Análisis – World War Z

70
Analizamos el trabajo de Saber Interactive adaptando la película de acción y zombies al mundo de los videojuegos.
Por Sergio Alarcón 19 abril, 2019

Los muertos vivientes han estado ligados a los videojuegos con casi la misma fuerza que al cine desde tiempos inmemoriables. Tal y como os contamos en nuestro reportaje sobre muertos vivientes, existen muchos ejemplos en los que los zombies son los verdaderos protagonistas de muchas de las historias contadas en nuestros PCs y consolas.

En esta ocasión Saber Interactive se ha atrevido a adaptar a los peculiares «corredores» que la película World War Z nos presentó hace ya casi seis años, creando un título que bebe mucho de grandes clásicos como Left 4 Dead y que busca ofrecer una experiencia distinta en cuanto a multijugador cooperativo se refiere.

¿Qué tal le ha sentado a sentado el cambio de la gran pantalla al mundo de los videojuegos a esta franquicia? Dentro análisis.

World War Z

Un Apocalipsis que corre más que tú

World War Z no se anda con contemplaciones, y obvia todo tipo de presentacion o tutorial para ponernos directamente en acción, ya que directamente desde el menú de inicio tan solo podemos acceder a los dos únicos modos de juego que este título nos presenta.

El primero de ellos es la Campaña Cooperativa, en la que o bien solos, o mucho mejor, acompañados, debemos recorrer varias de las localizaciones geográficas más importantes del mundo a modo de misiones divididas por capítulos, poniéndonos en la piel de hasta cuatro supervivientes, que deberán cooperar si quieren sobrevivir a la gran horda de muertos vivientes que acecha continuamente.

El desarrollo de estas misiones es muy similar, ya que consisten en cumplir diferentes objetivos mientras evitamos ser devorados, tales como activar la energía para poner en marcha un ascensor, recoger suministros de diferentes paquetes o simplemente defender nuestra posición de una gran horda que se cierne sobre nosotros.

World War Z

Para ello, cada jugador puede escoger previamente entre los distintos supervivientes disponibles y una de las diferentes clases que el título nos ofrece, y que marcan ligeramente la diferencia en cuanto a estilo de juego se refiere.

Así pues, si escogemos al Demoledor, comenzaremos la partida con C4 y un lanzagranadas con los que derribar a grandes grupos de enemigos, mientras que si preferimos cuidar del resto del equipo, la clase Médico nos permitirá disponer de más botiquines o más velocidad levantando a los compañeros caídos.

Tanto las clases como el distinto armamento que encontramos en las misiones suben de nivel junto a nosotros, pudiendo comprar posteriormente distintas habilidades o mejor arsenal con el que afrontar nuevos desafíos.

World War Z
Se echa en falta algo más de personalización de cara a afrontar nuevas misiones.

Este «toque RPG» pretende ser una excusa para ofrecer algo de variedad en nuestro gameplay gracias al desbloqueo de distintas mejoras con las que ser más eficientes según el estilo de juego escogido, pero no terminan de crear verdaderas ramas de especialización con las que sentir que nuestro personaje se vuelve único al escogerlas.

También podemos comprar nuevas armas con las que aumentar nuestro arsenal e incluso personalizar su aspecto, aunque para ello tenemos que pasar por caja mediante micropagosde manera idéntica al aspecto de los distintos personajes elegibles en función de la localización.

World War Z

Por otro lado, tenemos el Modo Multijugador, en el que disponemos de varios modos de juego donde PvP y PvE se juntan para poner sobre la mesa una propuesta que busca ser diferente a lo que estamos acostumbrados.

Por poner un ejemplo, si jugamos a Rey de la Colina, un modo clásico donde los haya, debemos mantener un punto bajo nuestro dominio, pero al disparar nuestras armas de fuego haremos ruido, lo que llamará la atención de la gran Horda de «corredores» que comenzarán a aparecer por todos lados, cambiando las tornas de las partidas en cualquier momento debido a su implacable ferocidad.

World War Z

Lamentablemente, esto es de lo único de lo que dispone el juego, por lo que si nos centramos en acabar todos los capítulos de la campaña, su duración no llegará a las 8 horas, teniendo además que repetir estos niveles una y otra vez si queremos que nuestros personajes progresen.

Ni el argumento en sí ni los propios personajes tienen el carisma suficiente para despertar algún tipo de sensación en nosotros y sirven como una mera excusa para escoger un avatar y liarnos a disparos contra las hordas de zombies una y otra vez para acumular experiencia y dinero.

World War Z

Sobrevivir a balazo limpio

Debido a que World War Z no ha querido apostar por ofrecer una intrincada campaña ni un argumento profundo con el que llamar la atención, supongo que su gran apuesta para engancharnos es el propio gameplay.

