Análisis – Scarlet Nexus – PS5

Sergio Alarcón · 21 julio, 2021
Acción frenética y poderes psíquicos se dan la mano para dar luz a una sorprendente aventura de la mano de TOSE y BANDAI NAMCO.
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En los últimos tiempos, las aventuras de acción basadas en el estilo anime han ofrecido muchas horas de diversión, con varios títulos enfocados en diferentes estilos de juego. Astral Chain llegó de la mano de Platinum Games centrándose en un combate frenético al más puro estilo Bayonetta, mientras que Code Vein quiso aportar su granito de arena al género Souls-like con su elevada dificultad y su poca piedad con el jugador/a.

Tras estos dos ejemplos llega Scarlet Nexus, otra gran apuesta por parte de BANDAI NAMCO Studios de cara a afianzar la fusión entre el videojuego y el anime, con la promesa de ofrecer un buen equilibrio entre una gran historia y un combate ágil y desafiante.

¿Es Scarlet Nexus la nueva punta de lanza de su género? Dentro análisis.

El poder de la mente

Como todo anime que se precie (sobre todo dentro del definido como género Shōnen) Scarlet Nexus posee unos protagonistas carismáticos que se enfrentan a una premisa que los pondrá al límite en cada nueva situación, y la verdad es que acierta de pleno con la fórmula.

En un futuro distópico, la humanidad se ha refugiado en macrociudades tras la aparición del Cinturón de Extensión, un extraño fenómeno natural que rodea al planeta y del que aparecen los Alters, unos extraños y letales enemigos con formas de lo más grotescas y que amenazan con poner en jaque a los restos de la humanidad.

A pesar de la avanzada tecnología de la que disponen los humanos, la arma más poderosa que poseen son sin duda los poderes psíquicos que posee una parte de la población, siendo los más poderosos reclutados por las FSA como fuerza de seguridad contra esta gran amenaza.

Entre ellos como no podía ser de otra manera se encuentran los dos protagonistas de esta aventura, Yuito y Kasane. Ambos poseen el poder de la psicoquinesis, con el que son capaces de levantar y controlar objetos inanimados para utilizarlos como arma.

Scarlet Nexus posee dos historias paralelas e interconectadas, pudiendo elegir a uno de los dos protagonistas al inicio de la partida. Cada personaje posee su propio camino, y sus relaciones con el mundo que le rodea y el resto de miembros de las FSA son completamente diferentes al igual que su estilo de combate, de manera que si bien jugando una de las historias se puede entender el conjunto del argumento, es necesario ponernos en la piel tanto de Yuito como de Kasane para entender por completo todos los entresijos de la trama.

Cada uno de los caminos tiene una duración de 20 a 25 horas dependiendo de lo completistas que seamos. Al contrario de lo que suele ocurrir con este tipo de juegos, la trama principal está sorprendentemente bien trabajada, presentando una multitud de incógnitas que poco a poco se van resolviendo.

Lamentablemente, hay varias decisiones de diseño que chocan directamente contra el nodo argumental, dando lugar a situaciones bastante absurdas que rompen ligeramente el desarrollo de la trama, siendo la principal de ellas la implementación de un sistema de vínculos entre los personajes.

Cada una de las fases de la historia se separa de la siguiente por las fases de descanso, en las que podemos interactuar con el resto de miembros de la FSA en la guarida del grupo. Aquí podemos ofrecerles regalos y desarrollar «episodios de vínculo» para fortalecer los lazos que unen a los protagonistas con ellos. La parte buena de esto es que conforme aumenten los vínculos, las sinergias entre los personajes se ven aumentadas, pero gran parte de estos episodios se separan completamente de la trama provocando escenas con apenas sentido argumental, volviéndose un mero trámite a pesar de que se nota la ambición por darle relevancia a los lazos entre personas en esta situación tan dramática.

Algunas escenas de vínculo chocan directamente con la trama del juego.

El poder de la amistad

Pese a que la trama de Scarlet Nexus aguanta el tipo a la perfección y anima en todo momento a seguir jugando, lo que de verdad hace que el mando de PlayStation 5 se pegue a nuestras manos es el sistema de combate. El título ha apostado por un combate ágil y frenético de los hack and slash, aunando el sistema de combos propio del género con un sistema de sinergias elementales con las que ejecutarlos.

Tanto Yuito como Kasane pueden atacar de dos maneras distintas, ya sea destruyendo a los Alters de cerca gracias al cuerpo a cuerpo como guardar las distancias utilizando los poderes psicoquinéticos que los caracterizan. Al golpear de cerca llenamos la barra de poder con la que lanzamos los objetos del entorno, de manera que combinar ataques de cerca y de lejos es esencial para aumentar al máximo el daño de los combos que realicemos.

