o les cerceza brazos y piernas con el consecuente baño de sangre.

Por su parte, los enemigos alcanzan un buen número de variedades, aunque sin despuntar demasiado. Su modelado es más discreto que el del protagonista, pero no por ello dejan de ser muy vistosos y dignos de mención. Los soldados equipados con trajes especiales para evitar el virus son los más destacables y podremos apreciar sus detalles y texturas de gran calidad cuando los manejemos en el modo online, del que luego hablaremos. Los trajes sencillamente parecen reales, dando el aspecto plástico que distingue a ese tipo de equipamiento. Otros enemigos, como los infectados, no resultan tan bien parados, aunque su aspecto, modelado y texturas son de una calidad decente. No podemos olvidar los jefes finales, espectaculares en la mayoría de ocasiones, con un modelado, animaciones y texturas que llegan a igualar en calidad al mismo protagonista. Y quizá os guste saber que suelen ser de gran tamaño, así que preparáos.

Como parte fundamental del juego encontramos la arquitectura. Son muchos los lugares que deberemos visitar, diferentes emplazamientos que cuentan con un diseño muy bueno en bastantes ocasiones. Las calles de Lasria o la catedral son algunos de los mejores entornos que tendremos ocasión de recorrer, con un diseño realista en primer lugar y tétrico en el segundo. Los aledaños de la catedral también son tenebrosos y cuentan con una calidad por encima de la media. En general la calidad de todos los escenarios del juego es bastante elevada, contando con un buen modelado y generalmente unas buenas texturas.

Mención aparte merece la iluminación y los efectos climáticos (en este caso la lluvia), recreados con un arte que pocas veces se ha tenido ocasión de ver. De hecho los efectos de la luz sobre el protagonista o la escenografía son de foto, con un realismo más que patente. La lluvia, combinada con la luz en ocasiones, es también increiblemente real. Resbalará por encima de nuestro personaje, podremos ver las gotas chocar contra el glaive y deslizarse al suelo, así como por cualquier estructura que esté directamente bajo el torrente de agua. Os puedo garantizar que pararéis de jugar durante algunos momentos sólo para admirar estos detalles. Destacar también, aunque quizá en menor medida, el buen hacer en cuanto a la generación de partículas se refiere, concretamente la sangre y, sobretodo, el fuego.

Si bien hasta ahora he hecho incapié en las luces del juego, ahora no podemos olvidar las sombras. Aunque el juego gráficamente tiene una calidad podríamos decir que alta, hay bastante detalles que nos hacen pensar la razón por la que ha sido tan retrasada su salida (este juego originalmente iba a ser de la primera hornada de la nueva generación).

Aunque Hayden cuenta con un aspecto soberbio, sus animaciones no lo son tanto. Muy trabajadas cuando corremos, más de andar por casa el resto de ocasiones, no destacan especialmente por ser de gran factura, aunque cumplen su cometido. Sin embargo los enemigos son otro cantar. Toscos, con movimientos similares una y otra vez, es posible que en ocasiones parezcan palos plantados en un lugar hasta que, de repente, les da por hacer algún movimiento. Los infectados son los que peores animaciones presentan. De todas maneras este aspecto, aunque más flojo, sigue siendo aceptable.

Lo que ya no es tan aceptable es el empacho de motion blur que nos hará pensar que la pantalla está desenfocada. Al carecer de antialiasing, cosa que notaréis en cuanto dejéis al personaje quieto, han solucionado, o pretendido solucionar, este defecto añadiendo motion blur en cuanto hay algo de movimiento, llegando a resultar bastante molesto. Cuando hagamos girar la cámara se hará más patente este hecho y es el único momento del juego en el que notaremos que el framerate baja un poco, cuando durante prácticamente todo el desarrollo es constante. Tampoco se libra este juego de adolecer de algo de popping (aunque más disimulado y en menor medida que otros títulos recientes) y de un clipping al que ya nos hemos acostumbrado por ser algo común en la práctica totalidad de juegos de esta generación.

Aunque antes hemos citado el buen hacer en los escenarios, no es todo así. Por mucho que hay zonas donde sentiremos la humedad en nuestros huesos, hay otras que simplemente parecen estar ahí porque no había otro sitio donde ponerlas. Entornos vacíos, repetitivos y con unas texturas por debajo de la calidad media del juego se ceban en restar puntos al acabado del juego en este aspecto.

Como nota final hay que mencionar la total falta de interacción con nuestro entorno. Excepto provocar algún fuego en lugares concretos o hacer estallar un bidón de combustible o un vehículo, no podremos hacer mucho más que recorrer los escenarios. Ni siquiera los cristales nos temerán, puesto que la gran mayoría de estos ni siquiera podemos romperlos y todo se limita a marca de bala o un corte del Glaive. Sin embargo, esto cambia radicalmente cuando un jefe final o un enemigo de gran tamaño entra en escena, ya que este sí que romperá casi todo lo que salga a su paso, incluyendo paredes, cajas, columnas y demás parafernalia. Resulta curioso que esto sea tan espectacular frente a criaturas de gran tamaño pero lo frustrante que es cuando vamos por nuestra cuenta, ya que lo más que nos permiten es tirar alguna silla o caja al suelo.