Y digo «supongo» porque pese a que éste funciona, no llega a ofrecer la experiencia que Saber Interactive pretende ofrecer.

El desarrollo de las misiones es idéntico en todas ellas, tachando todos los «tópicos» que un shooter de supervivencia debe tener, por lo que debemos fijarnos en sus mecánicas para poder diferenciarlo del resto del género.

World War Z

Como ya hemos comentado, una vez comenzamos la misión con las armas y equipo predefinidos según la clase escogida, deberemos recorrer el escenario en cuestión cumpliendo una serie de objetivos.

El título pretende dar una sensación constante de agobio gracias a la necesidad de no hacer ruido y la constante presencia de muertos vivientes en cada rincón, y en un principio consigue su objetivo, sobre todo en espacios cerrados, pero en cuanto dos o tres de estos seres nos detectan, ese «sigilo» se pierde para vernos envueltos en un festival de plomo y centenas de enemigos buscando acabar con nosotros.

Llegados a este punto, tan solo nos queda terminar con todos y cada uno de ellos utilizando las distintas armas que encontramos por el terreno mientras alcanzamos el objetivo principal.

World War Z
Cuando falla el sigilo, tan solo podemos confiar en nuestra precisión con las armas.

Resulta muy satisfactorio descargar nuestros cargadores sobre esta masa ingente de enemigos y ver cómo se desmoronan unos encima de otros, pero se echan en falta unas físicas más reales, ya que no se siente el peso del arma y el «peso» de las balas sobre los enemigos.

La falsa sensación de retroceso de las armas, de «sentir» cómo nuestro fuego golpea a los enemigos, resta mucha calidad al gameplay y además devalúa muchas de las mejoras disponibles para nuestro personaje basadas en estos factores, ya que desde un principio disparar con una escopeta que con una pistola con silenciador se siente prácticamente igual.

World War Z

La escasez de variedad de enemigos también influye en este punto, ya que tan solo tenemos cinco tipos de muertos vivientes: Los simples, conformando el grueso de la horda y peligrosos por su número, los Toros, zombies embutidos en un traje de antidisturbios, capaces de cargar contra nosotros y derribarnos de un golpe, los Gritones, armados con un megáfono para llamar constantemente a las hordas a nuestra posición, Fétidos, que sueltan una nube tóxica al morir, y los Acechadores, dispuestos a acabar con nosotros sin hacer ruido.

El conjunto de estos cinco enemigos conforma la horda zombie durante absolutamente todo el juego, y aunque son un intento de aportar algo de variedad a la horda y de «obligarnos» a cooperar (ya que si un Toro o un Acechador nos alcanzan, o somos ayudados por nuestros compañeros o moriremos sin remedio), esta «variedad» se queda corta y se vuelve repetitiva a nada que completemos dos o tres misiones.

World War Z

El poderío de una auténtica horda

World War Z prometió enfrentarnos con la definición literal de «horda» que todos y todas conocemos, y lo ha conseguido, ya que en comparación con otros títulos, la cantidad de enemigos en pantalla cuando «la cosa se pone fea», es realmente abrumadora.

El gran miedo que teníamos es que por esta misma razón, el apartado gráfico cayese en picado debido a la gran cantidad de elementos dinámicos que se acumulan en pantalla en estos momentos de gran estrés, y por suerte, el título aguanta bien el tirón, sin caídas de frames acusables y con una estabilidad más que digna para que el gameplay siga siendo fluido a pesar de la inminente hecatombe que se cierne sobre nosotros.

World War Z
Las hordas de «zetas» son realmente abrumadoras

Gráficamente World War Z cumple con su cometido y con lo prometido, ya que sin llegar a ser un portento gráfico en la actual generación de consolas, está a la altura, y tanto nuestros personajes como los zombies en sí consiguen dar una sensación de integridad al título que, junto con la ambientación de sus localizaciones, logran meternos en el papel de «supervivientes del Apocalipsis» que se nos ofrece.

El apartado sonoro tiene sus luces y sus sombras, ya que aunque tanto la banda sonora como los efectos de audio provocados por zombies, personajes y armamento cumplen con su cometido, existe mucha disociación de los mismos en diversas ocasiones, restando calidad al resultado final.

La conexión con los servidores durante estos primeros días ha sido ligeramente deficiente, y siendo que el título está 100% enfocado al multijugador online, esperemos que esto se solucione pronto ya que es el punto fuerte de World War Z.

 

70
Jugabilidad: 8
Gráficos: 6
Sonido: 7
Satisfacción: 7