Con los gatillos utilizamos los poderes psíquicos de manera orgánica y fluida.

A sus poderes personales se unen los poderes de los compañeros de patrulla, los cuales activamos con tan solo un comando del DualSense siendo el cambio entre poderes una transición muy natural para que combinarlos no suponga ninguna traba durante el combate. Así pues, combinar la Hipervelocidad con la Piroquinesis hará que podamos estallar en llamas a un enemigo al que previamente hayamos rociado de aceite sin exponernos al peligro para luego utilizar el Teletransporte o la Invencibilidad para acercarnos a los Alters por la espalda sin que se percaten de nuestra presencia.

Gracias a la esquiva podemos evitar el daño en el último momento y realizar poderosos contraataques tanto a ras de suelo como en el aire, aunque no existe la posibilidad de cancelar los ataques cuando se están ejecutando, de manera que debemos jugar con algo más de calma (sobre todo en la dificultad más alta) rompiéndose ligeramente el ritmo natural del combate.

Pese a esto, resulta una auténtica delicia combatir en Scarlet Nexus gracias a todas las combinaciones que he comentado con anterioridad y al altísimo feedback que ofrece el mando de PlayStation 5. Los gatillos adaptables ofrecen distintas resistencias dependiendo de los objetos que estemos levantando con la psicoquinesis o las acciones que realicemos en combate y la vibración aumenta la sensación de frenetismo que vemos en pantalla.

Además, la curva natural de aprendizaje es prácticamente perfecta, ya que el título nos va ofreciendo más y más herramientas conforme avanzamos en la historia, ya sea por conocer a nuevos personajes con los que combinar poderes como por aumentar nuestro vínculo con ellos.

Conforme se sube de nivel adquirimos Puntos Cerebrales con los que desbloquear nuevos movimientos de combate o habilidades pasivas que fortalecen al personaje y a sus acompañantes. También podemos cambiar el equipo de los protagonistas para adaptar su comportamiento y estilo de combate a nuestro gusto.

Por último, los dos protagonistas pueden aumentar sus poderes gracias al Impulso Cerebral, un estado mejorado en el que tanto los ataques físicos como psíquicos son más poderosos y se ejecutan más rápido, para terminar desbloqueando el Campo Cerebral, en el que el cerebro desata todo su potencial y otorga unos segundos de máximo poder con el riesgo de morir si no somos cuidadosos/as con su uso.

Un anime jugable con potencial desaprovechado

Como he comentado, la base jugable (sobre todo la centrada en el combate) es muy sólida y en conjunto resulta en una aventura muy divertida y disfrutable. Pese a esto, el título no está carente de fallos y ciertos apartados son muy mejorables.

El apartado gráfico es un conjunto de luces y sombras. Por un lado, tanto la tasa de frames en pantalla como los múltiples efectos durante las batallas se mantienen estables en todo momento, dando lugar a escenas de acción muy destacables con una fluidez que le sienta como anillo al dedo al combate que plantea Scarlet Nexus. Por desgracia, el apartado gráfico es muy básico aún basándose en el estilo anime, con conversaciones sin apenas animaciones y texturas poco trabajadas.

Los escenarios son prácticamente lineales, sin dar apenas pie a la exploración a excepción de alguna mini zona donde recoger algún objeto en concreto, ya que el movimiento por el mismo apenas tiene posibilidades jugables, todo lo contrario al combate, que suele desarrollarse en zonas muy concretas, lo que convierte el recorrido de cada fase en un «pasea y pelea» de manual. Se echa en falta algo más de interacción con el entorno aprovechando los poderes de los compañeros para aportar algo más de dinamismo a este apartado.

Tanto las zonas jugables como los enemigos son muy repetitivos, habiendo apenas unas cuantas variantes de cada tipo de Alter, los cuales también poseen diferentes poderes que debemos contrarrestar con las sinergias de los personajes. Mención de honor a las peleas contra los bosses, cuyo diseño está mucho más trabajado y requieren de algo más de estrategia para ser abatidos con eficiencia.

En definitiva, Scarlet Nexus ofrece una buena historia con un sistema de combate que quiere medirse con los grandes de su género. Gracias al feedback que ofrece el DualSense, cada pelea resulta una auténtica delicia y la trama avanza a un ritmo que engancha desde el primer momento, pero se ve lastrada pero varias decisiones de diseño que acaban afeando el resultado final. Si os gusta el estilo gráfico y buscáis un juego ligero para este verano, éste es vuestro título.

Este análisis ha sido realizado en una PlayStation 5 gracias a una copia de prensa facilitada por Bandai Namco España.

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