Tequila Works y Cavalier Game Studios han unido sus fuerzas para crear The Sexy Brutale, una suerte de aventura gráfica en la que nuestro protagonista debe resolver una serie de crímenes antes de que se cometan. Y no estamos hablando de algo similar a lo que sucedía en el relato de Philip K. Dick que dio origen a la película Minority Report. Más bien nos encontramos con una suerte de Phil Connors victoriano que utiliza su recién adquirida habilidad para retroceder en el tiempo y poder así descubrir todo lo que se esconde dentro de The Sexy Brutale, la mansión que da título a esta producción.
Aunando elementos propios de las aventuras gráficas, con resolución de puzles y gestión de inventario incluida, lo nuevo de Tequila Works y Cavalier Game Studios se presenta como una aventura interesante, aunque fallida en varias facetas. Mientras que el trabajo artístico destila bastante personalidad, el apartado jugable dista de resultar atractivo y poco se puede hacer si la historia que nos cuenta el título no consigue atraparnos desde el principio. Con todo, The Sexy Brutale llega a PS4 con la intención de sorprender a todos aquellos que se dejen llevar por la idea, una en la que la resolución de misterios y la posibilidad de retroceder en el tiempo forman parte indispensable de la experiencia.
Aventura y puzles con algo de juego de mesa
The Sexy Brutale, como digo, nos lleva hasta la mansión del mismo nombre en la que nuestro protagonista, Lafcadio Boone, debe evitar una serie de asesinatos antes de que sucedan. Para ello se ayudará de un reloj que le permite retroceder en el tiempo, en una especie de Día de la Marmota que no llegará a su fin hasta que todos los invitados a este juego de misterio y muerte estén a salvo. Como suele suceder en este tipo de juegos, donde la resolución de puzles y los giros argumentales son parte clara de la propuesta, dejaré que descubras el resto de elementos presentes en el juego por tu cuenta.
La idea de The Sexy Brutale nace de las mentes de Tom Lansdale y los hermanos Charles y James Griffiths, excomponentes de Lionhead. Tras presentar la propuesta a varios amigos, Cavalier Game Studios y Tequila Works llegaron a un acuerdo para desarrollar y distribuir la propuesta, respectivamente. El estudio español que dentro de poco nos dejará descubrir RiME, desarrollado por completo en su estudio de Madrid; también se ha encargado de crear el apartado artístico de la obra, posiblemente lo más interesante de todo el conjunto. Y es que The Sexy Brutale es un título que dista de ser accesible para todo tipo de jugadores debido a una serie de elementos jugables que lo alejan de ser una aventura de resolución de puzles tradicional.
Lo primero que me llamó poderosamente la atención del título fue su estética. Tequila Works confecciona unos entornos que nos trasladan hasta la mansión inglesa que da título al juego y que resulta ser un personaje más de la aventura. Además, puede que la suma de su vista en perspectiva isométrica y la geometría de todo el escenario, de como resultado la sensación de estar ante un juego de mesa interactivo. Si a todo esto añadimos una simplificada gestión de inventario y una serie de opciones en el menú de pausa bastante clásicas, tenemos una especie de aventura gráfica que obliga a moverse contrarreloj para intentar conseguir todos los poderes de las máscaras de las potenciales víctimas de los asesinos del juego.
Es cierto que el título hace algunas cosas bien, como presentar un acertado apartado artístico; pero se pierde en pasillos vacíos, un límite de tiempo que pasa demasiado deprisa y esa obligación de hacerme retroceder en el tiempo demasiadas veces como para desentrañar todo el misterio. Es cierto que existen diversos atajos y que no siempre es necesario reiniciar el día, pero la sensación de que se podría haber implementado mejor está presente en todo momento. Además, la creciente dificultad de los puzles le añade una complejidad que puede resultar impuesta, aunque es cierto que eso le otorga algo más de duración al título.
Más allá de lo jugable, como ya he destacado en alguna ocasión, The Sexy Brutale presenta un trabajo artístico que confirma el potencial de Tequila Works en este ámbito. La arquitectura de la mansión, en sus formas y detalles, destaca sobre el resto del conjunto. También resulta interesante el uso que se hace de los efectos de sonido, que en ocasiones dan pistas sobre lo que está sucediendo en otras estancias de la mansión y que nos recuerdan todos los acontecimientos que se suceden de forma simultánea en esta especie de Cluedo moderno. Justo en la parte contraria me encuentro con una banda sonora presente en todo momento y que terminó por ponerme de los nervios en más de una ocasión. La composición de la música es notable, pero su constante presencia termina por resultar molesta y en las diversas sesiones de juego que llevé a cabo para realizar el análisis terminé por eliminar su presencia a través del menú de opciones. En materia gráfica, el motor Unity se adapta bien a las posibilidades visuales de los diseños artísticos, aunque no hay mucho que sorprenda en su apartado gráfico. Tampoco lo pretende, dicho sea de paso.