Análisis The Elder Scrolls V: Skyrim
Si hay una saga con nombre, identidad y esencia propia, es sin duda Elder Scrolls. Cuando Bethesda sacó a la luz en 2006 la cuarta entrega de la saga, Oblivion, al principio de la nueva generación de consolas, el impacto en la comunidad de jugadores orientada al rol fue total. Un mundo de exploración lleno de detalles, riquezas e historias que asombraban a propios y extraños. Entendimos el concepto de libertad total desde la perspectiva del mejor rol de acción creado hasta la fecha. Desde aquel momento, Elder Scrolls se hizo un hueco como la saga mejor valorada y más mediática de Bethesda Softworks, junto con la homónima Fallout.
La gran mente, el padre, al alma máter de la gran Saga, Todd Howard, no se quedó quieto tras el gran éxito que tuvo Oblivion y apenas unos meses después comenzó en secreto el desarrollo de la que sería la 5ª entrega. Algo nuevo, con lo que ni los más optimistas se atreviesen a soñar. El concepto que había hecho triunfar a la Saga Elder Scrolls elevado a la enésima potencia. Un nuevo significado del rol de acción, que sentase unos precedentes como sus anteriores entregas no lo habían hecho hasta ahora.
4 años después, en la gala de los premios VGA 2010, el juego tenía una gran base ya desarrollada. Era el momento de sacar a la luz uno de los teaser trailers más impactantes que se han realizado para un videojuego. La música que acompañaba al tráiler, con los coros de 90 personas cantando el tema principal de la nueva entrega, cautivó completamente a la crítica y al público. The Elder Scrolls V : Skyrim ya tenía fecha. Empezaba la cuenta atrás.
Fue en la Bethesda Gamer’s Day de este año cuando se mostró a puerta abierta por primera vez el videojuego de forma in-game. El protagonista de la que iba a ser la quinta entrega, Dovahkiin, luchaba contra un feroz dragón a vida o muerte. No nos vino a la cabeza la idea de “revolución” en la saga, sino una experiencia jugable muchísimo más realista, unos gráficos del mapa de Tamriel mucho más cuidados, y sobre todo, el especial mimo que Bethesda ha puesto a su saga más prolífica. ¿Revolución? No la necesita.
A estas alturas ya nadie tiene duda de que Skyrim se va a convertir en uno de los grandes Juegos del Año. La cuestión que nos ronda la cabeza es saber hasta qué punto va a conseguir que su historia, su jugabilidad, sus gráficos… en definitiva, que las palabras “Elder Scrolls” se nos queden grabadas a fuego durante los próximos meses. Es la hora de embarcarnos en una nueva historia épica de proporciones titánicas.
[BREAK=Argumento]
El argumento de la saga Elder Scrolls siempre se ha caracterizado por sus tramas épicas, llenas de personajes que se nos quedaban grabados en nuestras cabezas, como el emperador Uriel Septim en las primeras entregas. Es denominador común en todos los videojuegos, marca de la casa de Howard y su equipo. El argumento de Skyrim continúa con la historia del imperio de Tamriel, pero puede ser jugado perfectamente sin haberse pasado cualquiera de las entregas anteriores.
La historia comienza 200 años después de los hechos acaecidos en The Elder Scrolls IV: Oblivion. El portal de Oblivion se ha cerrado y el problema con los daedra está resuelto. Sin embargo, una guerra civil acecha en la región del Norte, en Skyrim. Los gobernadores de las distintas provincias aumentan sus diferencias políticas y el conflicto parece lejos de solucionarse. En este contexto comienza la aventura nuestro personaje.
Tras un crimen del que no sabemos cuándo ha sido cometido ni quién lo ha cometido, se nos acusa de haber atentado contra el Imperio, por lo que somos capturados y condenados a muerte. Con nosotros viaja el líder de la resistencia, que también ha sido capturado. Tras llegar a Helgen, el pueblo donde se hará efectiva la sentencia por un verdugo, el pueblo es atacado por un feroz dragón justo antes de que el hacha caiga sobre nuestras cabezas. Tras lograr escapar a duras penas de la masacre, se nos encomienda informar al Jarl (gobernador) de Carrera Blanca, la capital de la provincia, sobre este hecho.
