Hay que ver cómo pasa el tiempo, ¿eh? Parece que fue ayer cuando Resident Evil nos soprendió con aquella cuarta entrega ambientada en un pueblo de la España profunda, con aquellos enemigos y esas frases suyas tan icónicas que para muchos son cultura general dentro del mundillo, el «tío de la motosierra«, aquel cambio de jugabilidad que significó un punto de inflexión para la reconocida saga de Capcom… cuesta creerlo, pero 18 años pasan en un suspiro.
18 años después, Capcom nos trae una versión actualizada y reimaginada de uno de los videojuegos más populares de la historia. Sin más preámbulo, entramos directo al análisis.
Jugabilidad.
A nivel jugable, Resident Evil 4 sigue el camino de los remakes de Resident Evil 2 y Resident Evil 3 con algunos añadidos jugables bastante relevantes.
Uno de ellos y el que consideramos más importante es el cuchillo y sus mecánicas, que en este título tienen una importancia superlativa, pues con el cuchillo seremos capaces de bloquear los ataques de los enemigos a modo de «parry» si pulsamos el botón correspondiente a tiempo.
Pero las utilidades del cuchillo no se quedan ahí; también podremos utilizarlo para matar enemigos por detrás instantáneamente y rematarlos en el suelo de una puñalada letal.
Eso sí, no todo es tan bonito y el juego hará que nos pensemos muy bien cuándo utilizar el cuchillo, ya que nuestro cuchillo cuenta con una barra de durabilidad que irá mermando conforme lo utilicemos.
Es por ello que tendremos que realizarle mantenimiento acudiendo al buhonero (el welcome, para los amigos) para poder restaurar su durabilidad e, incluso, mejorarlo.
La siguiente mecánica jugable a destacar, que va muy ligada a lo que hemos comentado de matar enemigos por detrás, es la del sigilo.
Leon podrá ir agachado para no hacer ruido y así eliminar a los enemigos por detrás haciendo uso del cuchillo o, simplemente, evitar a los enemigos y salir de la zona sin que nadie le vea.
Se nota la influencia de títulos como The Evil Within en este sistema de sigilo, pues jugablemente hablando se sienten muy similares. Este recurso podremos utilizarlo en varias situaciones del juego para salir bien parados y ahorrar recursos que seguramente necesitemos más adelante.
Al igual que en el videojuego original, podemos propinar patadas a los enemigos cuando consigamos aturdirles. Por lo tanto, el remake conserva la gran mayoría de animaciones de este estilo junto a alguna nueva.
En términos generales, se siente genial a los mandos y el control está más refinado que nunca. Haciendo uso del ‘parry’ y el esquive en momentos determinados, sentiremos que las peleas contra los enemigos del juego serán como un auténtico baile.
Hemos mencionado antes a nuestro querido buhonero, una novedad jugable muy interesante relacionada con él son las llamadas peticiones del buhonero.
Estas peticiones son una serie de encargos secundarios muy sencillos que nos harán desviarnos ligeramente del camino principal (o nos pillarán de paso, en varias ocasiones) para realizarlas y entregárselas al buhonero a cambio de espinelas (aquí, las espinelas tienen una función de moneda de cambio que podemos utilizar para realizar trueques con el buhonero).
Las peticiones aparecen en forma de hojas de papel azul que nos encontraremos dispersas por el mapa y que entregaremos posteriormente al buhonero una vez completadas.
Contamos también, de inicio, con tres modos de dificultad bien diferenciados: Asistido, para jugadores que quieran disfrutar de la historia sin complicarse la vida, Estándar, para personas que quieran disfrutar de una experiencia equilibrada y Hardcore, para quienes tengan recorrido en este género y quieran una experiencia más desafiante.
Ambientación y escenarios.
Echándole un breve vistazo a los escenarios del juego, podemos sentir un notable cambio en la ambientación, siendo ésta una ambientación mucho más óscura, lúgubre y con texturas y detalles mucho más sangrientos.
No serán pocas las ocasiones donde tendremos que adentrarnos en cuevas y en territorios poco iluminados haciendo uso de la linterna (todo un detalle, sabiendo que en aquel prototipo de Resident Evil 4 que no llegó a ver la luz, Leon inicialmente iba a llevar pistola y cuchillo).
Si en Resident Evil 2 y Resident Evil 3 ya vimos detalles y referencias a otros juegos de la saga y a otras obras en general, Resident Evil 4 no se ha quedado atrás en este aspecto ni mucho menos. Aquí también encontraremos detalles de este estilo si nos paramos a examinar los distintos escenarios.
Escenarios que, por otro lado, han sido remodelados y expandidos de forma que son mucho más explorables, con una distribución que permite realizar ‘rutas en sigilo’ y, en definitiva, distribuidos de forma que favorecen el backtracking para cuando tengamos que regresar a una zona ya visitada para recoger tesoros que se nos hayan quedado por recoger o completar peticiones del buhonero.
