Análisis – Cat Quest II
La popularidad de los gatos dentro de la cultura popular es indiscutible, especialmente después de ver cómo estas mascotas son objeto de memes y videos que en poco tiempo acumulan cientos de visitas. Probablemente este haya sido el punto de partida para la modesta desarrolladora de videojuegos Gentlebros, quienes hace algún tiempo lanzaron Cat Quest, un RPG de estilo clásico, pero bastante sencillo que osaba de darle una tónica graciosa y satírica (pero sana) a todo lo que el género supone.
El éxito no se hizo de esperar para el primer título, y aunque no todo el mundo lo conozca, un buen puñado de gamers lo conocen y esperaban con ansias la prometida segunda parte de las fantásticas aventuras de un felino en el reino gatuno. De esta manera, hace algunas semanas llegó Cat Quest II a PC y Nintendo Switch, y más recientemente tuvo su lugar en el catálogo de PlayStation 4. Dicho esto, llega el momento de presentar nuestro análisis de Cat Quest II.
Felinos y caninos con un objetivo común
Cat Quest II llega sin aspiraciones de presentar una revolución importante en cuanto a la fórmula del primer juego. Así, las novedades jugables de esta segunda aventura pasan principalmente por el nuevo argumento: un misterioso peligro pone en riesgo la paz y equilibrio entre el reino de Fenilia y el Imperio Lupus (hogar de los perros). Debido a esto, dos héroes representantes de cada nación deberán dejar de lado sus diferencias y luchar juntos para devolver la paz a sus tierras.
Así, en Cat Quest II tomaremos el control de no uno, sino dos personajes de lo más carismáticos que son como el agua y el aceite, pero que irónicamente combinan de maravillas. Al igual que como ocurría en el primer juego, el componente RPG del juego se basa en la posibilidad de poder personalizar las habilidades de nuestros protagonistas para ajustar su estilo al tipo de enemigos o zonas en las que nos encontremos.
Para ello, durante nuestra aventura tendremos la posibilidad de seguir nuestro objetivo principal, pero también existirán mazmorras y zonas secundarias a las que entrar para sumar experiencia, subir de nivel y, con ello, hacer más fuertes y capaces a nuestros particulares protagonistas.
De la misma manera, un importante punto a favor de Cat Quest pasa por el nuevo catálogo de ítems disponibles, el cual se ha engrosado y ayudarán a tener una mayor libertad de personalización. Esto demuestra que “a mayor riesgo, mayor recompensa” es la máxima que nos ayudará a conseguir los tesoros más geniales y osados del juego.
Novedades jugables y artísticas
Ciertamente la fórmula RPG de Cat Quest II es sencilla, por lo que no logra alcanzar un nivel de profundidad que bien sabrían valorar los jugadores curtidos en el género. No obstante, su planteamiento disfrutable hace que la gran mayoría del público (amantes del RPG o no) sepan disfrutarlo. Esto es algo que se debe respetar mucho, ya que muchas veces conseguir este equilibrio tan delicado resulta imposible para muchas franquicias de primer nivel.
Lo mismo ocurre con el apartado artístico y visual del título. La vista isométrica vuelve a estar presente en esta nueva entrega y, como era de esperarse, la forma en la que nos movemos en el entorno y enfrentamos a los enemigos luce más orgánica y se siente mejor que en el primer título. Esto demuestra que los desarrolladores han sabido escuchar las críticas de los usuarios del primer título y han tomado cartas en el asunto.
Lo propio han hecho los de Gentlebros al ofrecernos mayor variedad de misiones y entornos, ya que la repetitividad marcada el primer título fue muy criticada, por lo que en Cat Quest II se nota el cuidado y empeño que se ha puesto para dar variedad y frescura a toda la propuesta jugable.
Artísticamente el juego cumple, puede que no sea del todo espectacular, pero sabe ofrecernos variedad y criaturas de lo más adorables y geniales, algo que sin duda amaron los fanáticos del primer juego.
¿Cat Quest II cumple?
Puede que Cat Quest II sea un juego cuya premisa, jugabilidad y componentes de rol sean bastante sencillos, pero eso no significa que sea un título básico. Estamos pues frente a un juego con alta rejugabilidad y un montón de misiones secundarias que aportan profundidad y una dosis completa de entretenimiento en un solo juego. De la misma manera, el mensaje tras el argumento del juego no deja de ser inspirador y sólido.