La situación es bastante caótica y preocupante. Los dragones se creían extinguidos y perdidos, tras siglos sin saber ni rastro de ellos. Una vez hemos informado al Jarl de Carrera Blanca de cómo están las cosas, éste nos avisa de que se ha avistado al dragón cerca de la capital. Con ayuda de los guardias, el dragón muere y nuestro personaje absorbe su alma. Este hecho descubre el verdadero poder que tiene el protagonista en esta historia: somos Sangre de Dragón.
Los Sangre de Dragón que existieron hace siglos se dedicaban a cazar dragones y a absorber de éstos su alma una vez muertos. Gracias a ello, generaban poder en lo que se llamaba un “Zuum” o grito. Los gritos son habilidades extremadamente poderosas. Están formados a partir de la esencia de los dragones ancestrales y por ello su poder es tremendamente apreciado. Una vez descubrimos nuestro poder, tomaremos un nuevo papel en la historia de Skyrim, derrotando dragones para conseguir más poder.
El videojuego se desarrolla en una trama principal muy intensa, que nos llevará por todos los rincones de Skyrim. Además, existen infinitas misiones secundarias, gracias al motor Radiant Quest System, que genera nuevas tareas en los lugares que aún no hayamos explorado. The Elder Scrolls V: Skyrim es un juego que no dejará de sorprendernos en este aspecto.
[BREAK=Jugabilidad]
A la hora de analizar un juego de este tipo siempre cuesta ponerse a valorar la jugabilidad del videojuego. Hay muchísimas cosas de las que podemos hablar en este apartado del análisis. Casi infinidad de cosas. Desde aquí pedimos disculpas de antemano si por casualidad algún detalle menor lo pasamos por alto o se nos olvida comentar alguna cosa.
Al iniciar la historia de Skyrim, lo primero que nos viene a la cabeza es cada una de las 10 razas jugables que contiene el videojuego. Desde Nórdicos hasta Altos Elfos, cualquier jugador que le guste el rol encontrará siempre una raza a la que se asocie con ella. El que va a ser su álter ego durante la larga aventura que le espera. Justo después de la secuencia inicial del videojuego será cuando tengamos que hacer nuestra elección. Una elección que, además, no sólo se remite a la raza. Tenemos que personalizar nuestro aspecto y nombre en un editor a la altura del mejor Elder Scrolls. Ojos, pelo, nariz, cejas, barba, mandíbula, boca, pómulos… infinitas combinaciones para lograr nuestro ‘look’ más deseado.
El segundo punto al que queremos hacer referencia es el control del videojuego. Como siempre, es bastante intuitivo y no cuesta prácticamente nada hacerse con él. Con un botón atacamos y con el otro bloqueamos. También hacen referencia los mismos botones a utilizar la mano derecha o la izquierda, si tenemos equipados otro tipo de objetos o magia. Hay un botón predeterminado para mirar nuestro diario de misiones y otro para el inventario y los talentos de nuestro personaje. Como siempre, la cámara es totalmente ajustable con el joystick derecho.
Nuestro protagonista comienza su aventura al nivel 1. La forma de subir niveles consiste en potenciar cada una de las 17 habilidades de las que disponemos. Manejo de Armas de 1 mano, de 2 manos, curación, sigilo, robo, bloqueo, dominio de los elementos… cada una de estas habilidades puede ser subida de forma individual hasta el nivel 100. Según la raza que elijamos para nuestro personaje comenzamos con más o menos niveles en un atributo determinado. Por ejemplo, para los que elijan a un Alto Elfo, su nivel de magia destructora estará mucho más desarrollado inicialmente que cualquier otra raza; sin embargo, en otros atributos como el combate tendrá clara desventaja con respecto a otras. Es por ello necesario recalcar la importancia de elegir una raza que se adapte al estilo de juego que nosotros queramos.
