Análisis – Dark Devotion

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Ponemos a prueba nuestra fe frente a las criaturas creadas por el estudio debutante Hibernian Workshop.
Por Jayran Espinosa 5 noviembre, 2019

Los títulos de corte metroidvania están viviendo una época dorada desde hace unos años, sobre todo en apuestas independientes. Si hace unas semanas os hablábamos del original Blasphemous, ahora llega el turno de sumergirnos en la oscuridad de la mano de Dark Devotion.

El juego del estudio francés  ya hizo su debut en PC a principios de año (allá por abril), y hemos tardado unos cuantos meses en verlo aparecer en PlayStation 4. Una aventura de acción y RPG en 2D con elementos de survival horror donde explorar mazmorras mientras nos enfrentamos a terribles enemigos al estilo From Software.

Vale la pena decir que vamos a morir en multitud de ocasiones durante la extraña misión que aguarda a la protagonista. Dominar el combate será nuestro principal cometido, aunque no faltarán trampas que hagan desaparecer nuestra devoción en un instante.

Llega el momento de encomendarnos a Dios y poner nuestra espada a su servicio. ¿Será suficiente para mantener a raya el pecado?

Dios está contigo

La historia de Dark Devotion nos traslada a una Edad Media donde la todopoderosa Inquisición dicta las reglas que debe seguir el pueblo. El bien y el mal están definidos y cualquier desviación del camino marcado por Dios conduce a la fatalidad.

Los Inquisidores constituyen el brazo armado del clero. Apartados de sus padres desde la niñez, los guerreros dedican toda su vida a dominar el manejo de las armas. Viajan allá donde les envíen para acabar con cualquier pecaminosa criatura que surja de las entrañas del infierno.

En este mundo de hombres, una mujer –a la que solo conocemos como Templaria–  participa en una importante misión para acabar con el mal. El ejército templario llega al Templo Sagrado, lugar que da refugio a ladrones, asesinos, violadores y demás seres malignos.

Las órdenes son claras: entrar y acabar con la maldad que mora en el interior del templo. Tras poner a prueba su acero con unas cuantas criaturas y adentrarse en sus primeras salas, la templaria se topa con una extraña figura, la cual acabará con ella de un solo golpe.

La trama en Dark Devotion
Encontrar un modo de escapar de la pesadilla será solo una parte de a misión.

La guerrera se verá transportada al Refugio de los Impuros, lugar del que ya no podrá escapar a menos que descubra los misterios ocultos en tal siniestra mazmorra.

Dark Devotion hace suya la fórmula vista en los Souls y nos hace vivir una pesadilla en 2D no exenta de peligros. Aunque la mayor parte del tiempo lo pasaremos combatiendo, esquivando trampas y resolviendo algún puzzle, el estudio ha conseguido hilar una trama sin recurrir a largas escenas de diálogos.

Casi todo lo que descubramos (o no) lo haremos por nuestra cuenta, leyendo los diarios que vayamos encontrando en las distintas mazmorras. De esta forma conoceremos mejor a los personajes, organizaciones, mundos y lo acontecido en cada escenario.

A pesar de que el diseño de los escenarios y enemigos da una pista del tipo de contenido al que vamos a enfrentarnos, no está de más aclarar que todo lo que narra Dark Devotion va dedicado a un público adulto. Cuando mezclamos Inquisición y reyes tiranos, las barbaridades no tardan en aparecer.

Dominar las armas será esencial para permanecer con vida (un tiempo al menos), pero la fe juega un papel fundamental para que ninguna puerta nos cierre el camino hacia a la salvación.

Reza por tu alma

Dark Devotion nos lanza directamente a la acción con un básico tutorial. Solo con saber que R2 sirve para atacar y L2 para defender, el juego nos invita a lanzar nuestros primeros tajos. Durante los primeros enemigos y Jefe, la cosa será sencilla, pero una vez la protagonista sufra la obligatoria derrota de turno, la situación será bien distinta. 

Si no eres amigo de los tutoriales que te explican todas las mecánicas jugables, te encantará saber que aquí solo se dan las indicaciones justas. A veces no te dan ni las básicas. Ensayo y error es la fórmula que resume este viaje de pesadilla. Dicen que la paciencia es una virtud, y vamos a tener que ponerla a prueba.

La Templaria dispone de dos accesos rápidos a sus armas para combinar el uso de ataques a larga y corta distancia. Podemos portar distintas armas por parejas, ya sean armas a una mano o dos manos. Cada espada, navaja, mandoble, arco, etc., nos permitirá realizar combos a distintas velocidades y provocar más o menos daño.

Sistema de combate en Dark Devotion
Dominar las distintas armas será la única forma de seguir con vida.

Si la combinación de armas elegida permite portar escudo, podremos bloquear los golpes más sencillos. Para los ataques enemigos más letales no nos quedará otra que esquivar en el momento justo.

Por supuesto todo lo anterior tiene un coste: resistencia. Este indicador no falta a la cita y cada golpe, bloqueo, esquiva y caída consume energía, la cual una vez agotada nos deja a merced del rival.