Gráficos y sonido.
En esta entrega, tenemos de nuevo en acción el RE Engine que tantas maravillas ha hecho con los remakes antes ya mencionados.
El rendimiento del juego es muy similar al de sus remakes ‘hermanos’, se mantiene estable salvo en algunas ocasiones donde podemos ver que la versión de PS4 sufre limitaciones, por ejemplo, al mirar de lejos a los enemigos, que hará que los veamos moverse a menos resolución. También se puede notar en la versión de PS4 algunas texturas a las que les cuesta cargar.
En cuanto al sonido, el título destaca para bien, especialmente en el tema de las voces. Aunque las voces de los enemigos ahora estén en perfecto castellano y hayan desaparecido muchas frases icónicas que todos conocemos, siguen diciendo frases que sin ninguna duda han venido para quedarse.
Pero no nos quedemos solo con las frases, hay que destacar también la entonación y el odio que desprenden hacia Leon cuando hablan. El trabajo de voces en este sentido es espectacular.
Cambios y comparación con el original.
Vamos con la gran pregunta que la mayoría de gente se estará haciendo: ¿el remake cambia mucho respecto al original?
La respuesta es: sí, en esencia.
Es decir, las localizaciones del juego son las mismas, pero algunos escenarios están distribuidos de formas diferentes al juego original.
Si has jugado al original sabrás perfectamente hacia dónde hay que ir y lo que hay que hacer, porque los objetivos en general son los mismos, pero el desarrollo de muchos de éstos tienen cambios bastante significativos y novedades importantes.
Por ejemplo, puzzles distintos, tesoros diferentes con otras funciones, entornos modificados, dirección de los escenarios distinta…
Notarás conforme vas andando que es el juego de siempre, pero a la vez uno totalmente nuevo con detalles cambiados de los que te darás cuenta. Incluso algún cambio argumental relevante que nos hará soltar algún que otro «¡anda!», también hay.
Una de las diferencias más notables que podemos ver es la apuesta de este remake por escenarios más oscuros y un desarrollo de personajes algo más profundo, como ya venían haciendo los remakes anteriores.
También, algunos elementos como la combinación de tesoros y la galería de tiro han sido expandidos con novedades muy interesantes. Las máquinas de guardado también hacen la función de los baúles de los Resident Evil clásicos, aunque solo nos servirán para guardar las armas, los accesorios y los sprays.
Por supuesto no podemos pasar por alto nuestro querido maletín, manteniendo el mismo formato cuadriculado de siempre y con la opción de ordenar los objetos automáticamente simplemente pulsando un botón.
Además, esta vez tendremos distintos tipos de maletines que nos otorgarán diversas ventajas, junto con unos amuletos equipables que también nos darán beneficios útiles.
Pasando a hablar de las duraciones, si exprimimos el remake al máximo, éste puede darnos una duración aproximada de 25 horas gracias a las peticiones del buhonero y los tesoros que podemos coger, ya que aumentan el tiempo de exploración en el juego.
Pero si nos ceñimos únicamente a la historia, incluso aunque alguna zona se sienta algo apresurada, las duraciones de ambos títulos son muy similares. Alrededor de unas 15 ó 20 horas.
Como diferencia negativa para el remake, nos quedamos con las ganas de ver cierto contenido del juego original que no ha sido incluido en este remake, como Separate Ways. Probablemente lo veamos en un futuro cercano en forma de actualización o contenido descargable.
Por otro lado, como ya llevan acostumbrando muchos juegos modernos y algo que muchos jugadores agradecen, el juego cuenta con opciones de accesibilidad que podemos activar o desactivar en función de la experiencia que queremos tener, para hacerla lo más ajustada posible hacia nuestro gusto.
Del mismo modo, se ha incluido un modo foto, con múltiples opciones de edición para que los expertos en el mundo de la fotografía puedan dar rienda suelta a su creatividad capturando momentos durante la aventura.
Capcom ha traído un remake que está más que a la altura.
No era tarea fácil hacer bien el remake de este título tan legendario, pero Capcom nos ha traído una reimaginación de Resident Evil 4 que está más que a la altura de lo que podía esperar cualquier fan del juego de 2005.
No iríamos mal encaminados si decimos que este remake puede comer en la mesa de los grandes remakes de la industria de los videojuegos.
Si has jugado al juego original y te has hartado a exprimirlo, vas a sentirte como en casa y vas a emocionarte mucho con ciertos cambios y detalles que encontrarás. Si no lo habías jugado antes, siéntate y disfruta, es un videojuego que definitivamente vale la pena.
Análisis realizado por: Alejandro Verdú (@AlexV_75).
Agradecimientos a Plaion por la clave de prensa suministrada.