Cada vez que subimos un nivel de una habilidad, la barra del nivel total se rellena un determinado fragmento. Una vez que hemos desarrollado suficientes capacidades como para rellenar la barra de nivel, nuestro personaje subirá de nivel y tendremos que tomar una nueva decisión. A los 17 atributos mencionados anteriormente, hay que añadir 3 atributos principales: vida, magia y aguante. Son los que tienen más importancia porque de ellos dependen todas las demás habilidades. Subir un nivel supone aumentar uno de los 3 atributos principales, siempre el que el jugador prefiera. Una vez hecha la elección, pasamos a mejorar los talentos de una de las habilidades secundarias, de las que ya hemos hablado antes. Mejorar los talentos supone dar un extra de poder a la habilidad. Estos talentos nos ayudarán a realizar movimientos definitivos en el caso del combate o a tener más probabilidades de robar algo sin ser descubierto, por ejemplo. Además, tanto los ataques cuerpo como las magias tienen una determinada probabilidad de asestar un golpe crítico a nuestro oponente. En Skyrim se ha implementado un sistema de golpes definitivos a cámara lenta, donde podemos apreciar toda la brutalidad de nuestras mejores armas.
El videojuego ha sido desarrollado para disfrutarlo principalmente en una perspectiva en primera persona. Podemos experimentar más claramente la posición de ataque de nuestros enemigos, movernos más fácilmente a la hora de sortear un ataque o cualquier otro obstáculo, y se pueden apreciar mucho más fielmente las armas o magias que llevemos en nuestras manos. Además, la exploración del mundo de Skyrim se disfruta mucho más en esta vista. Esto no quita que, sin embargo, podamos jugarlo cuando queramos en una perspectiva en tercera persona. Bethesda ha implementado un sistema para este tipo de vista mucho más fiel y cómodo que Oblivion. Los jugadores que prefieran esta vista no tendrán ningún tipo de problema jugable. De hecho, la única forma de poder apreciar cómo le queda de bien o mal la armadura a nuestro personaje es utilizando esta última.
En este apartado hemos comentado únicamente los aspectos de la jugabilidad básica del videojuego. Para adentraros más a fondo en lo que podéis esperar del mundo de Skyrim, seguid leyendo en El Mundo de Skyrim.
[BREAK=El Mundo de Skyrim]
Prácticamente desde el primer momento de nuestra aventura, la libertad para movernos por toda la vasta extensión de Skyrim es total. Podemos ir a donde nosotros queramos, en cualquier momento. Antes de ponernos a analizar más en detalle todo lo concerniente a la región nórdica donde se desarrolla el videojuego, también es preciso recalcar que a niveles bajos, deambular por regiones lejanas a nuestro inicio es sinónimo de muerte segura.
Tras abandonar Helgen, la primera aldea que visitamos en nuestra aventura, tenemos que apañárnoslas sólo. Todo tipo de criaturas vagan por Skyrim: lobos, conejos, coyotes, y hasta mamuts gigantes con sus respectivos dueños trol. Cada enemigo supone una mayor o menor amenaza. Por ejemplo, a niveles bajos es relativamente fácil acabar con un lobo, sin embargo, si intentamos una confrontación con un mamut, las probabilidades de salir con vida serán prácticamente nulas.
La criatura que define gran parte de la esencia del videojuego es el dragón. Durante muchísimos años se ha creído que no eran más que leyendas y que nunca habían llegado a existir realmente. No obstante, podemos comprobar ya desde un principio de primera mano que eso no es cierto. Numerosos dragones deambulan por toda la región de Skyrim, aterrorizando pueblos enteros. Son los enemigos más fuertes con los que nuestro personaje deberá luchar. Una vez hayamos acabado con la vida de un dragón, absorbemos su alma, lo que nos otorgará más poder a la hora de realizar ciertas magias o “gritos”.