Dark Sector ha tenido un buen trabajo gráfico detrás, pero igual que en unos aspectos encontramos un nivel muy alto, en otros veremos como parece que se hayan olvidado o simplemente descuidado de finalizar con el mismo nivel de calidad todo el conjunto.

La banda sonora de Dark Sector no pasará a la historia por tener un carisma propio o por contener algún tema que nos haga reconocer el juego al que pertenece sin dudarlo. Es una banda sonora para un juego de recorrido complejo, por lo que debe adaptarse a cada parte del contexto, el cual es bastante variado. Con esta premisa, la verdad es que podemos decir que cumple bien su cometido, llevando el ritmo en las escenas de acción, contribuyendo a nuestro nerviosismo en las partes más peligrosas o metiéndonos el miedo en el cuerpo cuando enfrentemos las zonas más oscuras.

La creación de la banda sonora de este juego ha corrido a cargo de Dustin Crenna, George Spanos y Keith Power, responsables del diseño de sonido en Digital Extremes. En el caso de Keith Power, suya es casi toda la banda sonora ambiental que podremos oír, mientras que en el caso de Crenna y Spanos, con menor participación en la parte musical, son ellos los responsables de llevar a buen puerto los efectos de sonido, que podemos asegurar que cuentan con un gran trabajo detrás.

No podemos olvidarnos de citar que este juego se encuentra totalmente en castellano, doblaje incluído. Sin embargo la labor en este aspecto es más bien discreta, siendo las voces de los enemigos las que mejor suenan y se interpretan. En el caso de Hayden el doblaje es bastante desigual y poco creíble, aunque otros personajes se llevan la palma con unas voces totalmente fuera de lugar y a destiempo.

Dark Sector no es un juego que innove demasiado en el aspecto jugable, salvo en momentos muy puntuales. Esto no es necesariamente malo, ya que nos ofrece un control sencillo que no tardaremos en dominar totalmente, con uso de la función de detección de movimiento del sixaxis incluído.

La principal novedad que incorpora Dark Sector es el uso del Glaive y de los diferentes poderes que adquiriremos una vez resultemos infectados. El Glaive lo podremos usar como arma empuñada cortante de cuerpo a cuerpo o bien lanzarla y causar graves daños a distancia. En este último caso, el juego toma algunos elementos prestados de otro conocido juego de Playstation 3, ni más ni menos que Heavenly Sword, ya que tenemos la posibilidad de enviar el Glaive a distancia y manejarlo en primera persona usando el sensor del Sixaxis o el stick analógico (ambas opciones intercambiables desde el menú de pausa). Con esta función podremos cumplir diversos cometidos, tanto acabar con enemigos parapetados o activar mecanismos a los que no podemos alcanzar en persona. Pero no acaban aquí las bondades del Glaive, ya que esta arma es capaz de absorver por breves momentos diversos estados, como fuego o electricidad, si lo lanzamos contra una fuente de estos elementos. Al usarlo electrocutaremos o quemaremos a nuestros enemigos o abriremos zonas selladas. La electricidad, además, interaccionará con el agua permitiendo electrocutar a más enemigos de una sola vez. Es de los pocos detalles que dan algo de personalidad propia a este título.

Por lo demás, un completo arsenal que incluye pistolas, subfusiles, escopetas o granadas viene a ocuparnos la mano libre de nuestro personaje. Cada arma, además, puede ser personalizada en el Mercado Negro (que trae claras reminiscencias al buhonero de Resident Evil 4), donde podremos no sólo mejorar la cadencia o el daño de nuestras posesiones sino que también se nos venderán otras. El dinero necesario para esto se halla repartido por los lugares que recorreremos, así como las propias mejoras para las armas que sólo podremos incorporar una vez encontremos la marca que identifica al Mercado.

Pero no sólo de armas se nutre Hayden, ya que la mutación a la que se ve sometido a causa del virus le dota de más poderes interesantes. Aparte de una deceleración del tiempo cuando usamos el Glaive en primera persona, podemos aguardar al momento justo para lanzarlo y causar mucho más daño. También adquiriremos, conforme avancemos en el juego, los poderes de escudo, para repeler las balas un corto período de tiempo, y la invisivilidad, que también disfrutaremos breve espacio pero que es tremendamente útil, ya que si cogemos desprevenido a un adversario acabaremos con él de un sólo golpe fatal.

En cuanto al combate, nos hallamos ante una adaptación más de lo ya visto en títulos como Uncharted o el ya citado Resident Evil 4, es decir, cámara sobre el hombro, punto de mira y coberturas. Sin embargo estas coberturas no funcionan demasiado bien en ocasiones y podemos hacernos un poco de lío al pulsar X, ya que con el mismo botón daremos una voltereta si no estamos lo suficientemente cerca de la cobertura. Ante obstáculos de menor altura, tras cubrirnos podremos superarlos de un salto. También podemos acelerar por breves momentos o dar golpes finales mortales a enemigos que tengan un aura roja alrededor, indicativo de que les hemos herido de gravedad, con el boton círculo.

