Análisis Twisted Metal

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Sweet Tooth vuelve a la carga con el Twisted Metal más salvaje y brutal de todos los tiempos.
Por Jose Pedro Jaluff Diaz 26 marzo, 2012

Nombre del juego: Twisted Metal
Desarrolladora: Eat, sleep, play
Distribuidora: Sony
Género: Acción/ Coches de combate
Número de Jugadores: 1-2
Multijugador: Online para 16 jugadores, Offline para 4 jugadores
Textos: Castellano
Voces: Castellano
Fecha Lanzamiento: Ya Disponible
Código PEGI: 18
Precio recomendado: 46.95€

Introducción

En noviembre de 1995 debutaba en Norteamérica para la consola PSOne Twisted Metal, el primer título de lo que sería una extensa saga exclusiva de Sony. El desarrollo de este salvaje y brutal juego de vehículos de combate corrió a cargo del estudio SingleTrac Entertainment Technologies, en cuyas filas militaba uno de los programadores más, digamos, peculiares de los últimos tiempos, estamos hablando nada más y nada menos que de David Jaffe.

Y cuando decimos peculiar no nos referimos a sus habilidades como desarrollador, ya que Jaffe es un grandísimo profesional y un gran programador, nos referimos más bien a que, para crear un juego tan brutal y retorcido como Twisted Metal, que presume de una acción visceral y un humor negro bastante macabro, hace falta tener una mente y una genialidad igual de retorcidas.

Aquellos ajenos a la saga deben saber que Twisted Metal nos pone al volante de una gran variedad de vehículos: coches, camiones, furgonetas, motos e, incluso, un helicóptero, para que nos lancemos de cabeza a un brutal derby de demolición organizado por un misterioso personaje llamado Calypso, que promete conceder un deseo, sea de la magnitud que sea, como premio al superviviente de la salvaje refriega.

Es, en definitiva, un juego 100% arcade, que tiene un único objetivo: entretener. Esta original, salvaje y brutal propuesta cosechó un éxito tremendo en territorio Norteamericano, pero lo cierto es que en Europa nunca tuvo el reconocimiento que se merecía. Al Twisted Metal original le siguieron varias secuelas en PSOne y PS2, y una saga tan mítica como esta no podía faltar PlayStation 3.

Y al parecer Sony pensaba lo mismo. Con David Jaffe al frente del proyecto, liderando a su equipo del estudio Eat Sleep Play, empezó a cocinarse un nuevo Twisted Metal con los ingredientes de siempre: buenas dosis de la locura más salvaje, ingentes cantidades de destrucción y vehículos armados hasta los retrovisores y música cañera, todo esto mezclado con gran maestría para ofrecer un juego arcade de la vieja escuela.

Este Twisted Metal, al igual que sus predecesores, no busca ser bonito, ni pretende cautivar al jugador con una historia profunda, su objetivo es dar diversión y entretenimiento puro, y vaya si lo consigue.

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Argumento

Twisted Metal ha sido desarrollado principalmente pensando en su modo online, y el modo historia da buena fe de ello. Su duración es bastante corta, aunque va en función a la habilidad del jugador y al nivel de dificultad elegido. La campaña nos ofrece 3 historias con protagonistas distintos, todos ellos participarán en Twisted Metal, un mortal derby de demolición organizado por el misterioso Calypso, quien concederá al ganador cualquier deseo, sea de la índole que sea.

Comenzaremos con Sweet Tooth, el diabólico payaso que se ha convertido en la imagen de la saga. Descubriremos el pasado de este psicótico asesino en serie y descubriremos su única ambición, acabar con la única víctima que ha conseguido escapar de sus letales manos. Para conseguir su objetivo participará en el mortal evento Twisted Metal, destruirá a todo lo que se le ponga por delante y llegará hasta Calypso para que este le conceda su deseo.

Una vez completada la particular historia de venganza de Sweet Tooth nos pondremos en la piel del señor Grimm, quien se vio arrastrado a una vida de oscuros crímenes tras presenciar la muerte de su padre, un motorista acróbata que perdió la vida en uno de sus saltos. Con la intención de que Calypso le permita volver al pasado y advertir a su padre de que no realice el maldito salto, Grimm participa en Twisted Metal dispuesto a llegar hasta el final.

Cuando acabemos la campaña del señor Grimm llegaremos a la última historia del juego, con la supermodelo Krista Sparks, también conocida como Dollface, como protagonista. La señorita Sparks es una supermodelo dispuesta a todo por alcanzar la gloria, y si ello conlleva acabar con la competencia no se lo pensará dos veces. Pero en un accidente de tráfico su rostro quedó desfigurado y sabe que el único que puede devolverle su belleza es Calypso, por ello decide participar en Twisted Metal, y está dispuesta a todo para conseguir su meta.