Como tampoco podía ser de otra forma, en Skyrim nos encontramos con todo tipo de gente. Muchas hermandades o gremios nos están esperando para unirnos a ellas, lo que nos otorgará ciertos beneficios o nuevas habilidades. La variedad sigue siendo inmensa: un gremio de hermanos oscuros (asesinos), gremio de magos, gremio de bardos, mercaderes, guardia imperial… Algunos de estos gremios están enfrentados entre sí, por lo que si elegimos pertenecer a uno de ellos, nos será imposible que nos dejen entrar en el otro. Una vez entramos en el gremio, empezamos siendo aprendices de éste, y hasta que no cumplamos unos requisitos o realizamos una determinada misión no ascenderemos dentro de él.
La región de Skyrim se divide en 8 provincias, y cada una de ellas cuenta con una ciudad capital. Para acortar el tiempo que dedicamos al desplazamiento de nuestro personaje, una vez que descubramos una ciudad capital, podremos volver a ella rápidamente desde la vista del mapa, lo que nos ahorrará bastante tiempo de viaje. Lógicamente, si quieres explorar todo lo que hay en el camino, no te recomendamos que utilices esta función. Para llegar rápidamente a ciudades a las cuales aún no has descubierto, existen carruajes a las afueras de todas ellas. Pagando un módico precio podemos alquilar el carruaje a su dueño y que éste nos acerque rápidamente a dicho lugar.
Todos los habitantes de las ciudades reaccionan prácticamente igual que en la vida real a nuestra presencia: si forzamos la cerradura de una casa y su dueño nos sorprende, llamará a la guardia, con el consiguiente arresto. Los comerciantes nos seguirán todo el rato con la vista para vigilar que no robemos nada de sus respectivas estanterías de provisiones. Podemos casarnos con la dama (o el caballero) que acepte nuestra petición de mano. Se puede comprar una casa propia con el dinero ganado con nuestra frente para poder almacenar cosas en ella y descansar el tiempo que nos haga falta en la cama. Si no podemos permitirnos el lujo de comprar una casa, siempre existe la opción de alquilar una habitación en la posada. Los templos contienen capillas donde si rezamos conseguimos una bendición que nos suele dar poder extra. Las enfermedades que podamos contraer también se curan con estas capillas. Cada una de las 17 habilidades secundarias cuenta con un maestro en la región, que por un precio determinado, aumentará en 1 nuestro poder en esa habilidad. Para comprar lo que necesitemos, existen también tiendas especializadas en determinados campos. El herrero nos venderá mejores piezas de armadura que en comerciante general. Lo mismo pasa con los demás tipos de comercio. La lectura nos hace más sabios: determinados libros que hablan de temas concretos nos subirán en 1 nuestra habilidad en ese aspecto.
También es importante comentar que Skyrim cuenta con más de 100 mazmorras, cuevas y escondrijos de bandidos por toda la región. Estas mazmorras sirven como un lugar perfecto a la hora de desarrollar nuestras capacidades de combate y subir más niveles. Muchas de las misiones secundarias nos mandan específicamente a estos sitios para recuperar objetos perdidos o acabar con la vida del jefe de los bandidos. Cada mazmorra cuenta con un grado de dificultad distinto, por lo que es importante saber dónde se encuentran nuestros límites.
