Análisis Road Not Taken

Ricardo Fernández · 29 diciembre, 2018
Un refrescante juego de puzles desarrollado por Spry Fox para este verano

El pasado miércoles los usuarios suscritos a PlayStation Plus se beneficiaron de una buena tanda de títulos para las diversas consolas de PlayStation, uno de ellos Road Not Taken. Este extraño y pintoresco juego de puzles nos ha cautivado el corazón, aunque ojo, ¡en mayor parte por su diseño artístico! Lo cierto es que el título en si nos ha traído de cabeza mientras pasábamos nuestro test porque… es un poco cabroncete.

Y es que para ser un juego de corta duración -unas dos/tres horas si somos avispados y contamos con el factor suerte en la aleatoriedad- presenta de vez en cuando pantallas de lo más crispantes. Ya no solo por la complejidad de las mismas, si no por la fauna, flora y otras características que se presentan en ellas.

El juego, traducido al castellano, nos cuenta la historia de un pequeño y extraño explorador que llega a una aldea en la que misteriosamente los niños se pierden con una habilidad pasmosa. Es como cuando te llaman por teléfono para invitarte a cenar con los amigos, acudes a la cita y al terminar la cena te dice tu amigo que no tiene dinero y que le toca pagar a alguno de vosotros. Pues básicamente creemos que es lo que pasa en esta aldea… Sin embargo ahí estamos nosotros, cubiertos con una capa marrón, un bastón con poderes mágicos y 15 niveles por delante llenos de retos y desafíos con el único fin de encontrar y rescatar a los infantes.

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La jugabilidad de Road Not Taken consiste en moverte por pequeños mapeados cuadriculados, como si de un juego de estrategia fuera, mientras que levantamos con nuestros poderes cualquier tipo de obstáculo para despejar el lugar al que queremos acceder o para hacerlos servir a nuestro antojo en próximos movimientos. El protagonista solamente puede moverse en las cuatro direcciones primarias (arriba, abajo, izquierda, derecha) con lo que las diagonales aquí no existen. Tanto los diversos enemigos del juego como cualquier otro tipo de objetos (ciervos, osos, conejos etc..) solo se mueven al sol de nuestro pequeño explorador y si éste no lo hace, ellos permanecerán inmóviles en su respectivo cuadrado. Al no existir diagonales, los objetos que cojamos solo se pueden lanzar en la dirección a la que están mirando y nunca puede controlarse su dirección o fuerza.

Aquí la dificultad radica en los enemigos, en las ventiscas o de lo avispado que seamos a la hora de resolver puzles. En Road Not Taken si cogemos un obstáculo o varios al mismo tiempo e intentamos movernos, se nos penalizará con uno o varios puntos de vida. Los enemigos también tendrán el “placer” de restar parte de nuestra vida aunque también hay otros que se pueden eliminar de ciertas formas. Sin embargo también podremos recuperar vida a través de los rescates, de las comidas que encontremos en nuestra aventura e incluso de mezclar ciertos objetos, como la miel. Estas combinaciones no solo aportan una mejora de salud sino que también podremos hacer fuegos o talar si juntamos unos cuantos objetos.

Después de pensar con claridad nuestros movimientos sobre el tablero y siempre que haya un niño perdido en el mapa en el que nos encontremos, la misión no es otra que recoger al pequeñin y llevarlo con una de las madres más próximas a nosotros. La forma más segura y rápida es lanzar al niño a la dirección que queramos ir, facilitando así su transporte. Recordad que movernos con algo en nuestros “brazos” resta vida. También es interesante apuntar que los niños pueden morir e incluso podemos terminar la pantalla sin rescatar a todos.

Luego tenemos la aldea, llena de alocados personajes con los que entablar amistad es algo más que recomendable. Al hacerlo y compartir con ellos ciertos extras que recogeremos durante la aventura, nos contarán más secretos sobre la misma e incluso nos regalaran accesorios que facilitarán nuestras búsquedas constantes. Solo podemos equiparnos dos de estos accesorios mientras que los restantes podremos almacenarlos en nuestra propia casa. Hay que avisar de que en Road Not Taken en ocasiones no es muy difícil que demos con nuestros labios besando el suelo, hecho que hará que retrocedamos un nivel y perder accesorios que hayamos conseguido.

Una de las cosas que más nos llamó la atención de este título desarrollado por Spry Fox es su apartado gráfico, pero evidentemente no por explote la circuitería de PlayStation 4. Estamos ante un videojuego que artísticamente es precioso tanto en su mapeado aleatorio como en los diseños de los diversos personajes que pululan por el entorno. La paleta de colores escogida para la ocasión es muy agradable a la vista y mantiene todo en pantalla en perfecta sintonía. La música si bien no es la gran hecatombe, cuenta con unas pocas melodías de lo más apañadas que cumplen sin más mientras que los efectos sonoros raspan el aprobado.

Road Not Taken es un título divertido a la par que desafiante. Su duración la hemos estimado en unas 5 horas para el público en general pero sí es cierto que si somos algo duchos en el género de los puzles, la duración de esta propuesta puede bajar incluso a las dos o tres horas. Quizás por el precio de lanzamiento al que se ha lanzado sea algo arriesgada su compra, pero si has tenido la suerte de poder conseguirlo a través de PlayStation Plus, es sin duda más que recomendable su uso y disfrute. Eso sí, advertimos atar vuestro DualShock 4 con unas cuerdas… no sea que en algún momento de la aventura os entren ganas de lanzarlo por la ventana.

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