Estas tres historias son de un carácter turbio y oscuro, que recuerdan mucho a las películas de serie B . A pesar de no contar con una trama potente ni adictiva, descubrir el primer final, que nos permitirá conocer la retorcida mente de Calypso, será un aliciente para continuar jugando el modo historia.

A pesar de que el esquema básico de las tres campañas es el mismo, los eventos son variados y los circuitos distintos, cosa que se agradece y que hacen de la historia una experiencia bastante amena. En todas las historias encontraremos una serie de eventos con tres escenas cinemáticas, que están rodadas con actores reales, y un jefe final que nos lo pondrá muy difícil.

Salta a la vista que la historia no es su punto fuerte, pero nos sirve para conocer mejor a estos tres personajes, y en ningún momento se hace pesado jugarla. Cuenta con una curva de dificultad muy bien trazada y con el atractivo de poder completarla con dos jugadores en una misma consola, a pantalla partida.

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Jugabilidad

A pesar de que Twisted Metal es un juego enfocado en la acción y en los combates, dejando la velocidad en un segundo plano, no han descuidado los aspectos de la conducción, que es completamente arcade. Podremos derrapar y hacer giros cerrados tirando de freno de mano, tendremos a nuestra disposición un potente turbo y un sistema de impulso que utiliza las funciones del sensor de movimiento SixAxis e, incluso, contaremos con la posibilidad de saltar.

Tendremos a nuestra disposición 18 vehículos muy variados, encontraremos deportivos, furgonetas, camiones, motos, un helicóptero, que se incluye por primera vez en la saga, cada uno de ellos estará equipado con una gran variedad de armas (ametralladoras,misiles buscadores, bombas de racimo, escopetas, e incluso un original coche teledirigido cargado de explosivos).

Con todo esto podremos sembrar el caos a lo largo y ancho de ocho mapas distintos, que suman en total unos treinta circuitos, cifra que resulta muy atractiva. Diseminados por todo el mapeado encontraremos los objetos con los que recargar munición, regenerar salud o llenar el turbo.

Twisted Metal ofrece también una gran variedad de modos de juego. Para un jugador tenemos el modo historia, del que ya hemos hablado un poco. Nos ofrecerá eventos bastante variados, combates a muerte, carreras con la esencia macabra del juego, y enfrentamientos dentro de unas zonas seguras que irán cambiando de lugar a lo largo de la partida, y, por supuesto, los duros jefes finales.

La duración de este modo puede resultar escasa si uno se limita a pasarlo en el nivel normal. Pero el que quiera desbloquear todos los secretos del juego, consiguiendo medallas de oro y completándolo en el nivel de dificultad Twisted, que resulta endiabladamente complicado, estará ocupado durante un tiempo considerable.

Tenemos también el modo Desafío, que se basa en partidas de combate a muerte y de resistencia, lo cierto es que es un modo bastante deslucido y nada comparable con la experiencia que ofrecen los modos multijugador online. Por último dispondremos del modo entrenamiento, hacer uso de él al principio es bastante recomendable para poder movernos con más soltura.

Pasemos ahora a los modos multijugador, el punto fuerte de Twisted Metal. Para empezar tenemos un más que correcto modo multijugador offline para hasta cuatro personas. Es de agradecer que algunas compañías sigan añadiendo el multijugador en una misma consola, práctica que está cayendo en desuso. El plato fuerte llega con el multijugador en línea, que nos ofrece la experiencia más brutal y entretenida, y que hace de Twisted Metal un juego realmente adictivo.

En el modo online nos toparemos con caóticas y salvajes partidas de hasta dieciséis jugadores, y con una gran variedad de modos de juego. Estará el clásico modo de Combate a Muerte, en el que nos lanzaremos al escenario para acabar con todos los rivales, este modo cuenta con su variante con equipos. También estará el modo Último Hombre en Pie, donde cada jugador tendrá un número determinado de vidas y ganará aquel que sobreviva o el que más vidas tenga al final de la partida. Último Hombre en Pie también tiene una variante por equipos, donde las bajas se cuentan por equipo.

Otro de los modos que podremos disfrutar en este juego es Perseguido, y su variante por equipos, donde un jugador es marcado como presa y el resto debe cazarlo y acabar con su vida. Por último tenemos el modo Arma Nuclear, una especie de Captura la Bandera, pero en esta ocasión deberemos capturar al líder del otro equipo y llevarlo a nuestra base, donde lo sacrificaremos para poder lanzar un misil nuclear para destruir la estatua del equipo rival. Todos estos modos, a excepción de Arma Nuclear, podremos disfrutarlos también en el modo multijugador offline.