En esta nueva entrega siguen estando presentes dos facultades especiales, por llamarlas de alguna forma. Una de ellas es el vampirismo: si un vampiro nos muerde y no nos curamos la enfermedad que se desarrolla en nuestro cuerpo en 3 días, nos convertiremos en uno de ellos. Muchas de nuestras facultades ganarán poderes extra, pero también tendremos que cobrar un precio alto por ello. Es necesario morder y absorber sangre de personas, puesto que cuanto más tiempo pasemos sedientos, más nos afectará la luz del sol y la gente reaccionará mucho más violentamente a nuestra presencia. La segunda facultad es la licantropía: si un hombre-lobo nos muerde, nos convertiremos en un licántropo. A diferencia del vampirismo, con la licantropía podemos controlar cuando queremos transformarnos. En la forma de lobo, la fuerza aumentará de forma considerable, y nuestras garras serán nuestras mejores armas. Como tampoco queremos arruinar toda la experiencia y sorpresa de lo que suponen estas dos facultades, os animamos a que las probéis por vosotros mismos cuando llegue el momento de elegir.
Para finalizar, es importante recalcar que lo que aquí hemos expuesto es simplemente un pequeño resumen de cómo movernos e interactuar en la región de Skyrim. No podemos comentar todo lo que vais a poder encontrar en él, pero este apartado os puede hacer una idea de la cantidad de lugares, experiencias y relaciones puedes llegar a tener en el videojuego.
[BREAK=Gráficos]
A menudo intentamos comparar el apartado gráfico de un videojuego con otro. Este último suele ser siempre el modelo a seguir. En esta generación de consolas, el mejor exponente gráfico en PlayStation 3 lo hemos vivido con la saga Uncharted (sobre todo en la segunda y tercera entrega). Sin embargo, no son pocos los juegos que han utilizado gran parte de la potencia de PlayStation 3 para realizar a un apartado gráfico a la altura de lo que se les pedía.
En The Elder Scrolls V: Skyrim, se presenta a la hora de desarrollar el videojuego un gran dilema. El chip que contienen las videoconsolas de esta generación data de 2006. Cinco años después, es muy difícil con la tecnología de estos días, sacar todo el potencial a un videojuego en su versión para sobremesa. Es por ello que tanto Skyrim como la gran mayoría de los videojuegos que han salido a la venta en 2011 presentan un apartado gráfico en PC mejor al de su versión para consola.
En Skyrim pasa exactamente lo mismo. El apartado visual es sobresaliente en todos los aspectos. Sin embargo, algunas texturas aisladas en determinadas rocas o cuevas, no tienen una resolución tan óptima como algunos videojuegos del catálogo del año 2011. Pasa lo mismo con algunas sombras, que en la versión para consola se ven un poco pixeladas, mientras que a alta resolución en PC están perfectamente recreadas. Esto, no obstante, no quita para nada mérito al gran trabajo logrado por Bethesda en este apartado. El mundo exterior de Skyrim no tiene tiempos de carga, es tremendamente inmenso y la calidad gráfica que tiene que mover la consola es todo lo esperado que se puede obtener.
Los efectos gráficos como la lluvia, nieve, o las coloridas plantas que crecen por todas las provincias no son más que una demostración de un trabajo bien hecho. Pero esto no es todo lo que tenemos que valorar. La cantidad de bestias, criaturas y humanos del videojuego hace aún más difícil la tarea por llevar una calidad gráfica sobresaliente a las expresiones faciales. Sin embargo, este aspecto se ha mejorado enormemente con respecto a Oblivion. Ahora se pueden apreciar mucho más fielmente las arrugas o cicatrices de nuestra cara sin pensar que es pintura.
El gran acierto, el gran trabajo que destaca por encima de todo en el apartado gráfico son los efectos en la cámara de primera persona de las magias. Al lanzar hechizos combinados desde nuestras manos, el espectáculo visual que se genera es soberbio. El fuego explota, difuminando la imagen, el hielo congela dejando rígida la ropa en todo momento… y así podríamos seguir con la gran mayoría de hechizos que podemos aprender en Skyrim. Esto, lógicamente, también se aplica al fuego que expulsan por la boca los dragones, que calcina muy fielmente todo lo que encuentra a su paso.
