La marca más rentable de Activision tira de nostalgia PlayStation en esta entrega. Crash y Spyro juntos, dos personajes sobre los que posee los derechos, pero que solo sabrán disfrutar los que jugaron aquellos clásicos de la 32 bits de Sony. Y aunque ése haya sido el gancho para algunos de los pilares de promoción de este Skylanders Imaginators, acceder al nivel de Crash Bandicoot es una breve anécdota, es corto y requiere un Starter Pack especial para tener esta figurita de diseño actualizado, por lo que queda con mucha menos importancia de lo que esperábamos. Si no sabes quién es Crash y te gustan los Skylanders, aquí tienes la nueva entrega, pues, por lo demás, estamos ante el notable Skylanders de cada otoño, dispuesto a sacar un poco más los cuartos a los fans con sus nuevos muñecos más grandes y trabajados, los senseis de cada especialización, y un invento bastante interesante, las piedras de creación.
Skylanders Imaginators se caracteriza especialmente sobre los demás episodios por el loot constante y por, con ese botín, permitir al jugador dar forma a sus propias creaciones, editando personajes con las distintas piezas, cabezas, armaduras o tipos de patas que recoge sin parar en cofres de premio semi-aleatorio. Las skins y las habilidades marcadas por equipo, típicas de juegos de Blizzard como Diablo u Overwatch, llegan a Skylanders. Y con ellas la rareza, con piezas comunes, raras, épicas, etc. Y sí, lo habéis adivinado, ¿qué significa esto? Que se incorporan los micropagos opcionales para quien quiera comprar directamente más sobres. Como si jugar a Skylanders fuera barato ya… Siendo honestos, estos micropagos son absolutamente eludibles y no aportan nada que no se pueda obtener jugando con normalidad, pero ahí están, incitando a los peques a probar suerte con nuevos cofres del tesoro que les darán, seguro, valiosas pieza de rareza prometida. No me ha gustado nada la idea, aunque esté ahí de forma insustancial.
En lo que respecta al juego en sí, tras un completo y algo más atrevido SuperChargers el año pasado, el estudio Toys for Bob no lo tenía fácil para superar aquello, y eso que cada año han ido dando entregas mejores. Sin embargo, Imaginators vuelve a sorprender con sus nuevos diseños de niveles, más plataformeros que nunca, los puzles o los planteamientos de los jefes, volviendo a hacer indiscutiblemente divertido explorar todas sus áreas y montones de secretos. Los nuevos senseis son carisma en estado puro, todos y cada uno de ellos protagonizando a su clase, algo que en otras entregas no terminaba de conseguirse y aquí sí está. Por supuesto, todas las figuritas que ya tuviéramos de juegos anteriores funcionan a la perfección aquí, mantienen su nivel y habilidades, y podremos potenciarlas un poco más con este nuevo título. Título que viene a contarnos, eso sí, una historia poco inspirada, la de siempre, la de Kaos queriendo, por enésima vez, destrozar toda Skylands.
En Imaginators hay tanto por hacer, que al menos ahí sí se nota el paso de los años. Se han incorporado mecánicas graciosas, como los selfies con premio, nuevos minijuegos y desafíos, o la nueva habilidad devastadora de cada criatura. También me han parecido estupendos los jefes finales y el incremento de los saltos, ahora incluso con niveles laterales al más puro estilo 2,5D. Recoger todo en Skylands esta vez conlleva muchas horas de juego, más aún en las siempre más recomendables dificultades altas y si queremos llevar a los bichos a su máximo nivel, que sube respecto a predecesores. Como siempre, la presentación tanto dentro como fuera de la pantalla lo hace impresionante.
Pese a esto, le pediríamos un poco más en innovación respecto a otros episodios, como el multijugador a lo Mario Kart del año pasado, que desde mi punto de vista sigue dejando a SuperChargers como la mejor entrega de todas. Los retos de nivel son los de siempre, las posibilidades de progreso con gemas y habilidades para cada Skylander también. El aspecto audiovisual es el de siempre, cuidadísimo y sólido pero sin despuntes ni riesgos en lo gráfico y en un doblaje al castellano más que digno, de serie de animación y probablemente cercano al estreno de la franquicia en Netflix. Y así con todo, cada parte de este Imaginators es bastante previsible si ya se viene de anteriores. Ahora bien, cada una de esas partes es, lógicamente, un poco mejor que antes. Se nota que la marca va creciendo y se van perfilando las mejores ideas, como las partidas de cartas SkyStones en la taberna de Skylands, o los juegos de lógica y puzles en la biblioteca, por poner dos ejemplos.
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El editor de personajes a base de piezas recolectadas, miles de configuraciones, no es lo que esperaría un buen conocedor de editores de protagonistas en juegos. Es cierto que hay infinidad de variaciones y podremos personalizar a gusto a nuestras criaturas salidas de cada piedra de creación comprada, pero se echa de menos algo más libre, quizá poder modelar a esos bichos o pintarlos con trazo libre para ponerle detalles encima, palabras, símbolos, etc. Al final, cuando ya llevas bastante avanzada la aventura y estás jugando en dificultades altas -pues la normal sigue siendo estrepitosamente fácil-, lo importante son las piezas de la máxima rareza para que los atributos (fuerza, resistencia, magia…) sean más altos. Y esas piezas están en los cofres de loot o en packs de cofres adquiribles en PSN, aunque esta función todavía no se ha activado pero se ve q hay planes para ella.