También iremos encontrando nuevas armaduras y accesorios (ídolos y runas) que nos permiten mejorar las distintas estadísticas y disponer de ventajas adicionales. Cualquier ayuda es poca en Dark Devotion, pues cualquier golpe enemigo puede causarnos estados alterados o hacernos contraer una enfermedad.

Cada enemigo que derrotemos nos hará obtener puntos para comprar habilidades y recuperar fe. Esta última es muy importante, pues es necesaria tanto para curarnos en cualquier altar que encontremos, como para abrir puertas y activar mecanismos. La fe es un arma más en el arsenal de la Templaria.

Llega el momento de hablar de la muerte. Al seguir el esquema de los títulos de From Software, un par de golpes bastarán para acabar con nuestra armadura y barra de vida. El inventario tampoco ayuda al permitir llevar solo 4 objetos distintos a la vez.  La pregunta es obligada: ¿Qué ocurre al ser derrotado?

La muerte no es el final en Dark Devotion y nos llevará de vuelta al Refugio de los Impuros. Esta zona será nuestra base de operaciones, donde nos espera el Barquero con sus consejos, Bones el herrero, misiones, compra de habilidades, entradas a las mazmorras y distintos personajes con los que hablar.

Morir no nos hará perder los puntos de habilidades obtenidos ni la fe, sino algo peor: perdemos todo el equipo. Todo el equipo que obtengamos durante los niveles desaparecerá cuando nos derroten y, al reaparecer, lo haremos con el equipo básico.

La única forma de recuperar el equipo es acudiendo a la forja de Bones y fabricándolo (no cuesta nada). El único requisito para fabricar el arma, equipo u objeto es que hayamos conseguido su receta, y no todas las armas tienen.

Llega a ser bastante frustrante el conseguir una buena arma tras derrotar a un enemigo importante y que no haya forma alguna de conservarla en tu inventario. El sentimiento empeora cuando no somos derrotados por un enemigo, sino por una trampa de pinchos traicionera.

Durante las 20 horas de duración del juego cruzaremos decenas de salas cumpliendo más de una misión optativa. Por desgracia, las misiones que nos proponen en el Refugio no dejan de ser simples misiones de recadero, como derrotar a tantos enemigos de tal u otro tipo.

Árbol de habilidades
Desbloquear habilidades ayudará a que la Templaria conserve su devoción más tiempo.

Sin duda alguna, el punto fuerte de Hibernian Workshop ha sido la creación de desafiantes Jefes finales. Al llegar al final de cada fase nos espera una horrenda y gigantesca criatura con la que medir nuestras fuerzas. Son enfrentamientos únicos que nos hacen estar atentos cada segundo de los mismos para no acabar de nuevo junto al Barquero. Por suerte, siempre hay un punto de teletransporte antes de cada gran combate.

El riesgo de asumir el castigador sistema de combate de From Software es que, de no estar medido a la perfección, puede llegar a penalizar más que recompensar. Morir porque medimos mal un golpe sienta mal, pero morir porque el sistema de combate es rudimentario sienta peor. Luchamos como en un Castlevania clásico y recibimos el castigo de Dark Souls.

Como hemos dicho antes, paciencia (y algo de suerte) se hacen indispensables para llegar al final del juego.

 Pixel-dark

Jefe de fase
Los enfrentamientos contra los jefes son todo un espectáculo.

En referencia al apartado artístico, el estudio independiente ha realizado un trabajo increíble. La estética pixel-art muestra un gran nivel de detalle, y cada arma y armadura que nos equipemos se verá reflejada en la protagonista.

Lo mismo ocurre con el aspecto y ataques de los enemigos, quienes hacen gala de cambios físicos durante las batallas y de una amplia variedad de ataques con efectos visuales.

El mismo esfuerzo se ha puesto en el diseño de los niveles. Estos suelen ser escenarios claroscuros que, si bien llegan a resultar algo repetitivos, cumplen a la perfección con el objetivo de sumergirnos en una auténtica pesadilla.

En cuanto al apartado sonoro, Dark Devotion cuenta con un buen número de pistas y efectos de sonido que sustentan su propuesta jugable y visual. Por otro lado, las escasas voces del juego se encuentran en inglés; sin embargo, los textos se encuentran en español, y eso es lo único que importa.

Muchos misterios aguardan en el Templo Sagrado, y ya solo cabe preguntarse si tu fe es lo suficiente fuerte como para llegar al final del viaje.

75
Jugabilidad: 7
Gráficos: 8
Sonido: 8
Satisfacción: 7

Análisis

Dark Devotion es un título de acción y RPG en 2D que pondrá a prueba nuestros reflejos y paciencia. Gráficos pixel-art, argumento interesante y combates contra originales jefes finales son los pilares de un juego solo apto para valientes. Hibernian Workshop debuta con un título agresivo y ambicioso.

  • Argumento sólido.
  • Apartado audiovisual muy original.
  • Jefes desafiantes.
  • Misiones repetitivas.
  • Control poco fluido.