Skyrim ha sabido llevar a la versión de PlayStation 3 un apartado gráfico a la altura de lo que se le exigía. El juego no cuenta con bugs que se puedan apreciar a simple vista tras haber jugado más de 20 horas y el mundo de Skyrim es rico en detalles gráficos en la mayoría de criaturas y sitios. Si hay algo que se pueda mencionar en contra, son determinadas texturas a baja calidad, que en ningún caso suponen una molestia al jugarlo. Un videojuego muy sobresaliente.
[BREAK=Sonido]
Desde el mismo momento en el que fue presentado el videojuego en sociedad, el pasado año, ya sabíamos que la banda sonora iba a ser una de las más épicas de esta generación. Un coro de 90 personas recitaban en la lengua del dragón los versículos de una misteriosa profecía. Un teaser tráiler que puso a todo el mundo la piel de gallina. Sin embargo, eso no era más que el apogeo de una historia mucho más larga.
A finales de 2006, tras sacar a la venta Oblivion con un gran éxito entre crítica y público, Todd Howard se puso manos a la obra con la que iba a ser su más clara obra maestra. Para ello, una de las cosas primordiales para llevar a cabo el videojuego era el apartado sonoro de éste. Howard llamó a Jeremy Soule, compositor de videojuegos y le comentó la idea que acababa de tener. Soule se puso entonces manos a la obra para obtener, tras 4 años de intenso trabajo, una de las bandas sonoras más geniales que ha pasado por nuestras manos.
En Skyrim, el sonido es parte de un todo. La música ambiente te rodea con su cálido abrazo. Sientes como fluye el agua de los manantiales. Sientes como aúllan de tristeza los lobos en lo alto de la montaña. La banda sonora es tan inmersiva que nos hemos quedado literalmente enamorados de ella. Merece la pena quedarse a oír cantar al bardo de la taberna mientras escuchas de fondo como las brasas del fuego se apagan lentamente. Tanto la música destinada a la batalla como la más ambiental y relajante están definidas perfectamente. Sientes tensión cuando tu personaje la siente. Te sientes relajado cuando tu personaje lo está. Es quizá lo más importante del apartado sonoro del videojuego, y tenemos que felicitar a Jeremy Soule por ello.
En este tipo de videojuegos, además, no sólo es adecuado centrarse en la banda sonora. Una parte fundamental de la historia es interactuar con todos los personajes que encuentras en las diferentes ciudades o pueblos por los que te lleve tu viaje. Y por ello, las voces siempre se intentan cuidar lo máximo posible. En Oblivion, 20 actores trabajaron para poner voces a todos los personajes del videojuego. En Skyrim son más de 100. Y se nota. Las voces están mimadas muchísimo más de lo que habíamos podido ver en otros videojuegos Elder Scrolls. Casi 3 meses seguidos trabajando en 5 estudios de sonido a la vez logran una sincronización labial y vocal perfecta, además de voces totalmente nuevas. Es adecuado comentar que aunque esta vez han trabajado más de 100 actores, cada uno de ellos ha puesto voz a una media de 50 personas. Es uno de los videojuegos con más diálogos y personajes interactuables de la historia.
En esta ocasión, el juego ha sido doblado íntegramente al castellano. 50 actores españoles tuvieron que doblar más de 650.000 palabras en un gesto increíble de la compañía por hacer aún más genial el apartado sonoro y así llegar a mucha más gente. El trabajo hecho con el doblaje al castellano está a la altura del original. Tanto en los pequeños pueblos como en las grandes ciudades, puedes oír a la gente hablar en castellano entre ellas.
En definitiva, The Elder Scrolls V: Skyrim lleva a la máxima potencia el apartado sonoro en un impresionante despliegue de medios por parte de Bethesda, que una vez más, ha conseguido cautivarnos por completo, tanto con la banda sonora como con las voces de los más de 10.000 personajes que viven en la región nórdica.
