Análisis Torment: Tides of Numenera

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El Noveno Mundo se adapta a PS4 con algunos peros técnicos
Por Antonio López 9 marzo, 2017

Ha pasado por un proceso de desarrollo algo complejo, pero hace unos días aterrizó en PS4 uno de esos títulos que arrasan entre los aficionados al RPG de corte más clásico, en el que tiene mucha más importancia la historia y el mundo que nos rodea que cualquier combate que se presente en nuestro camino. Torment: Tides of Numenera es una propuesta que se disfruta plenamente en PC, aunque sus responsables han querido apostar por adaptar de la mejor forma posible el juego a las posibilidades de una consola de sobremesa como PS4, sin ofrecer alardes técnicos destacables, pero sí una trama tan rica como compleja, en la que cualquier acción puede tener consecuencias inesperadas.

Financiado a través de un exitoso crowdfunding, Torment: Tides of Numenera debería haber salido a finales del año 2014, pero tras varios retrasos y cambios en su fecha de lanzamiento, el juego ha terminado llegando a compatibles y consolas de sobremesa en febrero de este mismo 2017. inXile Entertainment tiene en Brian Fargo, de las series Fallout o Baldur’s Gate, a uno de sus nombres más importantes, dando como resultado un RPG tan clásico que echará para atrás a los jugadores que esperen encontrarse con un mundo abierto repleto de acción. Aquí importa más la palabra que los actos violentos y eso se puede apreciar desde el primer minuto de juego.

Un RPG clásico, de combate por turnos

Torment: Tides of Numenera nos traslada hasta el mundo ideado por Monte Cook para su juego de mesa rolero homónimo, aunque el objetivo que siempre ha defendido inXile Entertainment era el de crear el sucesor espiritual del mítico Planescape: Torment, aparecido en 1999 bajo la firma de Black Isle Studios. De esta forma, nos metemos en la piel del Último Deshecho y nos disponemos a explorar el Noveno Mundo, una visión futurista nada esperanzadora de la humanidad, en la que varias civilizaciones alcanzaron su cúspide y desaparecieron para crear un universo tan atractivo como peligroso. Y, teniendo en cuenta que el título basa todo su potencial en la historia y las diferentes tramas de personajes, creo que es mejor no ofrecer más detalles sobre el argumento y dejaros descubrir todo por vosotros mismos.

Con todo lo anterior en mente, como ya he dejado caer en algunos puntos del análisis, Torment: Tides of Numenera cede todo el protagonismo a una historia extensa y rica en detalles, que nos hace leer durante mucho, muchísimo tiempo. De hecho, hay tanta literatura en el juego que por momentos creemos estar jugando a una novela interactiva, lo que puede suponer un problema para los jugadores pocos interesados en el mundo de Numenera. El juego de inXile Entertainment trata temas profundos, incluso filosóficos, creando un amplio entramado de historias personales que nos llevan a sentir verdadero afecto por un buen número de personajes que se cruzan en nuestro camino.

Durante la extensa partida he tenido ocasión de conocer a varios compañeros de viaje que han sido difíciles de olvidar por sus tramas personales. Cuando me he visto obligado a cambiar a un personaje por otro, porque sus habilidades me resultaban más interesantes o por el motivo que fuera, he sentido que la despedida era más dolorosa de lo habitual. En sagas como The Elder Scrolls estamos acostumbrados a cambiar de compañero de viaje sin mucho problema, mientras que en Torment: Tides of Numenera se crean unos lazos que demuestran el poder emotivo de una historia bien escrita, en la que todos los actos tienen consecuencias y cualquier detalle puede marcar un punto de inflexión para la historia de un personaje carismático.

Toda esta fantástica ambientación, poco convencional dentro del género en la actualidad, hace que nos encontremos ante una historia más íntima, que se aleja de los momentos épicos forzados. Puede que por este motivo, el combate sea un elemento jugable menos satisfactorio de lo que me hubiera gustado. Los que conocéis mis fobias estaréis al tanto de lo poco que me agrada el combate por turnos, por lo que mi decepción general con este apartado puede que haya sido incluso mayor que la de otros compañeros de la prensa. Por suerte, muchos de los enfrentamientos de Torment: Tides of Numenera se pueden evitar mediante conversaciones y otras cuestiones de lo más interesantes.