Los combates contra enemigos normales no revisten mayor intensidad, ya que la I.A. del juego es meramente anecdótica. A pesar de que intentarán usar coberturas, la mayoría de las ocasiones lo harán de maneras absurdas o directamente tras disparar comenzarán a recargar su arma fuera del parapeto. La dificultad estriba en que suelen tener una puntería bastante acertada, en que las coberturas que podemos usar no llegan a cubrirnos totalmente en la mayoría de ocasiones y en que el número de antagonistas es elevado. Otros enemigos, como los infectados, simplemente vendrán hacia nosotros para intentar agarrarnos o desgarrarnos. Los jefes finales, o los enemigos más importantes y de mayor tamaño, son harina de otro costal. Si bien tampoco podemos ponerles la etiqueta de “inteligentes”, su brutalidad y contundencia bastará para ponernos las cosas bien difíciles, sobretodo cuando se pongan a destruirnos todas las coberturas posibles. Su procedimiento de lucha viene a ser muy mecánico, así que una vez cogido el tranquillo y con cuidado, no serán difíciles de abatir.

El transcurrir de los acontecimientos, los cambios de nuestro personaje y del contexto pasan ante nosotros simplemente como una secuencia. Lamentablemente, un juego que denota un buen argumento, cae por su propio peso ante la torpeza con que nos es narrada la historia, a base de algunas insulsas escenas de CG, escuetas conversaciones por radio mal estructuradas y, en general, muy poco esfuerzo por introducirnos en el contexto de la trama. La linealidad se hace más que pantente en parte debido al defecto del guión que acabo de citar.

Este título nos ofrecía, según sus creadores, un modo online innovador y competitivo. La realidad es que, pese a que el online puede ser entretenido, esa innovación no es tal, ya que sólo contamos con dos modos de juego: Infección y Epidemia. El primer modo de juego es quizá el más interesante, ya que un jugador tomará los mandos de Hayden en plenas facultades (lo que hace las veces de spoiler dentro del propio juego) y el resto serán agentes que tratarán de eliminarlo usando armas de fuego normales. Al final de la partida, si Hayden es eliminado, el que haya acabado con él se infecta y pasa a ser el jugador que actúa sólo. Si Hayden gana, mantiene su papel. El modo Epidemia es sencillamente una lucha entre equipos para eliminar al Hayden del equipo rival.

En resumen, nos encontramos ante una jugabilidad justa, sin algo que la haga destacar por encima de otros títulos, con pocas innovaciones. Aunque el juego se deja jugar bastante bien y es entretenido, su vida es muy limitada (unas diez horas de historia), ya que su modo online peca de demasiados defectos, haciéndose menos entretenido que jugar el propio juego por uno mismo. La introducción de un arma tan peculiar como el Glaive le da puntos, ya que se puede usar de muchas maneras diferentes y resulta tan original como mortífera. Sin embargo, la pobre narración y ritmo de la trama argumental hace mucho daño a un juego que podría haber sido mucho más.

No sabía muy bien que esperar de este juego cuando metí el Bluray en mi consola. Por un lado había leído maravillas, los vídeos mostrados daban buenas vibraciones, pero he aprendido que la realidad muchas veces está demasiado bien enmascarada en las promociones.

En parte este era el caso. El juego en cuestión me ha resultado entretenido, muy bueno en algunos casos, olvidable en otros por lo aburrido que se volvía. La mezcla que hacía de juego de acción con survival horror en ocasiones no cuadraba, aunque la verdad es que agradecí lo variado de las situaciones, pero no dejaba de ser un avanza y mata mal narrado. Y es que si se hubieran preocupado de contar mejor una historia que, al menos a priori, parecía sumamente interesante, muchas de las carencias de este juego habrían quedado eclipsadas. Cuando sacas un juego al mercado y pretendes contar algo, la manera en que lo cuentas influye totalmente en la diversión que el juego vaya a aportar al posible comprador. En este caso, podrían haberlo hecho peor, pero habría sido algo complicado.

En general me divirtió, pero lo limitado del modo online y en general lo tosco que se me hacía ponerme a los mandos de Hayden han hecho que arrincone este juego en la estantería hasta más ver.

Dark Sector partía como una apuesta por la acción, la trama compleja y el terror de ambientes urbanos devastados por la acción de un virus. Se ha quedado a las puertas de algo grande, por sus carencias narrativas, jugables y los defectos gráficos que lo habrían convertido en una referencia.

Aunque entretenido, frenético en ocasiones, no alcanza unas cotas mínimas para que este juego quede en la memoria del conjunto de los jugadores de Playstation 3, aunque podemos concluir que su compra puede ser recomendable, ya que divierte bastante, aunque no durante un período de tiempo muy largo.

Si su modo online fuera más profundo y variado, además de incluir otras mejoras ausentes por el momento, este juego podría haber tenido una vida más prolongada. Sin embargo esas innovaciones que prometieron en la experiencia online no se han producido, o bien no eran tales.

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