[BREAK=Entre tú y yo]
Cuando vi el primer teaser tráiler de Skyrim, si hay algo que me llamó la atención en un primer momento, no fue el regreso de la Saga en sí, sino el coro que cantaba de fondo. Nórdicos anunciando la llegada de un nuevo héroe nacido de dragón. Un canto que me atraía como un imán. En aquel momento no le presté demasiada atención al videojuego puesto que tenía otras prioridades por aquella época y sabía que aún quedaba tiempo por delante para que yo jugase a lo que hoy tengo en mis manos.
Pero el tiempo pasa, mucho más rápido de lo que creemos, y un año después del anuncio oficial, tengo que analizarlo. Antes de meter el videojuego en mi sistema PS3 ya me he visto hasta la saciedad varios gameplays que consiguen subir mi expectación sobre qué es lo que me voy a encontrar cuando lo pruebe. Dragones, un mundo lleno de posibilidades, habilidades totalmente personalizables… Finalmente, llega el día. Hace una semana probé el juego por primera vez.
Lo primero que sensación que tuve al tener el control sobre mi personaje fue como el de un niño al que le das un caramelo. Me sentí fascinado por lo que Bethesda había puesto en mis manos y por todo lo que sabía que iba a disfrutar con él. No es un videojuego típico de los que mueven masas. No tiene un marketing aplastante en los medios de comunicación ni un modo multijugador con buenas o malas conexiones. No lo necesita. Porque es un juego que nunca llega a finalizar. Las posibilidades jugables, incluso si te pasas la historia principal, son infinitas. Siempre hay algo que explorar, una misión que realizar, o facultades que subir. Un jugador puede echarle fácilmente 100 horas sin haber realizado ni la mitad de las misiones.
El hecho de caminar libremente por toda la región de Skyrim, con una banda sonora tan genial, con todo tipo de criaturas a tu alrededor, encuentros aleatorios con dragones en cualquier lugar, con toda la flora y fauna del norte, es una experiencia que nadie debería dejar pasar. Es verdad que el videojuego no es tan espectacular si no eres un jugador que acostumbre a jugar a juegos de rol. Sin embargo, Bethesda ha logrado que incluso a este tipo de jugadores, el juego les sirva tanto para divertirse como para aprender del género. No es un juego muy complicado en ese aspecto.
Es difícil darle una nota al videojuego después de haberlo probado durante unas 20 horas. Lo único que hemos echado un poco en falta eran quizá las sombras o algunas texturas gráficas, que no tenían toda la calidad que pueden tener otros videojuegos. Lo demás nos ha parecido simplemente perfecto, hablando en términos globales. Es la gran obra maestra que llevábamos buscando en la saga Elder Scrolls. Y si las consolas no hubiesen estado limitadas por el hardware, quizá otro gallo hubiese cantado. Es por ello que hemos decidido darle una nota global de un 10. Si aún no tenéis claro si comprar o no el videojuego, hacedlo. No os decepcionará.
[BREAK=Conclusión]
“El verdadero tesoro de la vida consiste en aprovechar cada pequeño momento de felicidad”. Con esta frase, un anciano de una de las muchas ciudades de Skyrim resume gran parte del videojuego. Lo que tenemos ante nuestras manos nos hará pasar tanto buenos momentos como momentos de frustración. Sentiremos felicidad cuando hayamos cumplido esa tarea que se nos llevaba resistiendo desde hace días, y farfullaremos cuando un dragón nos mate una y otra vez. Es parte del ciclo de la vida en Skyrim. Un ciclo de supervivencia, pero también, lo que nos alimenta a la hora de encaminarnos, una vez más, hacia la senda de la perfección.
A favor
– Un argumento épico.
– Un mundo lleno de historias y tareas por cumplir.
– Miles de posibilidades jugables.
– La banda sonora es simplemente perfecta.
– Un doblaje completo al castellano.
– Un videojuego que gustará incluso a los que no suelen jugar a videojuegos de rol.
En contra
– Algunas sombras o texturas gráficas aisladas tienen algo menos de calidad. Nada realmente importante.