Análisis Resogun

Corría agosto de este mismo año, Gamescom, cuando en plena histeria colectiva por conocer información de títulos que estaban por llegar a PlayStation 4 y, tras ya conocer meses antes el diseño final de la consola, Resogun llegó a oídos de la redacción de LaPS3. Cuando supimos que detrás de este proyecto estaban las mentes creativas de Housemarque, los mismos que nos trajeron la saga Super Stardust a consolas PlayStation, no pudimos más que dar saltos de alegría. Era shoot’em up y frenético a más no poder. Olía a gran título a la legua.

Tres meses después, el equipo de redacción ha estado jugando sin parar a Resogun y el resultado no podía ser otro que el de levantarnos todos al unísono mientras nos quitamos el sombrero.

Sin más preámbulos, con todos ustedes, Resogun.

Housemarque es una pequeña desarrolladora independiente fundada en 1995, allí donde el frío hace estragos cada día, Finlandia. Aunque es principalmente famosa por Super Stardust, se ha codeado en multitud de plataformas del ocio electrónico, incluida la consola teléfono Nokia N-Gage con el videojuego Floboarding. Suyos son títulos como el aclamado Dead Nation o la conversión para consolas de sobremesa de esta generación de Angry Birds Trilogy.

Resogun, su último título para PlayStation 4, es llamado a ser el sucesor espiritual de Super Stardust, ¡y razón no le falta! En nuestro periplo deberemos de salvar a la ciudad de las naves enemigas y, a su vez, rescatar a los pobres ciudadanos que se encuentran presos en una suerte de vitrinas de cristal antes de que se ahoguen.

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Para entender porqué es factible que se le acuse de ser el sucesor espiritual debemos de acudir a su jugabilidad. En Resogun y al igual que en Super Stardust, tendremos que dar vueltas alrededor de un escenario aunque en esta ocasión, lo haremos alrededor de una ciudad con forma cilíndrica. Esto quiere decir que el género regresa al típico scroll horizontal pero en tres dimensiones. Todo un homenaje al género shoot’em up que en ocasiones recuerda también a los añejos Choplifter o Seaquest de la extinta Atari 2600.

Tan fácil como interesante resulta su planteamiento que, sin darnos cuenta, estaremos enganchados sin remedio a nuestro mando DualShock 4 sólo por el mero placer de superar nuestra puntuación una y otra vez. Porque sí, Resogun tan sólo tiene dos modos de juego, Arcade y Una pantalla que podremos recorrer con tan sólo 3 naves, amén de un modo online cooperativo. Además es corto, tanto que en unas 2 o 3 de horas tendremos el juego completado en una dificultad fácil, algo que se alarga en varias horas más según vayamos subiéndole el nivel de dificultad. Gracias a su asombrosa jugabilidad, esto no será problema ninguno para divertirnos repitiendo hasta la extenuación sus 5 diferentes mundos divididos en 3 fases cada uno. Sólo y puramente por diversión, por el placer de ascender a los primeros puestos de clasificación.

Con el analógico izquierdo controlaremos la nave a lo largo y ancho del escenario, con el analógico derecho dispararemos nuestros cañones, aunque sólo en horizontal, con L1 podremos acelerar la nave mientras que con R1 y R2 dispararemos la sobrecarga y una potente bomba respectivamente. Estos últimos son esenciales si queremos conseguir grandes números ya que, con cada enemigo abatido, añadiremos un punto a nuestro multiplicador de puntuación.

El objetivo no es otro que el de liberar a los 10 ciudadanos prisioneros en urnas de cristal y transportarlos a una de las dos vías de escape localizadas en el escenario. Para conseguirlo deberemos destruir a diversos guardianes que harán acto de aparición de forma esporádica antes de que abandonen el escenario o morirán asfixiados en su habitáculo. Una vez destruidos, el contenedor de uno de los ciudadanos se romperá, dejándolo caer al suelo y siendo este el mejor momento de usar el botón L1 para llegar a él lo más rápido posible, puesto que puede morir si se cae por algún hueco del escenario. Sobra señalar que una vez hayamos recogido al ciudadano, no podemos recibir ningún impacto o, de lo contrario, morirá tanto él como nosotros.

Su resolución a 1080p y 60 fps constantes nos hace la boca agua, más aún cuando descubrimos el enorme potencial que esconde Resogun en aspectos tecnológicos. Todo el juego en sí es un repertorio gráfico con partículas por toda la pantalla como artistas invitados. Cualquier enemigo que derrotemos o edificio que se destruya, se convertirá en un festival de partículas en forma de cubos que inundarán el escenario con una física realista como pocas veces se ha visto. Y cuanto más y más enemigos acumulemos, mayor será la orgía visual. Lo mejor es que PlayStation 4 no muestra ni un atisbo de duda al mostrar todo ello en pantalla, así que la fluidez es la tónica general del juego, funcionando siempre a 60fps estables.

Los enemigos finales tampoco son menos que nadie, llegando a ocupar toda la pantalla y acumulando el doble o triple de polígonos que cualquier otro elemento a la vista.

Pero para unir todas estas piezas necesitamos de música, como todo festival que se precie. Resogun cuenta con unas maravillosas melodías de corte electro que acompañan de manera soberbia a todo el juego. Los efectos sonoros tanto de los disparos de las naves como de destrucción o voces, encajan perfectamente con las melodías e incluso en ocasiones nos parecerá que se fusionen, creando ritmos alternativos al sonar todo al mismo tiempo.

Cada evento relacionado con la llegada de nuevos enemigos, liberación de ciudadanos u otros, será anunciado por los altavoces del mando DualShock 4, algo que ayuda de forma considerable a integrarnos en el juego.

Resogun es una experiencia única e irrepetible. Es de largo uno de los mejores juegos de lanzamiento de PlayStation 4 si no el que más. Todo dependerá de los gustos del consumidor pero una cosa está clara, Resogun atesora calidad por cada uno de sus poros.

El modo multijugador añade más diversión aún más si cabe y desafía a combinar las distintas naves entre sí para obtener las mejores puntuaciones y desbloquear algunos trofeos especiales.

La sencillez en su control y el perfecto ajuste de dificultad lo hace un título para todos los públicos a la par que amenaza con robar la mayor parte de nuestras horas libres si nos ponemos a sus mandos. No obstante estamos hablando de un título frenético y repleto de acción.

Por tan sólo 14,95 euros tenemos un juego para toda la vida. Aunque si somos usuarios del servicio de suscripción PlayStation Plus, podremos descargarlo de manera gratuita desde el día de lanzamiento de PlayStation 4. ¡Mejor imposible!

La nota negativa se la llevan los únicos cinco niveles de los que dispone el juego, dejando así el juego algo cojo en este aspecto y en duración. Nos hubiera gustado que fueran al menos cinco más.