Ha pasado por un proceso de desarrollo algo complejo, pero hace unos días aterrizó en PS4 uno de esos títulos que arrasan entre los aficionados al RPG de corte más clásico, en el que tiene mucha más importancia la historia y el mundo que nos rodea que cualquier combate que se presente en nuestro camino. Torment: Tides of Numenera es una propuesta que se disfruta plenamente en PC, aunque sus responsables han querido apostar por adaptar de la mejor forma posible el juego a las posibilidades de una consola de sobremesa como PS4, sin ofrecer alardes técnicos destacables, pero sí una trama tan rica como compleja, en la que cualquier acción puede tener consecuencias inesperadas.
Financiado a través de un exitoso crowdfunding, Torment: Tides of Numenera debería haber salido a finales del año 2014, pero tras varios retrasos y cambios en su fecha de lanzamiento, el juego ha terminado llegando a compatibles y consolas de sobremesa en febrero de este mismo 2017. inXile Entertainment tiene en Brian Fargo, de las series Fallout o Baldur’s Gate, a uno de sus nombres más importantes, dando como resultado un RPG tan clásico que echará para atrás a los jugadores que esperen encontrarse con un mundo abierto repleto de acción. Aquí importa más la palabra que los actos violentos y eso se puede apreciar desde el primer minuto de juego.
Un RPG clásico, de combate por turnos
Torment: Tides of Numenera nos traslada hasta el mundo ideado por Monte Cook para su juego de mesa rolero homónimo, aunque el objetivo que siempre ha defendido inXile Entertainment era el de crear el sucesor espiritual del mítico Planescape: Torment, aparecido en 1999 bajo la firma de Black Isle Studios. De esta forma, nos metemos en la piel del Último Deshecho y nos disponemos a explorar el Noveno Mundo, una visión futurista nada esperanzadora de la humanidad, en la que varias civilizaciones alcanzaron su cúspide y desaparecieron para crear un universo tan atractivo como peligroso. Y, teniendo en cuenta que el título basa todo su potencial en la historia y las diferentes tramas de personajes, creo que es mejor no ofrecer más detalles sobre el argumento y dejaros descubrir todo por vosotros mismos.
Durante la extensa partida he tenido ocasión de conocer a varios compañeros de viaje que han sido difíciles de olvidar por sus tramas personales. Cuando me he visto obligado a cambiar a un personaje por otro, porque sus habilidades me resultaban más interesantes o por el motivo que fuera, he sentido que la despedida era más dolorosa de lo habitual. En sagas como The Elder Scrolls estamos acostumbrados a cambiar de compañero de viaje sin mucho problema, mientras que en Torment: Tides of Numenera se crean unos lazos que demuestran el poder emotivo de una historia bien escrita, en la que todos los actos tienen consecuencias y cualquier detalle puede marcar un punto de inflexión para la historia de un personaje carismático.
Toda esta fantástica ambientación, poco convencional dentro del género en la actualidad, hace que nos encontremos ante una historia más íntima, que se aleja de los momentos épicos forzados. Puede que por este motivo, el combate sea un elemento jugable menos satisfactorio de lo que me hubiera gustado. Los que conocéis mis fobias estaréis al tanto de lo poco que me agrada el combate por turnos, por lo que mi decepción general con este apartado puede que haya sido incluso mayor que la de otros compañeros de la prensa. Por suerte, muchos de los enfrentamientos de Torment: Tides of Numenera se pueden evitar mediante conversaciones y otras cuestiones de lo más interesantes.
De hecho, la exploración es fundamental en el juego, puesto que nos permite descubrir misiones y contenido de todo tipo, así como el mejor equipo y los objetos necesarios para resistir los combates. El sistema por turnos funciona bien, aunque es cierto que el control general del título está pensado para ser disfrutado en PC, por lo que algunos jugadores pueden notar algo extraño el manejo con DualShock 4. No es especialmente emocionante, quedando lejos de la calidad argumental de la obra. Aunque inXile Entertainment realiza un port decente en lo jugable, hay una serie de problemas técnicos que lastran la experiencia general, aunque también es cierto que es posible encontrar una actualización de gran tamaño para el juego en sus diferentes versiones que soluciona algunos de estos inconvenientes.
También es cierto que Torment: Tides of Numenera es consciente en todo momento de sus posibilidades técnicas, por lo que nunca aspira a ofrecer más de lo que realmente puede en este aspecto. Estos problemas quedan subsanados en buena medida gracias a la ya mencionada labor artística, que me ha permitido descubrir entornos variados, repletos de posibilidades y de rincones para el recuerdo. Otro aspecto importante es el de la localización. Un título como el que nos ocupa necesita de una buena traducción al español, que en este caso es más bien neutro, con algunos términos latinoamericanos que pueden descolocar a los jugadores españoles. No obstante, el principal problema lo encontramos en su diferenciación por colores y párrafos. Dicho así puede resultar extraño, pero tras varias horas de juego entenderéis perfectamente a lo que me refiero.
Torment: Tides of Numenera es un título notable en muchos aspectos, pero su apuesta por un RPG clásico basado especialmente en sus textos y alejado de cualquier intento de ofrecer un sistema de combate llevadero, hace que sea de difícil acceso. No es complejo en cuanto a mecánicas, pero se parece tanto a un juego de rol de mesa que quienes no conozcan bien el género terminarán renegando del título. Además, se nota en todo momento que es una propuesta pensada para ser jugada en PC, por lo que su versión para consolas puede no ser la más interesante. Por suerte, aquellos que sepan exactamente a lo que se enfrentan podrán disfrutar de un universo que mezcla elementos de fantasía y de ciencia ficción con un montón de tramas e historias de personajes interesantes. Un juego diferente, poco habitual entre lanzamientos Triple A y RPGs de grandes presupuestos.