Y es que, gracias a nuestras habilidades de oratoria, podemos recurrir al engaño, a la amenaza y a otras muchas posibilidades para evitar entrar en combate (denominado Crisis dentro del juego). Claro está, algunas peleas son inevitables, pero siempre hay una vía alternativa para solucionar las cosas. Incluso dentro de un enfrentamiento, podemos recurrir a elementos del entorno para generar distracciones o hacer que nuestros rivales pierdan el hilo de la pelea y sacar tajada de ello. Como digo, todo acto tiene su consecuencia y esto puede salvarnos la papeleta en más de una ocasión. Perder la vida en Torment: Tides of Numenera se aleja de la clásica carga de partida. En su lugar podremos movernos por el interior de la mente del protagonista y descubrir algunos detalles sobre otros personajes. Es posible que, al volver al juego, seamos testigos de algunos cambios debido a los acontecimientos pasados. Todo esto no hace más que incentivar el elemento de exploración del título, su gran aliciente junto con la historia.

De hecho, la exploración es fundamental en el juego, puesto que nos permite descubrir misiones y contenido de todo tipo, así como el mejor equipo y los objetos necesarios para resistir los combates. El sistema por turnos funciona bien, aunque es cierto que el control general del título está pensado para ser disfrutado en PC, por lo que algunos jugadores pueden notar algo extraño el manejo con DualShock 4. No es especialmente emocionante, quedando lejos de la calidad argumental de la obra. Aunque inXile Entertainment realiza un port decente en lo jugable, hay una serie de problemas técnicos que lastran la experiencia general, aunque también es cierto que es posible encontrar una actualización de gran tamaño para el juego en sus diferentes versiones que soluciona algunos de estos inconvenientes.

Las tres clases disponibles (Glaive, Nano y Jack) presentan habilidades variadas que nos permiten crear al protagonista que más nos interese. Sucede algo similar con los compañeros de fatigas, hasta tres de forma simultánea, a los que podemos «mejorar» para convertirlos en apoyos importantes durante los momentos más tensos, dialécticos y físicos. Torment: Tides of Numenera quiere que nos dejemos llevar por el universo que recrea y para ello es imprescindible dedicar un tiempo a conocer bien sus opciones jugables, su combate y las habilidades de los personajes. Después podremos descubrir un mundo que ha sido trabajado con mucho mimo en su apartado artístico, aunque en lo técnico está lejos de ser una gran apuesta. Y es que el juego presenta unos entornos muy detallados, pero unos personajes tan poco gráciles como dinámicos, que expresan sus sentimientos únicamente mediante texto, sin animaciones o elaborados diseños. Es cierto que «los gráficos no son todo», pero ayudan en determinadas situaciones, como en la de ofrecer una mayor inmersión en este tipo de propuestas. Tirones molestos y pantallas de carga demasiado habituales hacen que el título pierda fuelle en comparación con su versión para PC.

También es cierto que Torment: Tides of Numenera es consciente en todo momento de sus posibilidades técnicas, por lo que nunca aspira a ofrecer más de lo que realmente puede en este aspecto. Estos problemas quedan subsanados en buena medida gracias a la ya mencionada labor artística, que me ha permitido descubrir entornos variados, repletos de posibilidades y de rincones para el recuerdo. Otro aspecto importante es el de la localización. Un título como el que nos ocupa necesita de una buena traducción al español, que en este caso es más bien neutro, con algunos términos latinoamericanos que pueden descolocar a los jugadores españoles. No obstante, el principal problema lo encontramos en su diferenciación por colores y párrafos. Dicho así puede resultar extraño, pero tras varias horas de juego entenderéis perfectamente a lo que me refiero.

Torment: Tides of Numenera es un título notable en muchos aspectos, pero su apuesta por un RPG clásico basado especialmente en sus textos y alejado de cualquier intento de ofrecer un sistema de combate llevadero, hace que sea de difícil acceso. No es complejo en cuanto a mecánicas, pero se parece tanto a un juego de rol de mesa que quienes no conozcan bien el género terminarán renegando del título. Además, se nota en todo momento que es una propuesta pensada para ser jugada en PC, por lo que su versión para consolas puede no ser la más interesante. Por suerte, aquellos que sepan exactamente a lo que se enfrentan podrán disfrutar de un universo que mezcla elementos de fantasía y de ciencia ficción con un montón de tramas e historias de personajes interesantes. Un juego diferente, poco habitual entre lanzamientos Triple A y RPGs de grandes presupuestos.

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Jugabilidad: 8.25
Gráficos: 7
Sonido: 7
Satisfacción: 8.25

Análisis

inXile Entertainment adapta las posibilidades de un juego de mesa de Monte Cook y crea una suerte de sucesor espiritual de Planescape: Torment que basa todo su encanto en una trama elaborada, filosófica y profunda. Personajes memorables y mucha literatura nos esperan en un juego con un sistema de combate por turnos poco atractivo, más disfrutable en PC que en consola. No intenta contentar al público masivo y su predilección por los diálogos en lugar de los combates lo convierten en un RPG diferente y muy peculiar, destinado a los que sepan bien lo que van a comprar.