En definitiva, estamos ante un título que engancha. Cuenta con un completo modo online que goza de gran variedad de modalidades distintas, y que nos mantendrá ocupados durante mucho tiempo, ofreciéndonos pura y salvaje diversión arcade. Hay que destacar que al principio cuesta un poco hacerse con los controles, y es que en la actualidad no hay muchos juegos de este estilo, con tantas posibilidades, pero no es nada que no se cure con la práctica.

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Gráficos y sonido

Lo cierto es que Twisted Metal no cuenta con un apartado gráfico muy revolucionario. No es algo que maraville, pero si resulta bastante espectacular en algunas ocasiones, gracias a las explosiones y a las grandes posibilidades de destrucción de los escenarios.

Como ya hemos comentado, dispondremos de ocho mapas distintos: Sunsprings, una tranquila zona residencial de California, donde sus habitantes realizan sus tareas cotidianas ajenos a la brutal destrucción que les va a caer encima; Metro Square, donde podremos sembrar el caos en la ciudad de Nueva York, tanto en su superficie como en la enrevesada red del metro.

Otro de los mapas donde haremos escala será Watkyn’s Harbor, un complejo industrial situado al este de Los Angeles. Lucharemos también en los altos rascacielos de la ciudad de Los Ángeles, en L.A. Skyline. Dejando detrás el lujo y esplendor de esta ciudad californiana llegaremos a la turbia y semiderruida ciudad Diesel City, un paraje oscuro y marginado.

Cruzaremos también los desiertos de Las Vegas en Diablo Pass, donde además de estar pendientes de los rivales tendremos que prestar especial atención al terreno, para no caernos por los precipicios. Dispondremos también de un parque de atracciones, Adventure Park, pero no dispondremos ni de un segundo para relajarnos, ya que los rivales no dejarán de acosarnos.

Y por último tenemos Blackrock Stadium, un coliseo plagado de trampas mortales como pozos de lava, plataformas electrificadas o bolas con púas, que se convertirá en un enemigo más. Todos estos mapas darán lugar a 30 circuitos diferentes muy cuidados y que cumplen con buena nota, con peatones a los que atropellar, hecho que llenará la pantalla de sangre, y tráfico que eludir.

Pero el aspecto más cuidado en este apartado son los personajes y los vehículos, que cuentan con muy buenas texturas y notables acabados. Por último, hay que destacar los excelentes resultados en los efectos especiales, llamas, explosiones y el humo, todo ello muy trabajado y cuidado.

Pasando al apartado sonoro, hay que destacar que cuenta con una gran banda sonora compuesta por música muy cañera., heavy metal, rock n roll e incluso hip hop se dan cita en Twisted Metal para formar una banda sonora que le sienta como anillo al dedo.

Nos encontraremos con un total de veinte composiciones originales, donde podemos destacar la demencial melodía del menú principal. Twisted Metal cuenta también con dieciséis temas licenciados con artistas de la talla de Wolfmother, Ghostface Killah, Iggy Pop, Judas Priest o Phillip Green. El juego también nos ofrece la posibilidad de usar la música que tengamos guardada en la consola, una opción que agradecerán aquellos que no estén del todo conformes con la banda sonora original.

Esta gran banda sonora, sumada al excelente resultado conseguido con los disparos, explosiones y colisiones hacen de Twisted Metal un juego mucho más intenso. Por último, hay que destacar que este título llega a territorio español con un excelente doblaje al castellano.

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Conclusiones

Twisted Metal es un arcade clásico. Podríamos resumirlo como la manifestación de la locura y la diversión. En un juego que se ha planteado un objetivo, divertir y entretener (cosas que por cierto, ha conseguido) dejando un poco de lado otros aspectos como el apartado gráfico, que podría haber sido algo más vistoso, aunque no empaña la notable experiencia que ofrece esta gran obra de David Jaffe.

El principal atractivo es su completo y variado modo online, que garantiza muchas horas de diversión a los amantes de este género tan poco explotado hoy en día. Cuenta también con un interesante modo historia que supondrá todo un reto para el que quiera pasárselo en el máximo nivel de dificultad y desbloquear todos los objetos ocultos del juego.

Cuenta además con una gran banda sonora que podremos personalizar, y un excelente doblaje al castellano. Twisted Metal se alza como la opción más interesante para los amantes de la destrucción, de la acción visceral y de la locura desenfrenada.

Lo mejor

  • Un completo y variado modo online realmente adictivo.
  • La dificultad Twisted es todo un reto en el modo historia.
  • Interesante cantidad, y también variedad, de vehículos y escenarios.
  • Un excelente doblaje.
  • Gran banda sonora.

Lo peor

  • Las molestas desconexiones del modo online. Jaffe ha prometido que pronto lo solucionarán.
  • Se echa de menos unos controles más intuitivos.
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Jugabilidad: 8.5
Gráficos: 7.75
Sonido: 8.5
Satisfacción: 8.75